Capítulo 1. Mónica.

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1947.
Las hojas en tonalidades cafés y naranjas regadas por los preciosos jardines nos anuncian que el otoño  está en su máximo esplendor, se siente la calidez de estas temporadas tan próximas a las fiestas Navideñas, las familias se ven felices paseando de por el parque, novios tomados de la mano, compartiendo miradas cómplices y sonrisas enamoradas, tanta miel por la ciudad solo me hace recordar a una persona, Mónica.

Mi amada Mónica, el amor de mi vida, la única persona que ha hecho que se me erice la piel solo de mirarla, ella es bellísima ante los ojos de cualquiera pero ante mis ojos, no solo es una mujer atractiva es la obra de arte más magistral, y yo estaba decida a dedicar mi vida a admirarla.

Así es estaba, escribo esto en pasado por que por mas fuerte que fuese nuestro amor, no nos permitieron
estar juntas, simplemente no podíamos, no era lo "correcto".

Antes de que podamos entrar a nuestra trágica historia de amor, y lo que esto esta desencadenando permítanme describírselas físicamente; ella tiene un largo cabello rojizo, siempre amarrado en una coleta alta, ojos grandes; de muñeca le decía yo siempre, es alta mucho más que yo, 1.78 talvez, tiene pecas por todo el cuerpo y cara, una nariz curveada, a ella no le gusta, pero a mi me encanta, siempre le decía que le daba personalidad.

Ella es una de esas damas adelantadas a la época, tenía una idea fija de lo que quería, me encantaba ver cómo le hacía ilusión prepararme para que algún día lograra adentrarme a una Universidad, adoraba como ponía los ojos cuando hablaba de algún tema interesante para ella, me parecía demasiado perfecta para ser real, y me parecía una verdadera incoherencia que una dama de su calibre quisiera estar con una chiquilla como yo, porque si, Mónica era mayor que yo por 13 años.

Ella tenía 29 años, exactamente cuando nos conocimos yo apenas 16, ella era una vieja amiga de la hermana de mi madre, decía que la veía como a una hija, así que a mi tía Margot le hacía ilusión que la conociéramos, sinceramente lo último que yo quería era ir a esa estúpida cena a conocer a alguien que jamás había visto pero todo mi mundo cambio la primera vez que la vi

*Flashback*
-¡Dios Mio!, Alice estas enorme- dijo mi tía Margot apenas crucé el pórtico de la puerta, para después proceder a darme un gran beso en mejilla, el cual yo respondí un poco incomoda, a decir verdad

-Gracias Tía, me ha pegado la pubertad- dije riendo para sonar más cortes y que no se notase que no me hacía gracia su comentario

-Pero pasen por favor, la cena esta casi lista y nuestra invitada de honor me esta ayudando a preparar la mesa- dijo mi tía refiriéndose a mis padres, que aún estaban saliendo del coche

Ellos se quedaron platicando a fuera de la casa, por lo que me dirigí a la cocina de la tía Margot, ella siempre tenia una canasta de duraznos y yo realmente amaba los duraznos, cuando estaba por tomar uno de ellos, la vi.

El corazón me empezó a latir de una manera increíble, me perdí en sus ojos café claro, tenia la mirada dulce, no se cuándo tiempo me quede anonada por su belleza, pero cuando me di cuenta, ya la tenía muy cerca de mí, me extendió la mano.

-Mucho gusto soy Mónica- me dijo con una sonrisa preciosa y una cálida voz, y estrecho mi mano, ¡Dios santo su tacto se sentía demasiado bien!

-Soy Alice, el gusto es mío- logre decir con una sonrisa, un poco idiota para se sincera, y seguramente estaba rojísima, porque mis mejillas se sentían arder

*fin del flashback*

Ese fue solo el comienzo, ahora no me apetece seguir contando lo que paso después, solo digamos que cuando nuestra relación se empezó a intensificar, ocultarlo ya no era una opción, nuestros ojos gritaban lo que nuestras bocas callaban e inevitablemente un día mi madre nos vio en un acto comprometedor, después de eso, una increíble cantidad de reprensiones cayeron sobre mí, día a día, después de un año y medio de estar compartiendo tantas cosas con mi adorada Mónica simplemente la sacaron de mi vida, no se donde este, espero que bien, la extraño cada día un poco más.
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Hey, esta es la primera vez que escribo una novela, o algo parecido este es mi primer capítulo en unos momentos subo la parte dos, decidí escribirá por qué de verdad estoy completamente enamorada de Sarah Paulson, y de su personaje espero sea de su agrado:)

Enfermera Ratched.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora