ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ ᴘᴛ. 2

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Cuando estaban llegando al cuartel, la estática en su radio volvió a sonar —El helicóptero se encuentra en el aire— le dijo Taehyung ya más calmado —La fábrica acaba de explotar y sus signos vitales siguen dentro del sistema. 

—Están vivos— suspiró relajado —Creí que habían exagerado con el helicóptero, pero me equivoqué, realmente fue de ayuda.

—Una unidad médica estará esperando a tu equipo en la entrada del cuartel, recuerda que las personas deben ingresar con el rostro cubierto— al oír lo que dijo Taehyung, quienes iban con él en la camioneta lo miraron asustados, Jimin maldijo a su amigo entre dientes y cortó la comunicación con él para evitar que creciera el pánico ahí dentro. Habló con ellos y les explicó lo más que sus limites de silencio le permitían, les prometió que estarían a salvo, e incluso les paso las vendas para que se las colocaran voluntariamente, su compañera lo miraba vacilante, pero Jimin conocía de primera mano lo doloroso que era pasar por un secuestro, él sabía que lo que hacía daría resultados sin necesidad de levantar un arma. 

Una mujer delgada de cabello castaño y mueca melancólica fue la primera en tomar una de las vendas y colocarsela alrededor de los ojos, la niña que encontró la radio antes que él repitió la accion de la mujer, y luego más personas hicieron lo mismo, para cuando la camioneta llegó al orfanato y lo rodeó para entrar por el cuadrado en el suelo, toda la gente -a excepción del equipo de Jimin y el conductor- tenían los ojos cubiertos. Descendieron en la oscuridad durante un par de segundos, a paso lento y seguro, cuidando de no tropezar con algún bache y provocar un movimiento brusco. El estacionamiento principal estaba abastecido con autos de todo tipo, desde los que se usaron en la persecución en el desierto hasta los de último modelo que habían logrado robar. Jimin abrió las puertas de la camioneta y les dijo que ya podían quitarse los vendajes, junto con sus compañeros y el personal médico los ayudaron a bajar uno a uno, ofreciendo mantas y comida empaquetada, luego se encargarían de dejarlos en algún lugar que los guíe como corresponde en el proceso legal. 

Taehyung apareció con todo el cabello revuelto en la puerta, llevando en sus manos la tableta y colgándose de sus hombros cuando llegó a su lado —Voy a matar a Jung Hoseok— murmuró por lo bajo. Jimin sonrió enternecido al ver la preocupación en el rostro de su amigo, luego de que Hoseok le dijera que para intentar algo con él primero debía olvidar a a otra persona, Taehyung estuvo día a día intentando ganarse el corazón del pelirrojo, hasta que al parecer, finalmente lo había conseguido, sin embargo, nadie supo nunca quién era esa persona que ocupó durante mucho tiempo el corazón de Hoseok. 

—¿Me acompañas a enfermería?— le pidió Jimin, levantando su pierna herida y dejando ver el orificio de la bala que estaba incrustada en ella —Nuestros hyungs tardaran más en llegar. 

—Claro, vamos— Taehyung dejó que Jimin lo rodeara por los hombros y lo ayudó a caminar hacia el interior del cuartel —El helicóptero debería llegar al hangar de la organización dentro de veinte minutos— dijo mirando en la tableta el punto rojo que correspondía a la nave y siguiendo también las dos barras laterales que indicaban los signos vitales de sus mayores —Acabo de ordenar que alguien vaya por ellos, como máximo tardaran una en volver al cuartel.

—Tae— lo llamó JImin ya mucho más relajado al saber que su amigo tenía todo bajo control —¿Cómo fue que te interesó esto de la tecnología y todo lo relacionado con hackear? Nunca me has contado esa historia— Taehyung abrió la puerta de enfermería y lo dejó sentado en una camilla a la espera de que alguien llegara a atenderlo. 

—Es bastante cómico en realidad— murmuró rascándose la nuca, avergonzado —Descubrí que me gustaba esto de "hackear" cuando accidentalmente conecté el YouTube de mi celular a la TV de mi vecino, me di cuenta de que pasó eso porque comenzaron a gritar de que la casa estaba embrujada. Luego, en penúltimo año de preparatoria, mi escuela ofrecía un curso básico de lenguaje de programación, como esos típicos talleres que dan luego de clases. Entonces me inscribí, y gracias a ese curso entendí el porqué muchas tvs aparecen en los radares de los celulares, también aprendí a programar cosas básicas y diseñé mis primeros virus, los cuales tenían tantas fallas, que no lograban anular ni siquiera una aplicación— se encogió de hombros —Supongo que así descubrí que me gustaba esto. 

—Y yo que batallé con media escuela por biología marina— dijo Jimin sonriendo. Taehyung se había convertido en su mejor amigo ahí dentro, sólo lamentaba el hecho de que Namjoon nunca logró despertar, con él se habría sentido completo.

Luego de una hora en la que su herida de bala fue curada y vendada, Jimin pudo retirarse a la habitación que compartía con Yoongi, ingresó la contraseña y las puertas se abrieron frente a él, dándole la bienvenida a lo que ahora tenía por hogar

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Luego de una hora en la que su herida de bala fue curada y vendada, Jimin pudo retirarse a la habitación que compartía con Yoongi, ingresó la contraseña y las puertas se abrieron frente a él, dándole la bienvenida a lo que ahora tenía por hogar. Se despojó de sus armas y las dejó sobre el escritorio, la misión había sido agotadora, uno de sus compañeros resultó muerto y los demás heridos. Lo único positivo es que lograron frenar la trata de esas personas a tiempo, llegaban un segundo tarde y todo el esfuerzo habría sido en vano.

Levantó su cansado rostro cuando sintió que alguien más abría la puerta e ingresaba a la pequeña y acogedora sala de estar —Hyung...— susurró Jimin al ver que se trataba de su mayor. Corrió hacia él y le rodeó el cuello con sus brazos, envolviéndolo infantilmente en un cálido abrazo —También lo amo— susurró segundos antes de besarlo, siendo inmediatamente correspondido.

Hacer eso se había vuelto su sello y pacto de amor eterno, Yoongi le decía que lo amaba al inicio de una misión, y Jimin le susurraba lo mismo al terminar.

Si uno de los dos llegaba a morir, ese sello quedaría incompleto, pero muy en el fondo de sus corazones, ambos sabían que aunque eso sucediera, el amor que se demostraron cada día mientras estaban vivos, terminaría por calmar cualquier dolor existente. Pero hasta entonces, ellos continuarían siendo los dos líderes de una de las mafias más peculiares que existen en Corea del sur

Fin.

||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ||  •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora