Luego de las palabras dichas por Jimin, Dywen únicamente se paró y lo arrastró por todo el pasillo, llevándolo de vuelta hacia su cuarto y tirándolo al suelo.
-Tal vez tengas razón, pero a estas alturas de nada me sirve la lealtad si lo único que buscan los hombres es el dinero. Lo bueno de aquello, es que a través del dinero compro la lealtad, si es que realmente existe- Y la puerta se cerró, dejando a Jimin en medio de la oscuridad, solo con su polera y completamente desconcertado. Se arrastró hasta su cartón y se tendió en el, no le importó si era de día o de noche, buscó a tientas la bolsita de género que le había dado Yoongi y la apresó contra su pecho, dispuesto a dormir aunque sea un poco.
Con el pasar de los días los atentados de Yoongi eran cada vez mas frecuentes, bombas y disparos, se adentraban en el cuartel y realizaban una matanza y luego se iban como si nada. Pero por supuesto que todo el pago se lo llevaba Jimin, luego de que iban, Dywen lo visitaba con un hombre diferente y hacía que lo penetrara ahí mismo, aunque no quisiera admitirlo a veces le proporciobanaba cierto placer tener sexo, ya había aprendido que con cada emboscada de Yoongi debía el mismo lubricar su entrada para así no sufrir tanto cuando lo penetraran. En algunas ocasiones el hombre era bastante ágil con respecto de dar placer a veces jimin llegaba a gemir de satisfacción y en otras llegaba a correrse. Pero mas tarde se arrepentía de todo, porque esos hombre lo hacían sin protección, más de uno podía tener alguna enfermedad de trasmisión sexual y ¿qué pasaba si lo contagiaban? Jimin no quería eso. No lo deseaba por nada del mundo, pero tampoco tenía como evitarlo.
Los atentados estuvieron ocurriendo por mas de tres semanas, eran tantos que jimin ya había perdido la cuenta, y también desconocía si Dywen habría contraatacado, aunque eso no era lo que le preocupaba, lo que realmente le preocupaba era el hecho de no saber el momento en que Yoongi se dignaría sacarlo de allí, podía sonar como un pensamiento muy egoísta, pero era la verdad, era lo que sentía.
Un día como cualquier otro, el almuerzo de Jimin estaba siendo depositado en el suelo del recinto, él se levantaría y cogería su merienda para luego volver a su cartón y comerla, después, si su cuerpo no estaba muy cansado haría unos cuantos abdominales, pero si no se sentía con las fuerzas suficientes tomaría una siesta.
Esa era su rutina, aunque obviamente no era lo mismo cuando Yoongi atacaba.
Muchas veces jimin pensaba que quizás caería en un cuadro depresivo, tenía miedo de no encontrarle el sentido a la vida y simplemente acabar con ella, o quizás con ansiedad, aunque eso ya lo tenía, pero era tan débil que llegaba a ser imperceptible, si no lo decía, nadie sabría que tenía el trastorno de ansiedad. A veces también llegaba a pensar en que podría desarrollar una pequeña fobia social, el tipo de hombres que habían en este cuartel eran de temer, se imponían sobre ti y te hacían ver lo inferior que podías llegar a ser tan solo con su presencia. Pero mas allá de llegar a bajar la cabeza y mantener silencio Jimin no presentaba otros "síntomas" por decirlo de alguna forma, así que por ahora descartaba ese trastorno.
ESTÁS LEYENDO
||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ|| •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄•
FanfictionLa vida horriblemente monótona de Park Jimin da un giro de 180° cuando conoce a un personaje bastante peculiar, alguien que casualmente es el líder de una de las mafias mas grandes y poderosas de corea. Pero esta mafia, no es como cualquier otra. O...