||ᴍᴀꜰɪᴀ ᴄᴏʀᴇᴀɴᴀ|| •𝕄𝕐𝔾 & ℙ𝕁𝕄•

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ

ɴᴏᴛᴀ ᴀʟ ꜰɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ᴄᴀᴘ ♡

La radio fue lanzada por la ventada del piloto y aplastada por la rueda del auto que los precedía. Luego de aquella advertencia se formó un silencio sumamente incómodo dentro del vehículo, Jojen mantenía su vista en dirección al paisaje, Dywen sujetaba el volante con mas fuerza de la debida y las personas que lo acompañaban en el asiento trasero se mantenían rígidos como unas verdaderas estatuas.

Jimin estaba ajeno a todo aquello, le importaba bien poco si un silencio era incómodo o no, sólo le divertía la situación actual, ver a Dywen al borde del colapso era muy gracioso, sobre todo cuando Jojen parecía un niño al cual hubieran regañado por comerse una golosina sin el permiso de su padre.

-Estoy seguro de que Yoongi nos pisa los talones- murmuró Dywen con los dientes apretados. -Por más que lo odie tengo que admitir que es astuto. No sé por que creí que podría despistarlo- Jojen miró a su jefe, y Jimin no supo como interpretar aquella mirada, era una mezcla de nostalgia con un poco de odio y otra pizca de diversión.

-Debiste saberlo, Yoongi no es alguien ajeno a ti, él no entró a este mundo por casualidad ni mucho menos permaneció en el a base de suerte- Jojen volvió su mirada hacia el frente, hacia la vanguardia. -Tú le enseñaste, pero fallaste, porque Yoongi siempre fue diferente, él no quería la enseñanza que tú podías darle.

Jimin no entendía de que hablaban, se supone que Dywen y Yoongi eran enemigos desde tiempos remotos, nunca se imaginó que anteriormente hubieran tenido una relación "buena" o siquiera una formal. Tal vez el pelinegro nunca le contó la historia completa...quizás omitió ciertos detalles, detalles como ese, por ejemplo.

Oyó a Dywen suspirar y soltar una mano del volante para llevarla a la palanca de cambio, se aproximaba una subida un tanto riesgosa. -No necesito que me recuerdes los errores del pasado. Esto es lo único que se hacer, yo vivo para matar. Yoongi no quiso entender eso. Fin- la subida comenzó y el auto nuevamente entró en silencio, tanto Dywen como Jojen mantenían su concentración en el vehículo de enfrente, no querían que un pequeño error se convirtiera en un desastre gigante que fácilmente podría retrasarlos unas cuantas horas.

Para aquel entonces, el factor tiempo era muy valioso.

Cuando ya pasaron la subida y posteriormente la bajada, lograron divisar las grandes montañas al final del camino, aquellas protuberancias de tierra eran su paso directo hacia corea del norte, y una vez ahí dentro, serían protegidos por la tirania que gobernaba aquel país, nadie podría tocarlos y como tal, Yoongi no tendría acceso. Si Dywen lograba cruzar esa frontera, Jimin y Yoongi se perderían el uno al otro para siempre.

Jimin suspiró, ya era como la quinta vez en el día que suspiraba, pero tampoco es como si pudiera hacer algo más, sacarle plática a sus acompañantes era caso perdido, y aunque lograra hacerlo, Dywen de ninguna forma le permitiría a Jimin interrumpir su preciado silencio. Literalmente hacerlo era suicidio seguro.

Despues de un par de minutos algo comenzó a inquietar a Jimin, y era el leve pero constante sonido de las hélices de un helicóptero. Al rato después lo vio sobrevolar el auto en el cual se encontraba él, siguió avanzando hasta llegar a la primera fila de la formación de guerra y justo ahí se giró, quedando frente a frente con todos los vehículos.

-Un helicóptero Apache...- fue el débil susurro de Jojen.

-Si...Yoongi nos encontró- dijo Dywen al mismo tiempo que extraía otra radio de un compartimiento interno del auto. Precionó el botón de encendido y habló. -Preparen las armas, el enemigo se acerca- Jimin comenzó a sudar frío, sabía que desde ahora en adelante las cosas se pondrían sumamente feas, y realmente, él no sabía que hacer, porque estaba en medio de una guerra, pero estaba desarmado, en todos los sentidos.