Diez días después...
Trunks se encontraba reparando por segunda vez la puerta del baño, la primera vez fue cuando Koron la arrancó fácilmente y la segunda fue cuando él abrió la puerta, que aún estaba algo delicada, con demasiada fuerza y de nuevo salió desprendida como un trozo de cartulina adherida a otra sólo con plastilina. Esa pobre puerta tenía la peor suerte de todos.
–¿Quiere que lo ayude en algo Trunks?– Dendé se ofreció que había desviado su atención de un libro abierto que tenía en sus manos.
–No es necesario que lo hagas– mencionó entre dientes ya que estaba sosteniendo algunos tornillos con la boca –Además enseguida voy a terminar de repararlo.
–Está bien señor– asintió y continuó con su lectura, una que a Trunks ya le estaba dando curiosidad.
El muchacho suspiró y continuó con su trabajo, percibió un aire raro cerca de él y desvió su mirada unos momentos hacia Koron quien... ¿Estaba dando puñetazos al aire? ¿Eso es lo que hacía para no aburrirse? Pues allí estaba frente a sus ojos una pequeña entrenando con una rutina de golpes y patadas por el aire.
Qué rara...
Abandonó sus pensamientos y sus herramientas para dirigirse hacia algunos controles en la pantalla de la nave, debía asegurar todo antes de aterrizar para no causar ningún problema, lo último que deseaba era que ocurriera otro absurdo accidente. Tomó asiento y empezó a revisar detalladamente los comandos, aunque pareciera un martillazo en la cabeza para una persona común para él era como una simple rutina mañanera.
–¿Qué haces?– interrumpió una pequeña vocecilla detrás de él.
Trunks dio vuelta paralizado mientras todos los vellos de su cuerpo se erizaban. ¿Qué manera tan repentina de aparecer era esa? No quería sufrir aquello todos los días, pero lastimosamente sus deseos no podían cumplirse.
–Estoy haciendo algunos controles de seguridad, para que no haya problemas al aterrizar–respondió cuando sus palpitaciones se tranquilizaron, volvió al tablero y retomó al trabajo.
–Las naves de mi planeta son automáticas, en mi planeta la tecnología es muy avanzada– explicó observando con detalle –De donde yo vengo aunque todo era muy tecnológico y bullicioso aún era muy armonioso, pero...
Dejó las palabras en el aire. Trunks sintió sobre su hombro el suspiro pesado que ella liberó, se preguntaba qué habría pasado en aquel lugar, si fue un ataque o sólo era algo nostálgico que extrañaba profundamente. Aunque también podía ser ambas cosas, por supuesto, justo como a él le había pasado.
–¿Koron?– preguntó el namekiano, que anteriormente estaba leyendo un libro – En estos días no nos habías dicho quien eres ¿Por qué no quieres decírnoslo?– dijo algo preocupado. Koron abandonó a Trunks y, por suerte, aquella aura afligida que la atrapaba.
–Trunks me dijo que tenía una madre– observó de reojo al mencionado, éste sólo la ignoró –Yo quiero que todos estén reunidos para explicarlo todo y con detalles.
–Pero casi todo el tiempo entrenas ¿Acaso eres una guerrera?– preguntó algo asustado. Trunks se encogió mientras Koron daba vueltas alrededor del otro muchacho.
–Pues claro que sí lo soy– enunció orgullosa –Lo que pasa es que soy una saiyajin defensora.
–¿Sa-saiyajin...?– tartamudeó el chico –¿Cómo Trunks?
El híbrido se congeló al recibir una exclamación exagerada por parte de la pequeña, además la voz chillona de ésta no era nada agradable. En unos segundos sintió que ella ya estaba de nuevo a sus espaldas y, juraba, que tenía mil preguntas que debía arrojarle a la vez.
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¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-
FanfictionLos caminos siempre se cruzan, las personas conocen a otras que pueden terminar siendo o no parte de sus vidas. Aunque hay algunos que huyen de ello, huyen de la realidad, lo hacen cuando alguien logra tocarles el corazón y los lleva a un mundo dife...