『 14 』

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Me encontraba en el gran comedor tomando mi desayuno

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Me encontraba en el gran comedor tomando mi desayuno. Había salido antes que cualquiera de mis compañeros de casa ya que prefería tener un momento de paz y tranquilidad. Además, siempre había preferido los lugares silenciosos y a esta hora apenas habían algunas personas.

Había terminado de beber mi jugo cuando un avión de papel aterrizó justo frente a mi. Lo mire con el ceño fruncido y miré a mi alrededor pero los pocos estudiantes que habían parecían estar en sus propios asuntos y además no reconocía a nadie.

Tomé el avión y lo abrí. Sonreí sin poder evitarlo al percatarme de que venía por parte de George. Era una nota corta y bastante concisa pero me causó un poco de gracia.

"Tengamos una cita. Hoy al finalizar las clases te veo junto a la cabaña de Hagrid. GW"

Sonreí aún más si es que era posible. No recordaba la última vez que hubiera sonreído auténticamente y se sentía bien. Me gustaba esa sensación de calidez y emoción que invadía cada una de las células de mi cuerpo.

Me hubiera encantado guardar la nota pero no podía arriesgarme a que Nott la descubriera. Ni él ni nadie de mi casa. Entonces la leí algunas veces más antes de destruirla.

No mucho tiempo después el comedor se llenó pero yo ya iba de salida tratando de ocultar mi gran sonrisa. No podía describir la gran felicidad que me invadía.

Y no podía entender por qué me emocionaba tanto ver a George. No es como si nunca me lo encontrara en los pasillos y aunque esta vez era diferente, no había realmente una razón para sentirme de esta manera. ¿O si?

Las clases fueron igual que siempre pero esta vez sentí que duraron una eternidad y no veía fin al día.

Pero en cuanto estuve en la sala común luego de terminar con mi última clase, una gran oleada de nervios me golpeó de pronto. ¿Qué debería usar? ¿Exactamente qué haríamos?

Opté por lo más cómodo. Unos jeans y una playera bonita junto con una sudadera por si hacía frío. Además de uno tenis ya que estaríamos caminando por tierra.

Entonces salí de la habitación en silencio asegurándome que nadie me viera. Para mi buena suerte estaba todo bastante solitario y logré salir sin que nadie notara mi presencia. Aún así, apresuré mi paso para evitar encontrarme con alguien.

Antes de bajar a la cabaña de Hagrid, pude visualizar a George que estaba recargado contra la pared. Mordí con fuerza mi labio para evitar la sonrisa que amenazaba con extenderse por todo mi rostro.

Respire profundamente y me dirigí hacia él. George notó casi de inmediato mi presencia y una gran sonrisa se extendió por su rostro.

—Lamento llegar tarde —murmuré pero él negó de inmediato.

—No, está bien. No llevo mucho tiempo.

Sonreí con cierta timidez. Ya podía sentir mis mejillas ardiendo.

—Bueno... ¿qué haremos?

Sonrió aún más si es que eso era posible pero en lugar de contestarme, tomó mi mano y me vio caminar a su lado.

—Tenemos que caminar algunos minutos.

Nos adentramos en el bosque prohibido, George parecía conocer muy bien el lugar, por mi parte tenía un poco de miedo ya que nunca antes había estado allí y mucho menos tan tarde.

Llevamos una conversación corta pero agradable sobre lo que habíamos hecho durante el día. Pero no pude evitar notar que cada vez se estaba oscureciendo más.

El bosque era bastante aterrador, sin embargo, con George tomando mi mano me sentía muy segura. Además se notaba que sabía perfectamente lo que estaba haciendo.

Caminamos por al menos quince minutos y de pronto vi unas luces no muy lejos, fue justo a dónde nos dirigimos. George volteó a mirarme con una gran sonrisa.

—Es aquí —dijo con suavidad pero apretando un poco mi mano.

No dije nada, simplemente seguí caminando. Y cuando por fin llegamos, vi con gran emoción la pequeña escena.

En el suelo había una gran manta y muchas almohadas que lucían bastante cómodas, además un par de mantas más pequeñas y que parecían muy afelpadas. Pero lo que hacía que todo se viera precioso, era que por los árboles había pequeñas luces cálidas que parecían ser luciérnagas pero iluminaban toda la zona.

Miré a George quien me había estado observando, esperando alguna respuesta o reacción.

—También traje bocadillos —dijo con emoción.

—Es muy bonito, George.

—Me alegra que te guste —nos acercamos a la manta para tomar asiento— y no te preocupes, aquí es muy tranquilo. Fred y yo nos aseguramos de eso desde hace algún tiempo.

Sonreí con emoción y me recosté en la manta y sobre algunas almohadas para mirar hacia las copas de los árboles. Las luces eran bellísimas y daban un ambiente más agradable.

Aún podía sentir la mirada de George sobre mi y eso me hacía sentir nerviosa pero estaba verdaderamente emocionada.

Pronto también se recostó a mi lado y ambos miramos hacia arriba en silencio. El pelirrojo tomó mi mano y yo no hice nada por evitarlo. Nos mantuvimos en silencio disfrutando del pequeño momento. Me era imposible describir lo cómoda y segura que me sentía en ese momento. Además de feliz y emocionada.

Fue algunos minutos más tarde que George se sentó y comenzó a sacar diversos alimentos. También me senté mientras miraba con curiosidad.

—Creí que sólo serían bocadillos.

El pelirrojo liberó una gran risa.

—Bueno... asalté la cocina y tomé todo lo que pude.

También reí pero no dije nada más mientras tomaba una manzana. Era como un picnic, pero nocturno. Y me encantaba. Mucho más de lo que quisiera admitir.

Terminas con los bocadillos y volvimos a recostarnos pero esta vez George me dio una manta pues comenzaba a bajar la temperatura.

No me quería ir. Quería quedarme allí para siempre pero incluso yo sabía que ese era un sueño imposible. Sin embargo, quería aprovecharlo al máximo.

Nunca antes había tenido una cita pero esa fue la mejor cita de todo el universo. Y sin duda alguna, la repetiría una y mil veces más.

En algún momento ambos nos quedamos dormidos uno junto al otro. Recuerdo haber abrazado a George mientras dormía y su aliento golpeando mi frente.

No puedo describir lo agradable que se sentía. Agradable, cálido y seguro.

Sólo puedo decir que no nos metimos en problemas después de eso. Nadie había notado nuestra ausencia y por supuesto que quería que todo aquello volviera a pasar muy pronto.







 Nadie había notado nuestra ausencia y por supuesto que quería que todo aquello volviera a pasar muy pronto

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A different way ⇝ George Weasley ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora