Ya era de mañana los rayos del sol entraban por mi cuarto, y el aroma a melancolía, solo me hacía recordarla.
*Flashback*
Estaba entrando a la pequeña oficina que tenía Mónica, en la casa de mi tía trayendo los artículos que me pidió que revisáramos juntas.-Aquí están Mónica son los más recientes que pude conseguir- dije con media sonrisa
Ella me hacía sentir importante y útil al pedirme su ayuda cuando trabajaba, yo encantada accedía, siempre que estaba a su lado sentía mariposas en el estómago, y una sensación de calidez en el pecho.
-Muchas gracias querida- Me dijo para tomar los artículos de mis manos, no sin antes acariciar mi muñeca con su pulgar unos segundos.
Me quede paralizada por dos razones, una; me había dicho querida, nunca me había dicho así y dos; acaricio mi mano haciendo que sintiera mil cosas dentro, esas que solo se leen en los cuentos de hadas.
-No es nada- le dije nerviosa
Pasaron unas dos horas y yo me encontraba dándole ideas de argumentos del por que el papel de la mujer es de igual importancia que el del hombre en la política, ella no decía nada, se dedicaba a mirarme con esos ojos de muñeca que me robaban el sueño.
Luego de que terminara de exponerle mis ideas se acercó hasta el otro extremo de la mesa donde estábamos trabajando, dejándome entre su cuerpo y la mesa, estaba realmente nerviosa y feliz, nunca se me había acercado así.
-Eres una jovencita muy lista- Me dijo mientras pasaba un mechón de cabello que le estorbaba para mirar mis ojo.
-g..gracias- le dije mirándole los labios, estaban de un rosa precioso, que me daban unas ganas de plantarle un beso.Antes de que yo pudiera hacer algo, me tomo del cuello suavemente, como si fuera la pieza de cristal más frágil del mundo y beso mis labios, los beso de la manera más dulce y delicada del mundo, sentí morir y revivir en ese preciso momento.
-Yo... lo siento Alice- Dijo cuando cayo en cuenta de lo que acababa de hacer.
-Pues no lo sienta Señorita Mónica, eso fue realmente bello- dije acercándome para poder besarla nuevamente.*Fin del flashback*
-¡ALICE MI VIDA BAJA A DESAYUNAR, SE LES HARA TARDE!- grito mi madre desde las escaleras, haciendo que salga de mi recuerdo y vuelva a la realidad.
Se supone que estoy haciendo todo esto para poder olvidarte, pero simplemente no puedo- dije para mi misma, las palabras que realmente eran para ella.
Desayune de manera veloz, necesitaba llegar lo antes posible a Santa Lucia, tenía muchísima curiosidad por saber cómo seria todo, de igual manera apresure a mi padre, el pobrecillo ni siquiera se terminó su café.
Una vez en el auto no pude evitar quedarme dormida, después de unas horas volví a despertar y de igual forma caer en el sueño, las ultimas dos horas me mantuve despierta.El atardecer, estaba precioso dejándonos así apreciar la maravillosa vista de los paisajes magistrales de Santa Lucia, el mar se veía realmente precioso.
A lo lejos un letrero grande rojo
escribía "MOTEL" aquí es, pensé.-Hemos llegado- dijo mi padre, tratando de estacionar.
-Eso veo- le digo mirando por la ventana, no recordaba que Santa Lucia fuera tan bonito.
-Bueno cariño bájate, iré por las llaves, tu Espérame aquí afuera-.
.-Esta bien-Conteste, no quería perder tiempo en entrar, solo quería seguir maravillándome con la vista de este lugar.
Algo llamo mi atención, era un carro color verde agua, resaltaba muchísimo entre los demás carros típicos cafés o negros.
La persona dueña de ese auto debe ser alguien muy alegre- pensé.
-Ya está, ahora toca descansar, mañana sería un día muy largo- dijo mi padre detrás de mi.
-Si lo mejor será ir a dormir-
Mi padre me dio la llave de mi habitación, y el se dirigió a la suya, yo me quede mirando y mar.
-Puedes disfrutar de la vista, pero prométeme que te iras a dormir pronto Alice- Me dijo mi padre.
-Así lo hare, solo quiero ver como se esconde el sol- Conteste.
Mi padre se perdió de mi vista, Me quede anonada por todo, pensando la realidad por la cual me encontraba en un sitio tan hermoso, unos veinte minutos después el sol se había ido.
Cuando estaba a punto de ir a mi habitación para descansar , me encontré con la sorpresa una mujer de 1.68 metros aproximadamente estaba fumando a lado mío, yo ni siquiera me había percatado de su presencia.
-Buenas noches- Solté para no parecer grosera y poder retirarme.La mujer volteo hacía mi y me quede atónita al ver su rostro, era idéntico al de la enfermera misteriosa, ¡La había encontrado!, o bueno tal vez no era ella, es decir apenas y se veía por la luz de un pequeño farol, puede que solo se parezca.
-Buenas noches, señorita- Me dijo para terminar de voltear su cara hacia mí, y tirar la colilla de su cigarrillo.Sin decir más, se fue dejándome con la duda, ¿era ella?, ¡TIENE ESOS OJOS!, me dije a mi misma, es la enfermera misteriosa, si que lo es, ¿Qué estará haciendo aquí?, ¿No vivirá en la ciudad?, ¿No tendrá casa o familia?
Genial ahora la curiosidad estaba mas fuerte que antes, de verdad tenía muchísimas ganas de conocerla y ni siquiera sabía el por qué, lo peor se fue así, sin más, necesitaba ir a mi cuarto y procesar lo que acababa de pasar...
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Enfermera Ratched.
RomancePor qué cuando tus ojos se encontraron con los míos, sentí el alivio placero del alma. ¿Me dejaría entrar a su corazón enfermera Ratched? ¿Podría curar yo su dolor? ¿O este me consumiría a mi también?