ᴄᴀᴘiᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪɴᴜᴇᴠᴇ

638 98 73
                                    

El impacto de algo chocando fuertemente contra el parachoque del mercedes hizo a Jimin soltar un quejido de dolor, miró hacia el respaldo de su asiento y vio cuatro garras metálicas afirmarse con fuerza de la estructura trasera del vehículo, la mujer que iba junto a él intentó quitarla usando su arma y parte del peso de su cuerpo, pero otro gancho rompió los vidrios traseros y se incrustó violentamente en el cráneo de la mujer, sacándola del auto de un tirón y dejando un rastro de sangre tras ella.

Jimin jadeó, asustado, temiendo que a él le sucediera lo mismo, sin saber que probablemente sería el único de esa formación en salir con vida por orden de Yoongi. Se encogió lo más que pudo y observó por el rabillo de su ojo como los demás autos y camiones de Dywen sufrían el mismo destino, todos siendo víctimas de cadenas metálicas que se incrustaban en el parachoque.

—¡Te dije que si no dábamos la vuelta nos iban a rodear!— espetó furioso Jojen, cubriéndose el rostro en acto reflejo cada vez que una cadena pasaba por su lado y se empotraba contra los autos.

El gancho que los tenía sujeto desde atrás los obligaba a reducir la velocidad, haciendo rechinar las llantas y fundir los motores -—¡Cállate!— le gritó en respuesta Dywen, intentando acelerar para librarse de la cadena. Jimin levantó su vista al sentir como el suelo vibraba ferozmente bajo las ruedas del mercedes, y se encontró con dos camiones muy parecidos al trailer que los iban sobrepasando en velocidad para colocarse frente a ellos y rodearlos por delante. Por un breve segundo creyó distinguir el perfil de Robert sentado de copiloto, haciendo que sus esperanzas salieran a flote, implorando que sus demás amigos también estuvieran con él.

Volvió a pegarse al asiento cuando una ráfaga de disparos comenzó a impactar en un auto cerca de donde estaba él, con sus manos se afirmó de la tela del respaldo y miró hacia la formación, encontrándose a la otra mitad de su alma. Yoongi estaba saliendo por el techo de la camioneta que sufrió los disparos, con el cabello totalmente desordenado y su fiel pistola afirmada en la pierna, Jimin sintió sus ojos cristalizarse, ansioso de llorar por haber logrado ver a su mayor después de tanto tiempo. Él realmente estaba ahí, siguiéndolo hasta Corea del Norte sabiendo que podía morir.

—Hyung...— susurró despacio, sabiendo que Yoongi no podía oírlo, pero con su corazón a punto de salirse de su pecho y sus ojos castaños anhelando poder mirar los del pelinegro otra vez, añorando volver a ser abrazado con cariño.

Al darse cuenta de que Yoongi estaba al descubierto, Dywen renunció a seguir forcejenado contra la cadena y se quitó el cinturón de seguridad que lo mantenía fijo al asiento —Voy a matar a ese imbécil— gruñó, sacando una escopeta de debajo del asiento y colocando los nervios de Jimin en alerta. Vio como le tendía una pistola a Jojen para que hiciera explotar el tanque de vencina en caso de que él fallara y muriera, ahí fue cuando Jimin entendió que debía hacer algo si quería que su mayor saliera con vida, porque no podría lograrlo solo.

No le convenía atacar a Dywen porque se estaba encaramado en la ventana del mercedes con un arnés de seguridad y él no tenía como llegar hasta allí, pero sí le convenía detener a Jojen para distraer a su compañero. Miró sus muñecas y por una vez en la vida se alegró de que le hayan colocado esposas metálicas de alta seguridad, así que con el poco valor que tenía y el miedo que lo embargaba, saltó hacia adelante y dejó que las esposas junto con sus manos se enrollaran en el débil cuello de Jojen. Tiró hacia atrás y lo obligó a pegarse al respaldo del asiento, lo veía abrir y cerrar la boca buscando aire, dejando caer la pistola y moviendo sus manos en todas direcciones tratando de quitarse las esposas que le rodeaban el cuello.

El hombre que iba con Jimin en la parte trasera lo sujetó por los hombros e intentó safar a Jojen de las esposas, pero bajo el torpe moviento del auto y por culpa del forcejeo violento que se ocasionó, detener a Jimin sé le hizo casi imposible, más cuando no le permitían usar su arma porque lo querían sin heridas de gravedad.

Oyó el primer disparo salir de la escopeta de Dywen y él se asustó, pensando que quizás la bala había alcanzado a Yoongi. Ese miedo lo llevó a ejercer más presión con las esposas en la nuez de Adán, provocando que sus muñecas comenzaran a sangrar, heridas por la fricción. Un manotazo desesperado de Jojen dio con la pierna de Dywen y este reaccionó, entrando nuevamente al Mercedes y encontrándose con los ojos desorbitados de su compañero.

No se había dado cuenta a tiempo, Jimin lo asfixió y logró su cometido de distraerlo para darle tiempo a Yoongi de llegar hasta el auto. Al darse cuenta de que Jojen estaba muerto, Dywen golpeó a Jimin en el rostro con la culata de la escopeta y luego le disparó directo al cuerpo, pero la bala nunca le llegó debido al brusco detenimiento del Mercedes.

Él quedó colgado con sus brazos del respaldo del asiento, percibiendo como la sangre tibia bajaba desde su frente hasta su boca, llorando por el dolor del golpe y por el sonido de la escopeta al ser recargada, pero extrañamente sólo quedó en eso, no hubo ningún otro disparo, todo estaba en silencio, incluso el sonido de los helicópteros y del tráiler había desaparecido, sólo permaneció el leve ronroneo del motor del auto y el calor sofocante del desierto.

—Sé que eres un cobarde que le tiene miedo a la muerte inmediata, así que baja el arma si no quieres que te vuele el cerebro— Jimin levantó su vista al oír esa característica voz, topándose de frente con el agujero de la escopeta, viendo la bala ahí, a tan solo centímetros de ser liberada. Pero también entendió el porqué eso no sucedió, Yoongi estaba sobre el cadáver de Jojen apuntándole a Dywen en la cabeza con su Beretta 93R, y el sujeto con el que forcejeó anteriormente ahora estaba tirado en el asiento del Mercedes, desangrándose. Jimin se dio cuenta de que el disparo de Dywen que iba para él, terminó desviándose y matando a ese tipo cuando toda la formación se detuvo bruscamente.

Fue una orden de Yoongi que terminó siendo su salvación.

Dywen apretó la mandíbula y retiró la escopeta de la frente de Jimin, este se refugió de inmediato en respaldo del asiento y dejó escapar las otras lágrimas que estaban acumuladas en sus ojos. Sentir la presencia de Yoongi lo aliviaba por completo, sabiendo que su mayor lo protegería incluso con su vida de ser necesario.

El pelinegro le quitó la escopeta de las manos y la lanzó lejos. Acercó la pistola a la frente de Dywen y habló entredientes —Tienes cinco segundos para convencerme de que no te mate.

—Vas a matarme de todas formas— dijo colocando las manos en el aire en señal de rendición al sentir la furiosa mirada que le proporcionaba el pelinegro —Ni siquiera por los viejos tiempos vas a retractarte.

—¿Viejos tiempo?— preguntó Yoongi con ironía y dolor en su voz —¿En serio?— presionó aún más el arma contra la sien del sujeto frente a él, sintiendo la ira hervir en su sangre —Eres alguien despreciable, alguien inhumano, hacías trata de personas mientras me endulzabas el oído prometiéndome venganza, diciéndome que sabías quienes fueron los que mataron a mi familia.

El sudor recorría el rostro angustiado de Dywen, sólo Yoongi sabía que él le tenía miedo a la muerte y se aprovechaba de eso, gozando de jugar con su estabilidad mental un rato.

—Te quise como a un hijo, imbécil— escupió, pegándose cada vez más a la puerta, intentado huir de esa pistola que conocía muy bien, porque él mismo le enseñó a usarla. Fue el primer regalo que le hizo a Yoongi cuando este entró a trabajar para él.

—Desearía tener el coraje de decir lo mismo, pero en este mundo no existe tal cosa, mucho menos si utilizaste a alguien que amo para intentar destruirme— Jimin sintió el vuelco en su corazón al oír eso, Yoongi nunca le había dicho que lo amaba, se sentía tan débil emocionalmente que en cualquier momento se largaría a llorar otra vez solo por lo hermoso que sonó eso en sus oídos, a pesar de la situación en la que se encontraba —Te lo hubiera perdonado todo ¿sabes? Todo. Menos el que le hayas hecho daño a Jimin.

Y disparó.

||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ||  •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora