Capítulo 29: Similitudes extrañas.

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Era una mañana tranquila luego de casi una semana después de la visita inesperada de Goten. Éste se había quedado más días en la mansión para poder relacionarse mejor con Trunks y mejorar su amistad.

Ahora él estaba saliendo de una fresca ducha, cuando se había vestido completamente, excepto del torso para arriba, algo salió detrás de la cortina. Era Koron quien mantenía una mirada de rabia mientras se encaminaba hacia el chico.

–Ko... Koron ¿Qué haces aquí?– preguntó el joven algo asustado mientras retrocedía al paso que ella avanzaba amenazante.

–No me mientas– mencionó mientras que con dos dedos de su mano derecha formaba una cuchilla de energía –¿Eres un espía o algo así? ¿Quieres robar mi imagen para gobernar Tashoku?

–No, claro que no– comenzó a retroceder levantando las palmas de sus manos a la altura de su pecho para defenderse.

–Eres muy raro, apareces de repente y tienes mis mismas apariencias– ella continuó avanzando sin despegar su mirada de furia a los ojos inocentes del chico.

–No se que estás diciendo, yo no te conozco, no se nada de ti– respondió asustado hasta que tropezó y cayó de espaldas en el suelo.

–Entonces ¿¡Por qué te pareces mucho a mí!?– se subió encima de él apuntando la navaja al cuello de éste.

–¡No tengo idea!– intentó sacarse de encima a la saiyajin pero ésta resultaba ser más fuerte que él.

–¡Di la verdad!– continuó desconfiando totalmente del joven.

–¡Estoy diciendo la verdad...!

–Hey Koron, sentí que tu ki se elevó y quería saber que estaba... sucediendo...– de repente Trunks entró al cuarto pero se detuvo al cruzar el umbral y observar a ambos saiyajines en tan vergonzosa posición.

–Trunks...– murmuró Koron sorprendida, desvaneció su navaja de inmediato e intentó decir algo pero fue rápidamente interrumpida.

–Podemos explicarlo– Goten se levantó de inmediato dejando caer a Koron al suelo.

Trunks, con una expresión neutra, retrocedió cerrando la puerta lentamente terminándolo con un portazo. Se marchó sin decir completamente nada, dejando solos de nuevo a ambos saiyajines. Aunque mentalmente estaría asesinando a palos al pelinegro.

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–Koron, podrías dejar de romper tablas de madera por tu cabeza– mencionó Bulma por quinta vez mientras reparaba la cerca de sus jardines.

–Es que Trunks me odia ahora– murmuró mientras destrozaba otro trozo de madera por su frente.

–¡Podrías dejar de hacer eso!– le arrebató la siguiente viga que tenía en sus manos y alejó las demás de su alcance –Si tienes un problema con Trunks soluciónalo con Trunks, no vengas a romper mis herramientas.

–Pero él no quiere hablar conmigo– dijo encaprichándose y sentándose de golpe en el suelo.

–Entonces lo llamaré y lo obligaré a que vengan a discutir... conmigo– mencionó esto último como una amenaza haciendo entender a Koron que es mejor que no sería buena idea entrometerla.

–Está bien...– se levantó con pereza soltando un regaño –Iré a hablar con tu hijo...– mencionó rodando los ojos mientras se dirigía hacia el salón.

–Esa es una buena chica...

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–Trunks... ¿podrías escucharme?– suplicó una vez más el híbrido haciendo gestos de ruego al otro saiyajin –No puedes pasarte odiándome toda la vida.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora