Enfermera Ratched.

Capítulo 25. Familia

Me quede fundida en ese abrazo, podía percibir el delicioso aroma de Mildred, y escuchar los latido de su corazón, gracias a la cercanía que nos envolvía.

-¿Me quieres?- le pregunte sin pensar, no sabía que me había dado por hacer este tipo de interrogantes tan a la ligera.

-¿No es obvio?- respondió con una pequeña risita, como si aquello fuera lo más evidente del mundo.

-Dímelo- Me separe de los brazos de Mildred, para que, quedáramos cara a cara.
- Quiero escucharlo, quiero que me digas que me quieres- ordené.

Una nueva necesidad surgió en mi esa noche, la necesidad de que ella me quisiera, de poder contar con alguien otra vez, de no sentirme tan sola.

Tomo mis manos y me miro a los ojos.

-Te quiero, Alice-

Mi alma exploto de amor en el preciso momento que terminó la oración, y es que esas dos palabras tan simples, le habían dado vuelta a mi universo, era como si en ese instante, el corazón hubiera dejado de latir, y en su lugar, se estuviera balanceando despacio y en mi solo resonaba su nombre "Mildred" "Mildred" parecía que cantara el latido de mi corazón.

Pero de nuevo, mi maldita mente haciendo estragos de la realidad en la que me encontraba, no me dejaba disfrutar del amor que sentía por Mildred, ¿me estaba enamorando?, esa era una de mis tantas dudas, y lo que realmente me asustaba era, ¿De quién me estaba enamorando?, lo iba a averiguar esta noche.

-Te quiero, Mildred- Solté con toda sinceridad, por que de verdad sentía viva cada palabra que salía de mí.

Ella no dijo nada, solo sentí como me atraía de nuevo a sus brazos, dándonos el cariño que tanto necesitábamos, sintiendo la seguridad de que no estábamos solas, no en ese momento, porque en ese momento, ella me tenía a mí y yo la tenía a ella.

-Mildred- retome la palabra después de unos minutos de relájate silencio.

-¿Qué paso?, ¿Ya tienes sueño?-

-No es eso-

-¿Entonces?-

-Es mi turno de preguntar, ¿cierto?-

-Me temo que si- parecía no estar
feliz con la situación.

-Si no te sientes cómoda con alguna pregunta no tienes que responderla- solté una mirada comprensiva.

-Gracias- en su rostro se formó una sonrisa apenas visible, como gesto de que su agradecimiento, era sincero.

-¿Cuándo es tu cumpleaños?-

Mildred me miro por unos minutos y luego soltó una carcajada.
-No recuerdo haber dicho ningún chiste- la mire con fastidio.

- ¿En serio preguntaras eso?- seguía riéndose.

- Es para poder prepararte un buen regalo- dije en tono irónico.

-Es el 17 de diciembre, me temo que ya no podrás regalarme nada-

-Ya estaba en el hospital para ese entonces, ¿Por qué no me dijiste que era tu cumpleaños?-

-No éramos tan cercanas, acababas de llegar, además no me gusta celebrar mi cumpleaños, me recuerda que cada año me vuelvo más vieja- se notaba melancólica.

-Mi cumpleaños es en junio, tampoco me gusta celebrarlo-

-Tenemos eso común-

-Parece que si- le di una mirada cómplice -¿Cuándo crees que anuncien tu nuevo cargo?, no creo que a la enfermera Bucket le siente bien la noticia- recordé la infinidad de veces que escuche decir cuánto le costó llegar a donde estaba.