Letters to Juliet [Harry Styles AU]

Capitulo Once

Seguimos con nuestra búsqueda, eliminando los puntos que veíamos no eran. Eliminamos a tres de los puntitos que habíamos logrado localizar.

Eché un vistazo a mi reloj, y vi que eran las 12:30 p.m. así que le avisé a Claire y a Styles para ir a almorzar. El chico rulos condujo por las calles, sin saber a dónde me llevaba, y estacionó en un lugar de comida. Arriba de la puerta decía algo de "Osteria del Bugiardo".

Entré, y observé el local. Era bastante acogedor, la verdad. Pedimos una mesa y tomamos asiento. Un señor llegó y nos ofreció el menú a cada uno.

- ¿Qué desean ordenar? - Preguntó amablemente. Nosotros leíamos el menú.

- A mí me da un Fettuccine Alfredo - Pidieron al unísono Harry y _______. Ambos se miraron. La chica rodó los ojos con una leve sonrisa, y él soltó una risilla. Claire también rió.

- Y yo quiero este - Señaló en el menú un pollo Piccata la tierna anciana - Además, tres bebidas, por favor - El mesero tomó orden, y se llevó junto con él los menús.

- Oiga, si me permites, Claire, ¿podría comenzar a escribir la historia ahora mismo? - Interrogaste. Ya tú habías platicado con ella antes acerca de tus ganas de escribir un libro acerca de su historia con Lorenzo Bartolini, ya que le había parecido muy romántico y perfecto para una historia.

- Claro que sí, querida - Me contestó ella con una sonrisa cálida. Harry me vio, y bufó. Saqué mi notebook que cargaba en mi pequeño bolso (de los que se cruzan) y abrí Microsoft Office Word.

Comencé contando todo desde que llegó Claire a Verona hace años encontrando al amor de su vida, hasta la actualidad; cuando la ahora anciana Claire se encuentra con una joven que le había escrito una carta, para comenzar la búsqueda del amor que había abandonado hace años. Obviamente había tenido que cambiar los nombres de los personajes. Claire se llama Amy, Harry es Daniel, Lorenzo es Alonzo y, finalmente, yo era Violet. Llegué en la parte en la que "Daniel" se encontraba por primera vez con "Violet" y le empieza a gritar... Claro que lo modifiqué un poco.

Estaba tan atenta a mi notebook, que no notaba que ya el mesero había llegado a dejar en nuestra mesa la comida ordenada.

- Gracias - Dijimos todos sonriendo. Comenzamos a comer, y Harry de vez en cuando me lanzaba miradas. No sé porqué, eso me hacía sentir incómoda... pero, de alguna extraña forma, me agradaba.

- Entonces... ¿así que me llamo Daniel en tu novelita? - Me preguntó él, con una sonrisa burlona que me malditamente cegaba. Suspiré.

- Así que estabas metiendo la nariz donde nadie te llamó - Le replicaste sacándole la lengua en un acto de madurez. Harry rió volteando a otro lado, y se acomodó su cabello como siempre hacía. Volvió a verme.

- Oh, vamos... Tengo que saber qué cosas has escrito sobre mí hasta ahora. Aunque todavía no es nada... interesante... para mí - Dijo, y se le escapó una pequeña risita. Le ignoré, y comencé a comer de mi platillo. Claire sólo nos veía comiendo, con una sonrisa que no sabía el porqué.

- Los jóvenes enamorados de hoy en día - La escuché murmurar, y se me atoró un trozo de mi comida en la garganta. Tomé agua rápido, y volví a respirar normal. Ella dijo... ella dijo... ella dijo... "Jóvenes enamorados" ¡"ENAMORADOS"!... Esperen un minuto y...

¡Corte!. Acá hay un error. Yo no puedo estar enamorada de un chico frío, molesto, egocéntrico, pesado, negativo, terco, ¿dije ya egocéntrico?, arrogante, engreído, egocéntrico, lindo, sexy, inteligente, atractivo, gracioso, interesante, educado, encantador, amigable, y además tenía esa sonrisa que hacía que te... ¡¿Qué rayos estás pensando, _____?! ¡Debes pensar en Victor! Él es el único al que tú quieres.

- ¿Qué pasó, cielo? - Preguntó preocupada Claire, tocándome la frente - Estás toda roja, y caliente - Comentó con la misma preocupación.

- Yo... yo estoy bien. Debe ser que se me subió la sangre a la cabeza cuando me atraganté -

¡Tonta excusa, ______! ¿Eso es lo único que se te ocurre? "Debe ser que se me subió la sangre a la cabeza" ¡Tonta, tonta, tonta!

- Sigue comiendo tranquila, Claire - Le contestaste sonriendo. Enviaste una mirada a Harry que también te miraba preocupado.

El resto del almuerzo transcurrió con normalidad, y fuimos a buscar a dos Lorenzo más que no eran el que buscábamos.

- Si no encuentras a ese Lorenzo, sabes que puedes volver acá, Claire - Besó la mano de la anciana, uno de los Bartolini que buscábamos. El señor le sonrió, ella algo incómoda le sonrió de vuelta. Har- Styles y yo veíamos la escena sonrientes y nos miramos, sonriendo más. Luego subimos al auto.

Ya era tarde así que me dejaron en el hotel.

- Bueno, mi pequeña, mañana nos harás mucha falta acá en la búsqueda... Créeme que sobre todo a un chico de por acá - Me susurró Claire al principio triste, pero luego mostrando todos sus dientes en una sonrisa - ¡Pero pasado mañana sí nos acompañas, eh! Oh, y ¿podrías decirle a tus amigas que nos acompañen también? ¡Sería muy lindo volver a verlas! - Me comentó emocionada. Tú asentiste.

- Hasta... hasta mañana - Dijo algo ido Harry, con la mirada en otro lado.

- Hasta mañana - Repetiste, sonriendo. La verdad es que hoy entre peleas y todo la había pasado muy a gusto con él. Le diste un beso a Claire, y un impulso hizo que le dieras uno a Harry también, pero luego te separaste rápido al ver lo que habías hecho. Harry abrió sus ojos sorprendido, pero sonrió.

- Así que estás cayendo a mis encantos, ¿no? - Preguntó él burlón. Tú bufaste, y te bajaste del auto. Te adentraste al edificio.

POV Harry.

Arranqué el auto, y estaba todavía sumergido en mis pensamientos. No me esperaba ese beso en la mejilla de su parte... Fue tan sorpresivo. Y, ¡oh Dios!. Mañana será muy aburrido. ¿A quién molestaré?... No es lo mismo sin ella... Y aunque me cueste admitirlo creo que laextrañaréalgo... Ya está, lo dije.

Y ahora me vengo dando cuenta que poco a poco me voy haciendo un poco dependiente de ella... No me está gustando el rumbo que está tomando la situación...

- Abuela, ¿por qué sonríes, y me miras así? - Preguntaste, ya que se quedaba observándote fijamente. Ella soltó una risa.

- Nada, pequeño Harry, nada... - Contestó ella, sonriendo igual. Le miré sospechando, pero lo dejé ir encogiéndome de hombros.