Enfermera Ratched.

Capítulo 16. Aclarando sentimientos.

*POV MILDRED RATCHED*

Salí del hospital con una cantidad de sentimientos muy diversos, estaba demasiado destrozada y muy triste por Gwen, pero terriblemente feliz de haber besado a Alice, y no era bueno que me sintiera feliz de haberlo hecho, pero es que ese beso me gusto más de lo que es debido...

Ella era muy impulsiva, pero al momento de dar el siguiente paso para abrazarnos,se puso nerviosa, yo la había puesto nerviosa, eso me gustó de sobre manera, siempre era muy directa, pero esta vez, la había intimidado, tenía ese poder sobre ella, y eso por alguna razón me daba ilusión.

Al llegar a la habitación del Motel me quise convencer de que solo había sido un impulso, que estaba empañada por la desesperación en esos momentos y que solo buscaba un poco de compañía de cualquier persona, pero eso solo era una táctica de mi cerebro para que yo no afrontara mis verdaderos sentimientos.

Lo podría negar en frente de todo el mundo, pero no podía engañarme a mi misma, yo sabia que desde que conocí a Alice, me interese en ella de una forma diferente.

Aún recuerdo hace más de un mes, ver a una chiquilla despistada, con la mirada en el mar, tan en su mundo que ni siquiera se percató de mi presencia, tan única, tan ella,
Cuando la volví a ver en el hospital pensé que solo era curiosidad de saber el por que alguien tan joven estaba en ese lugar, pero cuando supe la razón la curiosidad no había cesado entonces me convencí de que tal vez solo me sentía identificada con ella, porque yo tampoco podía gritarles a todos lo que sentía.

Pero es que no era solo eso, su compañía me resultaba demasiado grata, e ir a dejarle la cena después de sus hidroterapias solo era un pretexto para platicar con ella;  algo dentro de mí me decía que ella me gustaba, pero siempre decidí ignorarlo. Yo estaba con Gwendolyn y ella me hacia inmensamente feliz, no lo iba a echar  a perder por una atracción pasajera o eso pensaba yo que era. 

Pero ahora todo era diferente, Gwendolyn se había ido a luchar por sus sueños, y yo estaba sola; por un momento pensé que así seria mejor, sin distracciones podría sacar a Edmund de ahí, y escapar, devolverle el favor tan grande que mi hermano me hizo de niños, se lo debía.

Pero después de pensar mucho sentí que de verdad no quería estar, ni sentirme sola; necesitaba sentirme humana con alguien, ese alguien se había ido, la persona con la que me permitía ser vulnerable era Gwen, y aunque yo jamás le conté mi historia, ni mis verdaderas intenciones en Santa Lucia ella de alguna forma me entendía.

Ahora la vida me presentaba una nueva oportunidad, podía tener una amiga, una de verdad, y eso era lo mejor, porque no quería alejarme de Alice, pero tampoco podía estar con ella de una manera romántica, había demasiadas cosas que no lo impedían, era paciente, no sabía su edad, pero definitivamente era mucho menor que yo, no quería hacerle daño, y es irónico sabiendo que no había sido muy amable con otras muchas personas en el pasado, pero ella era distinta, ella tenía una luz pura en el alma, no tenía intención de hacerle daño a nadie, y tampoco me suponía un riesgo para llevar acabo mi plan, me pidió que me abriera con ella, y aun que sentía que era alguien en quien confiar no me fiaba demasiado de nadie, nunca es bueno fiarse demasiado...

Después de pensar mucho las cosas, me fui a dormir, no tranquila, yo hace mucho que no estaba tranquila, con nada, aun así debía descansar un poco, mañana evaluaban a Edmund y teníamos que idear algo para que se comprobara que estaba loco, y no le dieran sentencia de muerte, debía salvar a mi hermano, él era el único ser humano al que había amado, por Edmund daría hasta mi vida.
                     *FIN DEL POV*

Después de que Mildred se fue, no pude haber descansado mejor, simplemente toda mi existencia me parecía maravillosa, ¡la había besado!, y es que el sabor de sus labios era completamente diferente a las demás bocas que yo haya tocado, su forma de besar me había vuelto ¡completamente loca!, no exagero, era suave, pero descargaba una energía eléctrica impresionante, no podía compararla con alguien Mildred Ratched era única.

Aún así por mas que quisiera seguir con este sentimiento que día a día me desbordaba más el alma, no podía, ella estaba mal y no necesitaba una relación amorosa en estos momentos, necesitaba una amiga, alguien para que desahogara sus penas, alguien que la escuchara, y yo estaba dispuesta a ser esa persona, además yo también quería poder contarle a alguien mis días y lo que me atormentaba por las noches, ambas necesitábamos de alguien, sentir que no estábamos tan solas en la vida.

Con la sensación de sus labios en los míos me dispuse a dormir.