ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄᴜᴀᴛʀᴏ

827 111 35
                                    

A veces Jimin pensaba que era simplemente ridículo todo lo que estaba pasando, Dywen lo quería a él para vengarse de Yoongi, pensando que de esa forma el pelinegro se mantendría a raya y "se portaría bien" como ellos suelen referirse al hecho de no atacar su cuartel y de paso matar a sus hombres, pero lo que no saben es que al retener a Jimin todo lo que estan logrando es que Yoongi acumule cada vez mas odio y rencor dentro de él, haciendo que finalmente busque la guerra.

Jimin sabía que Yoongi no dejaría su trasero quieto hasta tenerlo de vuelta con él, pero jimin se cuestionaba el ¿Por qué todos pelean por una causa tan mínima? Simplemente soy un chico, Yoongi puede conseguirse a alguien mucho mejor y mas lindo, alguien que esté "limpio" y así Dywen lo liberaba de una vez, o de lleno lo mataba.

Y todo acabaría.

Su inquieta mente se estaba preguntando todo aquello mientras él estaba sentado en un mercedes benz plateado, muy similar al que poseía Hoseok pero con menos elegancia. A su lado derecho iba un hombres y al lado izquierdo una mujer, Minho se posicionó en otro auto, mucho mas adelante, en la segunda línea de la estructura vehicular.

La formación era muy similar a la de una guerra, La vanguardia estaba compuesta por una hilera de camionetas, le seguían otras dos hilera de autos los cuales llevaban una ventanilla en el techo, lo que permitía que los hombres con escopetas y metralletas de largo y corto alcance se asomaran por ahí. Al medio iban dos camiones llenos de provisiones ya sea de comida, armas y artículos de aseo, estaban fuertemente custodiados por hombres y mujeres en motocicleta con casco y traje de cuero, además de llevar dos camionetas en sus costados.

Un poco mas adelante de esos camiones iba el auto en que va sentado nuestro protagonista, Dywen era el conductor y Jojen iba de copiloto, manejando todo lo que sucedía a través de una radio.

En la retaguardia cerraban la fila dos grandes camiones llenos de hombres en su interior, y en caso de que se produjera una emboscada ellos serían los primeros en atacar y abrir fuego hacia el oponente.

Jimin suspiró, se pasó una mano por su sucio cabello y hechó la cabeza hacia atrás, estaba totalmente desnudo y eso ya no le preocupaba, luego de aquellos infernales días dentro de ese cuartel prácticamente ya desconocía lo que era la intimidad e higiene y le daba lo mismo si alguien veía su cuerpo. Lo único importante por ahora era seguir con vida.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una leve estática proveniente de la radio portátil que llevaba jojen.

-Reporte del equipo número uno, Yoongi y sus hombres encontraron el señuelo, lo están siguiendo desde hace una hora- Luego, la voz de Jojen - ¿Cuanto tiempo transcurrirá antes de que se den cuenta de que es un señuelo? Cambio.

Un poco de estática y la voz del hombre al otro lado se hizo escuchar. -Aproximadamente una o dos horas más, aún están a una considerable distancia como para identificar algo.

-Bien, ya saben que hacer una vez estén cerca del señuelo.

-Afirmativo

Y la estática sonó por una última vez antes de que se esfumara por completo y una sonora carcajada por parte de Dywen se hizo escuchar dentro de todo el Mercedes. -Al parecer, tu preciado Yoongi es mas estúpido de lo que creía, aquel señuelo es un señuelo explosivo, una vez Yoongi esté cerca detonará una bomba oculta debajo de cada auto. ¿no es hermoso?

Jimin cerró los ojos -No, es repulsivo- Muy dentro de él, Jimin intuía algo, él sabía muy bien que Yoongi no sería idiota y pensaría muy bien antes de actuar, confiaba en que Yoongi no hubiera ido detrás se ese señuelo.

«Por lo que mas quieras en este mundo, por favor, por una vez en tu vida no seas impulsivo» Fue la plegaria silenciosa que dejó escapar Jimin a quien sea que lo estuviera escuchando. Él no se consideraba una persona devota, no creía que existiera un ser místico que escuchara y remediara el dolor de las personas, pero por primera vez en su vida y por el amor que le profesaba a Yoongi, deseaba que alguien, quien sea, escuchara su plegaria silenciosa.

Transcurrió mas de dos horas en donde lo único que veía eran carreteras vacías, ya que, por lo que tenía entendido Jimin, aquel pasó era el menos custodiado por la justicia coreana, pero también el menos conocido por las personas comunes y corrientes, por lo tanto, a parte de la formación de guerra de Dywen, con suerte veía uno dos vehículos cada media hora. Era frustrante, pero después de todo lo que le ocurrió, comenzó a amar la soledad y supo hacerse amigo del sentimiento que esta transmitia, por mas triste y deprimente que fuera.

Una cabeza golpeó la suya desde el lado derecho, y cuando miró hacia ese lugar se topó con el rostro culpable del hombre quien le susurró un "perdón" muy leve, Jimin le sonrió a modo de entendimiento, sabía que el sueño estaba haciendo efecto en más de una persona a bordo de aquella formación, y mantenerse despierto se estaba transformando en una tarea titánica.  Jimin se acomodó en su lugar y cerro los ojos para descansar un rato, pero algo le puso los pelos de punta en menos de un segundo, y justamente fue la estática que provenía de la radio de jojen.

El hombre se oía agitado, como si hubiera estado escapando de algo -Reporte del equipo número uno, tenemos problemas, repito, tenemos problemas.

Jojen se enderezó en su asiento -¿Qué problemas? Hablen claro mierda.

-Todo era un engaño señor- Una ráfaga de disparos atravesó el aire al otro lado de la radio. -Yoongi nos engañó, era una trampa, él nunca estuvo a bordo...

La estática interrumpió al hombre y jojen perdió los estribos, golpeó la radio con ira y la maldijo hasta que finalmente el hombre al otro lado se volvió a oír. -Señor, ¿me escucha? Señor, necesitamos ayuda, nos están matando, ni siquiera sabemos quienes son.

-¡Jodete hijo de puta! Ustedes son el eslabón mas bajo de la mafia, no es mi problema que no sepan hacer su trabajo como corresponde.

Dywen colocó el piloto automático y con cada músculo de su ser totalmente tensado y las venas a punto de estallar, le quitó la radio de las manos y habló -No podemos enviarte ayuda ahora, estamos a menos de una hora de la frontera con corea del norte. Era tu responsabilidad traer a tu equipo hasta acá.

-Pero señor...-Un disparo más fuerte que los anteriores retumbó desde el otro lado de la radio, y todos los presentes en el auto supieron que su informante había muerto, pero la radio seguía funcionando...y alguien la tomó.

-Este es tu fin Dywen, disfruta mientras puedas.

Con solo oír su voz, Jimin supo de inmediato quien era, y una pequeña y burlesca sonrisa floreció en su rostro.

«Robert»

||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ||  •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora