Ha pasado una semana completa, una semana de duro entrenamiento para ambos saiyajines. Entrenaban todo el día, solo salían para comer, asearse y dormir, para nada más. A excepción de este día, un día muy especial, el cumpleaños de Trunks.
Es temprano, como las 7 de la mañana, Koron dormía plácidamente en su cómoda cama, nada en el mundo podía despertarla ese día, nadie, excepto...
-¡Koron!- se escuchó un grito femenino entrando por la puerta. La saiyajin pegó un susto rodando por la cama y cayendo al suelo enredada por sus sábanas.
-¿¡Qué te pa...!?- la pequeña fue interrumpida por unas suaves manos cubriendo su boca.
-Shh...- susurró y luego sonrió meneando sus ondulados cabellos -No grites- la soltó para luego levantarla del suelo.
-Pero tú fuiste la que entró gritando, Mamoru- bufó cruzándose los brazos.
-Lo siento- dijo sonriente moviendo sus manos de arriba a abajo -Ahora preparate que nos vamos a mi casa.
-¿Para?- preguntó observándola confundida.
-Hoy es el cumpleaños de Trunks, le haremos una fiesta sorpresa en Kame-House- sonrió tiernamente para luego sacar un pequeño cuadernillo de su bolso, lo abrió y comenzó a pasar las hojas hasta detenerse en una que estaba llena de palabras y dibujos -Bien, Trunks salió con Bulma a hacer algunas compras para la casa, mientras Mirai, Oliver, tú y yo estaremos en mi casa para preparar los bocadillos, regalos, y lo más importante: el pastel- señaló un pequeño dibujo de un pastel en su cuadernillo.
-Bien... ¿Y qué hará Trunks en todo el día? Digo, obviamente se va a dar cuenta de que no estoy en casa.
-No hay problema- propuso dando una vuelta más a las hojas del pequeño cuaderno -Tú supuestamente estarás entrenando en la cámara de gravedad.
Eso sonó terrible, que tu amigo cercano se pase todo el día ocupado el día de tu cumpleaños, y especialmente vive en tu casa, ¿cómo eso es posible?. Koron se sentía mal, no quería ni imaginarse lo que Trunks pensaría en ella por no estar por casi todo el día de su cumpleaños.
-¿Qué pasa?- preguntó la pelirroja observando con una expresión triste a la saiyajin -Te ves muy pensativa.
-No, no es nada- sonrió falsamente -Bueno, iré a prepararme.
-Está bien, pero apresúrate- le guiñó un ojo para luego salir de la habitación.
Cruzaron la calle para luego llegar a la florería, Koron logró ver el cartel de "cerrado" por la puerta lleno de un diseño de flores combinando con todo el lugar.
-Que tienda más bonita, todo es muy colorido- se hizo a un lado colocando sus manos en los bolsillos de su sudadera gris. Hacía frío, ella no soportaba el frío.
-Ya verás como es adentro- tomó un manojo de llaves y utilizó una muy colorida para abrir la puerta de cristal de dicha tienda.
Mamoru tenía razón, la tienda era una bella joya gloriosa, lleno de mecetas con plantas extrañas, un pequeño sector con árboles bonsái, y lo mejor, varios cántaros y cestas con bonitos diseños y en ellas distintas variedades de flores de todos los colores que te puedas imaginar.
-Vamos hacia la cocina- susurró la pelirroja tomando del brazo a la pequeña para luego estirarla y llevarla junto a ella.
9:24 am (Casa de Mamoru y Mirai)
-¡Hola hola!- Mirai había llegado con una bolsa llena de varias cosas: paquetes de arroz, carnes como pescado, vaca y pollo, varios vegetales y unas cuantas cosas más la cual Koron no las logró identificar.
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¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-
FanfictionLos caminos siempre se cruzan, las personas conocen a otras que pueden terminar siendo o no parte de sus vidas. Aunque hay algunos que huyen de ello, huyen de la realidad, lo hacen cuando alguien logra tocarles el corazón y los lleva a un mundo dife...