Capítulo 10: El entrenamiento va a comenzar.

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-"Un pie aquí, un pie allá, es un pasito para ti y para mi"- las voces de los cuatro amigos sonaban en la nave -"Lala lalalala"- reían y aplaudían mientras el joven de cabellos alborotados bailaba al ritmo de la infantil canción.

-Bueno...- suspiró el saiyajin -Debo pilotear la nave, si el piloto-automático esta encendido por mucho tiempo podríamos perdernos de la ruta de vuelo- explicó mientras deba la vuelta su asiento para volver al tablero de control.

-Tienes razón- repuso el joven humano- es mejor prevenir los problemas.

-Me muero de hambre- los crujidos de su estómago resonaban por toda la nave -Mi pequeño cuerpo no sobrevivirá sin comida- agregó recostándose en el suelo.

-No seas exagerada Koron- el saiyajin habló sin voltearse.

-Traje algunos sándwiches- anunció la pelirroja revisando su mochila y sacando algunos paquetes- Ten, Koron- se acercó hacia la pequeña y se las entregó.

-Muchas gracias Mamoru- las recogió y de una devoró un pedazo de sándwich -Por poco muero de hambre- hablaba mientras masticaba.

-Esta nave es muy lenta- se quejaba el muchacho de piel canela- tardaremos horas en llegar- se cruzó de brazos.

-Entonces saldremos de la nave y nos iremos volando- expresó sarcásticamente el saiyajin.

-¡Es una increíble idea!- exclamó la pequeña, levitó hasta el techo de la cabina y abrió la compuerta superior sacando su cabeza afuera para poder salir.

-¡Koron!- gritó Trunks- ¡No hagas eso!- presionó de golpe el freno de mano haciendo que la nave pare en ese preciso momento, la inercia actuó en Koron, al momento de frenar su cara fue hacia adelante haciendo que su boca choque por el borde de la compuerta haciéndola caer de nuevo dentro de la cabina.

Trunks se dio la vuelta y observó a la saiyajin sentada en el suelo frotándose la boca del dolor -Maldito- murmuró ella.

-Lo... Lo siento- tartamudeó sorprendido. Suspiró y se acercó -No debías hacer eso, me diste un gran susto- la regañó mientras buscaba algo del botiquín.

-No seas tan rudo con ella, Trunks- respondió Mamoru mientras atendía a la pequeña saiyajin -Ya sabes que es muy curiosa.

-Y no olvides que el entrenamiento la emociona- agregó Oliver cruzado de brazos y recostado por uno de los asientos.

-De acuerdo- se asomó hacia Koron con una pomada -No te preocupes Mamoru, yo la atenderé, ve junto a Oliver- ella asintió y obedeció.

-Si esa cosa pica te asesinaré en este momento- hizo una mueca de dolor mientras aún seguía acariciándose la zona herida.

-No seas llorona- tomó la mano de la pequeña y la alejó de su rostro, colocó la pomada en la herida con extremo cuidado -No te preocupes, sólo es algo frío.

-Tampoco soy tan débil- contestó enfadada pero tenía una leve sonrisa en su rostro que ella intentaba ocultar.

-¡Llegamos al fin!- expresó el terrícola bajándose de la nave de un salto.

-¡Adoro las montañas!- dijo la joven pelirroja mientras bajaba elegantemente junto a Oliver - En estas zonas hay distintas clases de plantas medicinales.

-Estas fueron las 3 horas de viaje mas largas de mi vida- se quejaba el saiyajin- ¡Koron! Apurate y sal a ver el paisaje- bajó de un salto y se dirigió a sus amigos.

-¡Ya voy! - respondía adentro de la nave.

Al salir afuera quedó con el rostro sorprendido mientras la suave brisa golpeaba su tierno rostro y desordenaba los cabellos que caían en su frente. Un hermoso paisaje se presentaba frente a sus ojos, las montañas que estaban a pocos pasos de ellos, una cristalina cascada que al final yacía un hermoso arroyo con variedad de peces y un gran bosque al cruzar las aguas. Un gran espacio abierto con varias piedras enormes perfectos para un digno entrenamiento.

-Es perfecto- murmuró acercándose hacia sus amigos quedando atónita por la atracción visual.

-Bien- interrumpió el joven humano -¿Quiénes entrenaran primero?- añadió mientras calentaba los músculos de sus brazos.

-Decide con quién entrenarás Koron, además tú eres la que debe entrenar para vencer a Redice- explicó el de cabellos lavanda observando competitivamente a la saiyajin.

La pequeña quedó pensativa unos segundos observando el cielo, luego bajó la mirada hacia ellos y con una sonrisa reveló su respuesta -Quiero entrenar con Oliver todo el día.

Este asintió y se dirigió al lado de Koron, cuando estaban uno al lado del otro él le susurró -Gracias Koron- chocó su puño con el de ella. Luego sonrieron dulcemente el uno al otro formando una dulce escena.

El saiyajin volvió a sentir ese extraño dolor en su pecho y pensó: ¿Qué rayos me está pasando...?

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora