Bajó con mucho cuidado hasta el capó del auto en el cuál se encontraba y se afirmó de las luces que sobresalían por ahí. Sabía que debía avanzar hacia la camioneta donde estaba *Minhyun, el líder de la mafia más grande de químicos ilegales -gracias a él es que la granada lanzada por Jungkook tuvo tanto efecto negativo en la formación de Dywen, tenía en su interior una tanda muy grande de los químicos más peligroso que existen- pero desde donde se encontraba era bastante complicado ver hacia donde saltar, por lo que su sentido de la orientación casi a ciegas jugaba un papel muy importante en esos momentos.
Con un leve movimiento de mano le pidió al conductor que se acercara más hacia el carro que estaba delante de ellos, el sujeto aceleró y cuando Yoongi sintió que estaba lo suficientemente cerca, saltó, afirmándose de los fierros y apoyando sus pies en el parachoque. Unas cuantas balas que iban para él alcanzaron a impactar en el costado blindado del auto, pero rápidamente fueron apaleadas por las personas de su equipo que lo estaban cubriendo. Subió al techo y se arrastró por el, cuidando de no ser un blanco tan fácil. Al costado de uno de los camiones vio el auto que era marcado por la flecha de Jungkook, subió su vista esperanzado de encontrarse con el cuerpo de Jimin.
Y ahí estaba, su cabello rubio y desordenado sobresalía por sobre todos los colores opacos que habían dentro de ese mercedes, Yoongi se enderezó y sus ojos estuvieron a punto de aguarse, lo había añorado por tanto tiempo que por un segundo se olvidó que estaba encima de un auto en moviento. Pero su corazón sufrió un vuelco de nerviosismo cuando noto como Jimin giraba la cabeza hacia su formación, buscando algo, con la mirada triste, apagada y perdida, sin dar en ningún momento con él. La preocupación creció en su pecho cuando notó la mancha de sangre que cubría su oído y parte de su cuello, e incluso al darse cuenta de que no llevaba remera.
No podía creer por todo lo que tuvo que pasar ese ángel sólo por cruzarse con una persona como él. Algunas veces le gustaría retroceder en el tiempo y nunca haber conocido a Jimin -o al menos no haberse involucrado con el sentimentalmente-, de esa forma la vida y la integridad personal de su pequeño no estarían en riesgo, nunca debió haber roto su propia regla. Suspiró frustrado e intentó enderezarse para saltar al siguiente auto, pero alguien lo sujetó por la espalda de forma imprevista y lo hizo golpearse contra el techo del auto. En menos de dos segundos ese hombre ya estaba acribillado por las balas, cayendo a la carretera y rodando por ella hasta perderse en el sofocante desierto. Yoongi se levantó de ahí tambaleante y con la respiración agitada, miró hacia donde estaba Hoseok y lo vio recargando la metralleta lo más rápido posible, dándole a entender que había sido él quien acribilló al sujeto y le salvó la vida.
«Habría muerto hace años de no ser por ti» pensó divertido, quitándose el sudor y la tierra que tenía en la frente. El aire estaba impregnado por el leve olor de los químicos que aún quedaba en los autos, Yoongi no entendía como es Minhyun podía trabajar con esos artículos sin miedo de que algo le explotara en la cara repentinamente.
Juntó fuerzas en sus pantorrillas y afirmándose de una cuerda saltó a la camioneta que tenía en frente, cuando distinguió el cabello rubio de la chica en el interior, supo que había llegado a su destino. Abrió el panel que tenía la camioneta en el techo para dejar ingresar la luz del sol y cayó dentro, teniendo de inmediato un arma apuntando directamente a su frente.
—Casi te vuelo la cabeza— le dijo Yangyang al reconocerlo. Yoongi se quedó tendido un poco más intentando recuperar el aliento que perdió ahí afuera, fue un arduo trabajo llegar hasta allí, pero cada vez estaba más cerca de Jimin y eso lo hacía sentir capaz de hacer cualquier cosa, sólo esperaba que a Dywen no se le ocurriera meterle un tiro en la cabeza a último minuto.
Aceptó la mano enguantada que le ofrecía la chica y se incorporó con su ayuda —Un placer verte, Yangyang— le dijo irónico por lo del arma —Me alegra que no me hayas disparado— se sentó a su lado y por el espejo delantero vio la sonrisa arrogante que tenía Minhyun, ese hombre no era de muchas palabras, incluso cuando se conocieron lo hicieron con el pie izquierdo, ninguno de los dos confió en el otro, pero a medida que el tiempo transcurría y ellos se enfocaban en salvar a Jimin, su relación comenzó a progresar bastante bien.
—Jimin te necesita vivo— le respondió burlona, meciendo su arma como si fuera un juguete y sonriendo coqueta —Sólo por eso es que no te meto un tiro en la cabeza.
—¿Tienes alguna señal de Robert?— los interrumpió Minhyun, pasando la palanca de cambio para acelerar e intentar llegar a la altura del mercedes.
Yoongi negó —Taehyung está trabajando para recuperarla, tenemos poco tiempo antes de que Dywen llegue a la frontera— estaba a segundos de agregar algo, pero la estática de su radio comenzó a sonar y la voz chillona del castaño se dejó oír por todo el vehículo
—¡Hyung! ¡Tengo la señal— Yangyang se tapó un oído y rodó los ojos, aún no se acostumbraba al revoltoso equipo de Yoongi —En cinco segundos lo estarás oyendo por tu radio.
Pasó menos tiempo del que dijo Taehyung y la voz un poco distorsionada de su amigo se hizo oír por el aparato —¿Comienza la fase tres?
—Sí ¿Dónde estás?
—Detrás de ustedes.
Yangyang y él giraron su cabeza, distinguiendo a lo lejos una pequeña formación de artillería que avanzaba a paso veloz por el desierto, Yoongi sonrió y dejó a la vista sus pequeños dientes, sintiendo el nudo de emoción formarse en su garganta, tan solo un poco más y Jimin estaría con él otra vez.
Se acercó la radio a los labios y apretó el botón de interferencia —Daré el aviso a Jung, cuando la primera cadena se adhiera al Mercedes, ustedes nos sobrepasan para colocarse al frente y bloquearles el escape, Hoseok se quedará con el mando del tráiler y de nuestros hombres vigilando la retaguardia— miró fugazmente a quienes lo acompañaban dentro de la camioneta —Minhyun y Yangyang se encargarán de los costados ¿entendido?
—Completamente.
Cortó la comunicación con Robert y se colgó a la línea que sabía era de Hoseok, hubo un poco de interferencia y finalmente pudo hablar —Da la orden, Robert está en posición, llegó la hora de rodear a Dywen.
Oyó el grito de triunfo que soltó su amigo y Yoongi no pudo evitar contagiarse de esa energía —Hoy salvamos a Jimin, hermano.
—Y hoy cae Dywen— complementó el pelinegro, mirando fijamente el Mercedes que iba un poco más adelante, añorando ver el viejo y enojado rostro de Dywen caer ante sus fuerzas, no sabía en qué estaba pensando cuando aceptó ser su aprendiz, pero lo que sí sabía es que no iba a permitir que un monstruo como él siguiera viviendo, mucho menos después de todo lo que le hizo a Jimin. Hoy caería un imperio del que el mismo fue parte alguna vez.
Nota ⬇
*Minhyun y Yangyang son dos personajes que aparecieron por primera vez en el capítulo trece, Minhyun es el hombre que negoció con Yoongi y Yangyang la chica de vestido carmín y cabello rubio que estaba sobre sus piernas, es sólo que hasta ahora no se habían dicho sus nombres, pero son ellos 💞
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||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ|| •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄•
FanfictionLa vida horriblemente monótona de Park Jimin da un giro de 180° cuando conoce a un personaje bastante peculiar, alguien que casualmente es el líder de una de las mafias mas grandes y poderosas de corea. Pero esta mafia, no es como cualquier otra. O...