『 03 』

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Es realmente horrible tener que vivir con un constante miedo

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Es realmente horrible tener que vivir con un constante miedo. Sabiendo que debes cuidar tus palabras y el cómo te debes comportar frente a los demás. Saber que la frase equivocada te traerá terribles problemas o un movimiento en falso y serás reprendido.

No se cuándo empezó ese temor, tal vez siempre estuvo allí pero lo odio. Odio vivir a diario con miedo a no saber lo que pasará si hago algo que no le parece bien.

Al principio, Nott no tenía ningún tipo de interés por mi y eso estaba bien pues no se metía en mis asuntos y en realidad no le interesaba nada de lo que hiciera o no. No le molestaba si hablaba con alguien o salía a algún lugar. Pensé que sería así hasta que saliéramos pero estaba muy equivocada.

En algún momento comenzamos a ser un poco más cercanos. A veces hablábamos o él se acercaba a mi y permanecíamos en la misma habitación en silencio. A veces durante las comidas se sentaba a mi lado sin decir nada y de un momento a otro comenzó a ser un controlador. No estoy segura de cuándo o cómo pasó y tampoco estoy segura de cómo le permití romper mi pequeña burbuja pero pasó.

Ahora me exige saber todo lo que hago y con quién hablo. A dónde voy o con quien. No le gusta la ropa que uso o cómo me peino. En una ocasión usé brillo de labios y fue la primera vez que su ira explotó. No fue para nada agradable.

Es exhaustivo, sobretodo porque no tengo a nadie a quién contárselo. Estar sola es el peor sentimiento que una persona puede tener. Sé qué hay muchas personas que me rodean pero eso no evita que sienta soledad.

Me miré en el espejo y acomode mi corbata. Una vez lista y con mi mochila al hombro salí del dormitorio para dirigirme a tomar mi desayuno.

Había aprendido a disfrutar aquellos momentos con la única compañía de mis pensamientos. Mis compañeros y "amigos" son unos completos idiotas y estoy segura de que mi hermano carece de cerebro. Me sorprende que siga vivo. Así que al final llegué a la conclusión de que es mejor estar sola. Al menos siempre que sea posible.

Llegué al comedor, donde habían sólo unos cuantos chicos de mi casa y escogí un lugar que estuviera libre. Igual no tenía mucha hambre, así que me tomé mi tiempo para comer la avena de mi plato. Sin embargo, vi entrar a Theodore y sentí mucho frío de repente. Traté de evitar cualquier tipo de contacto visual. En silencio se sentó junto a mi y comenzó a comer.

Yo había terminado, por lo que me puse de pie y antes de que pudiera salir corriendo, el pelinegro me tomó del antebrazo y me miró fijamente.

—Cuando termine iremos juntos a clase —dijo en voz baja pero firme.

Volví a sentarme y suspiré cansada. Entonces decidí tomar otro jugo para pasar el rato.

—No deberías comer tanto —habló de nuevo— vas a engordar y serás fea —he perdido la cuenta de cuántas veces me ha dicho lo mismo. Lamentablemente es una frase que ha quedado profundamente grabada en mi cerebro.

Él no me miraba y yo sólo lo miré de reojo dejando a un lado el vaso que había tomado. Ahora sentía náuseas y sólo quería irme pero debía esperar a que Nott terminara.

Me daba miedo Theodore y por ello prefería simplemente obedecerlo y no hablar. Me metería en problemas si dijera algo. Antes de conocerlo como ahora, le había contestado sobre algo que no me gustó que me dijera. Él simplemente me dió una fuerte bofetada y me recordó que no debía reprocharle nada.

No fue la primera vez y cada vez que me golpeaba, lo hacía de manera que nadie pudiera notar las marcas, de todas formas no es como si a cualquier otra persona le importara.

Pero me aterraba que volviera a suceder. Así que prefería simplemente quedarme en silencio y estar de acuerdo en todo lo que me dijera incluso si quiera gritarle y decirle que estaba demente. A sus ojos, yo era la demente.

Media hora más tarde caminábamos rumbo a nuestra primera clase, Nott me tomaba de la mano y sonreía triunfante. Como si estuviera mostrando alguna clase de trofeo. Aunque no hay nada de qué enorgullecerse conmigo, tampoco es como si fuera la chica más bonita o popular del colegio. En realidad dudo que más de cinco personas sepan mi nombre.

Detestaba sentir miedo y detestaba aún más la sensación de su mano sobre la mía. Su mano siempre era fría y áspera. En pocas palabras, desagradable. Nuca me he sentido cómoda a su lado.

Para mi gran fortuna, Nott odiaba la herbología y no había tomado la clase. A diferencia de él, yo amo las plantas y el invernadero era mi lugar especial. Algo así como mi lugar seguro.

Mi lugar de escape, donde me sentía libre y sin miedo, donde nadie me controlaba y podía ser yo misma. Lo mejor de todo era que aquella era mi última clase del día y siempre podía poner la excusa de que la profesora me pidió quedarme después de clase para terminar con el trabajo. Nott en realidad nunca duda a de eso, había aprendido a persuadirlo sin hacer que se molestara en el proceso. No siempre funcionaba pero sí la mayoría de las veces.

Además, la profesora Sprout es genial igual que sus clases. Siempre tiene algo peculiar que mostrarnos. Lo que que me ayuda a seguir con mi pequeño libro personal de herbología.

Definitivamente, no todo en mi vida es una pesadilla. Había pequeñas cosas buenas y aunque no eran muchas, realmente funcionaba cuando sentía que mi vida no tenía más sentido.




 Había pequeñas cosas buenas y aunque no eran muchas, realmente funcionaba cuando sentía que mi vida no tenía más sentido

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A different way ⇝ George Weasley ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora