A different way ⇝ George Weasley ✔

『 10 』

En cuanto entré a la sala común respiré profundamente y caminé lo más silenciosa que pude. No había ni un solo estudiante despierto aún lo que era un alivio pero el lugar se sentía más frío de lo normal y en la oscuridad, todo daba un poco de miedo. Nunca había visto la sala común de esa manera.

Caminé en silencio por la habitación y subí los escalones lentamente para llegar a los dormitorios de chicas. Encontré mi habitación y abrí con mucho cuidado de no hacer ningún ruido. Afortunadamente mis compañeras tenían el sueño pesado pero aún así caminé de puntillas para no despertarlas.

Rápidamente me quité el uniforme que ya estaba todo sucio y me coloqué una pijama que tenía a la mano. Entonces me acosté en la cama y me cubrí con las pesadas cobijas. Me sentí mucho mejor estando en mi propia cama.

En cuanto mi cabeza tocó la almohada quedé profundamente dormida, aunque para ser sinceros, mis sueños eran más bien pesadillas. Pesadillas donde Theodore era el protagonista. Pero en algún momento, esa oscuridad que rodeaba a Nott desapareció cuando un pelirrojo se colocó frente a él y me miraba con una radiante sonrisa. Ese sueño sí me gustaba.

Cuando abrí los ojos, me di cuenta que yo era la única en el dormitorio. Miré la hora, ya me había perdido dos clases pero no me importó mucho en ese momento. Aún estaba cansada y adolorida.

Pese a que había dormido bastante, me seguía sintiendo increíblemente cansada como si en realidad no hubiera dormido en toda la noche. Me paré de la cama y estire un poco mi cuerpo, en el proceso tronaron algunos de mis huesos de la espalda. Me sentí aliviada luego de eso, era justo lo que necesitaba.

Dejé salir un profundo suspiro antes de ir en busca de un uniforme limpio y entrar a tomar un baño. No podía seguir perdiéndome más clases o me metería en problemas.

Sin embargo, no recuerdo con claridad lo que hice luego de tomar ese agradable baño.

Mi mente regresó a la realidad cuando la profesora McGonagall me miró fijamente esperando a que contestara algo que ciertamente no había escuchado que preguntó. Todos me miraban esperando a que dijera algo y eso me hizo sentir realmente tonta.

Apenas recordaba haber entrado al aula. La miré nerviosa por un momento. Nunca había sido mala para los estudios y aunque no era sobresaliente, jamás me había pasado algo así.

—Debería poner más atención, señorita Goyle. ¿Alguien más puede contestar la pregunta? —dijo entonces la profesora mientras miraba a los demás estudiantes. Escuché que alguien habló pero de nuevo dejé de poner atención.

Fruncí el ceño bastante confundida, no sabía ni cuál era el tema que estábamos viendo. Miré a Pansy, que estaba a mi lado y me miró preocupada. 

—Estoy bien— murmuré sin mirarla.

—¿Segura?

Asentí. Me miró un momento más sin estar segura de confiar en mi palabra o no pero ya no dijo nada más. Yo miré fijamente mi libro y traté de hacer algunas anotaciones pero mi mente estaba totalmente perdida.

La clase transcurrió con normalidad y esta vez traté de poner un poco más de atención al tema y tomé un par de apuntes, aunque admito que apenas escribí dos palabras y la fecha del día, lo que no me ayudaría a estudiar en el futuro. Tal vez Blaise me pueda prestar sus anotaciones, Pansy no ya que no entiendo mucho de lo que escribe.

Cuando la clase terminó, me puse de pie y guardé con extrema lentitud todas mis cosas, Pansy no es muy paciente que digamos, por lo que estuvo dos minutos a mi lado y después mencionó que se adelantaría a la sala común. Igual no éramos las mejores amigas por lo que realmente no pasábamos mucho tiempo juntas. Siento que la mayoría de las personas que se me acercan se quedan porque sienten pena y lastima por mi.

No los culpo. Yo también me doy bastante lástima.

Al salir del aula, me encontré con Nott. Parecía increíblemente calmado y esperaba con paciencia mientras miraba sus zapatos. No parecía molesto, enfadado o alterado. Un doloroso nudo se alojó en mi estómago y unas fuertes náuseas me llegaron. Quise ignorar su presencia pero estaba justo frente a mi y los demás estudiantes ya se habían marchado dejando el pasillo vacío.

Antes de que pudiera salir corriendo, él levantó la mirada. No parecía molesto, dio un par de pasos hacia mi y fue por mero reflejo que yo retrocedí.

Avanzó con precaución.

—Lo siento, Iv... no debí haber hecho lo que hice. Es sólo que he estado estresado últimamente y bueno, lo siento.

Su palabras eran tan vacías. Siempre hacía lo mismo, luego de lastimarme, venía a pedir disculpas pero era evidente que no se arrepentía de nada. Actuaba como si él fuera la víctima de todo esto. ¿Pero qué más podía hacer? No podía alejarme de él como si nada, no cuando él tenía completo control sobre mi.

Apreté los dientes con tanta fuerza que comenzó a dolerme la cara. Al final sonreí un poco y negué.

—Quisiera estar sola ahora mismo— hablé en voz baja— quiero caminar un rato por mi cuenta.

Asintió y se acercó para besar mi mejilla. Se alejó a paso lento por el pasillo y limpié mis lágrimas antes de que salieran de mis ojos.

Lo odio. Lo odio. Lo odio.

Ahora se hace el arrepentido por sus acciones, pero en cuanto pase una semana, volverá a ser el mismo imbécil de siempre.

Dejé salir el aire que había aguantado y comencé a caminar para encontrarme con Longbottom.

En cuanto llegué a donde me había indicado, lo vi mirando con atención las ventanas. No pude evitar sonreír pues se veía muy adorable.

En cuanto sus ojos dieron con mi figura, sonrió emocionado y me saludó con la mano.

—Lo siento— hablé cuando llegué a su lado— ¿has esperado mucho?

Él negó.

—No realmente— comenzó a caminar— vamos. Ya debió llegar la mayoría.

Caminé a su lado mientras miraba con precaución a mi alrededor en caso de que alguna serpiente estuviera cerca. Más concretamente, cuidaba que no apareciera Cherline o ella iría a decirle a Nott sobre mi paradero.

Suspiré aliviada cuando entramos a La sala de los menesteres, o al menos así lo había dicho Neville y permanecí detrás de él mientras Potter hablaba. Había más personas de las que recordaba y me sentía fuera de lugar pero prefería estar allí que en cualquier otro lugar.