EPÍLOGO

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George

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El pecho me seguía doliendo aún después de algunos años. Cada semana sin faltaba iba a visitarla, lo haría diario pero no quiero descuidar la tienda y dejarle todo a Fred. Además, estar en la tienda me sirve de distracción aunque sea por algunas horas.

Mi hermano está junto a mi gracias a ella y eso lo hace aún más doloroso, claro que Fred aún se siente más que culpable pero sé que no es su culpa, sólo la de ese estúpido mortífago que intentó matarlo. Ivette le salvó la vida, pero tuvo que sacrificar la suya para lograrlo.

Hoy es sábado y hace un día espectacular, el cielo está casi despejado, sólo con algunas lindas nubes blancas adornándolo. El viento es fantástico, acaricia mis mejillas y mueve mi cabello con suavidad.

Camino a paso bastante lento y profundos suspiros salen de lo más profundo de mi pecho.

Al llegar a su lápida, la veo desde mi lugar. Las lágrimas se comienzan a acumular en mis ojos y trato con todas mis fuerzas de ahogar mis sollozos, pero no tengo mucho éxito. Mi mente se abruma demasiado rápido.

Por alguna razón, en ese momento recuerdo la noche en que le pedí matrimonio y lo hermosa que se veía tan preocupada cuando le pedí que habláramos en privado. Sin embargo, aún recuerdo sus intensos ojos azul cielo brillando cuando se lo pregunté. Estaba tan emocionado y nervioso, pero sabía que era la decisión más firme que había tenido nunca, estaba tan seguro de que quería pasar el resto de mi vida junto a ella.

Caigo de rodillas produciendo un sonido sordo y el ramo de flores cae al suelo cuando cubro mi rostro con ambas manos mientras el llanto regresa a mi de nuevo con gran intensidad.

El pecho me arde y sólo puedo seguir llorando.

Trato de recuperar el aire pero cada vez que pienso que estoy mejor sólo me vuelvo a derrumbar al pensar en ella.

No estoy muy seguro de cuánto tiempo pasó cuando miro fijamente su nombre tallado en la piedra aún de rodillas. Dejo salir un profundo suspiro y no me molesto en limpiar las lágrimas esparcidas por mi rostro.

—Lamento ser un desastre— murmuro con una pequeña sonrisa— Ivy... te extraño tanto. Ya puedo dormir más de una hora, aunque no sé si descanso por completo, sospecho que Fred me droga o algo parecido para que duerma— dejo salir una corta risa y me acomodo en el pasto— el idiota se casó con Angelina y están esperando un bebé... dijo que le pondrían Ivette, la verdad es que me emocioné y lloré cuando me lo dijo... él aún se siente culpable pero agradece cada día. ¿Recuerdas a la hija de Bill?, la que te conté hace unos meses, es una niña hermosa porque no se parece a él— me quedé en silencio un momento— Me hubiera gustado... formar una familia contigo, ¿sabes? Me habría encantado tener una preciosa niña con tus hermosos ojos azules... aunque un niño tampoco era mala idea si era nuestro.

Las lágrimas se volvieron a acumular, sentí el familiar nudo en la garganta y sorbí ruidosamente la nariz.

Mis dedos comenzaron a recorrer con suavidad y lentamente el nombre de Ivette.

—Merecías algo mejor— mi voz se cortó en ese momento— luego de todo lo que tuviste que vivir... merecías algo mejor que esto, no tenías que morir Ivette, no así. Teníamos que envejecer juntos, viendo a nuestros nietos o bisnietos... pero juntos. Nunca podré agradecerte lo suficiente por haber salvado a mi hermano mellizo.

Tuve que quedarme en silencio un momento para recuperar el aire y tranquilizarme. Las lágrimas me nublaron la vista y sentí que el aire no era suficiente, comenzaba a ahogarme.

—Prometí que seguiría adelante... si no pude cumplir mi promesa de protegerte... al menos quiero cumplir esta ultima promesa que te hice. Perdón, Ivette, perdón, perdón por no haberte protegido.

Miré al cielo, ya estaba oscureciendo y recién me daba cuenta de ello. No quería irme, pero debía ser fuerte, regresaría la siguiente semana y le contaría nuevas cosas.

Miré el anillo de mi dedo anular, lo acaricié un poco y sonreí.

Acomodé el ramo de flores y lentamente me puse de pie. Metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

—Te amo, Ivy— sonreí un poco— siempre lo haré, mi chica linda.

Una vez más, reuní todo mi valor para dar media vuelta y alejarme sin mirar atrás.

Ivette siempre estará en mi corazón, sin importar nada. Ella siguió un camino diferente por mi, demostró que no todas las personas siguen ideales extremos y por eso siempre la amaré.

Siempre, hasta que muera.

Fin





Fin

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A different way ⇝ George Weasley ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora