Capítulo 7: Amistad en paz.*

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Otoño... Finalmente aquella época había llegado después de una increíble ola de calor. Muchos pensaban que el ambiente fresco ya nunca volvería a llegar debido al colapso climático causado por la liberación de toxicidades luego de la guerra contra los androides. Pero, gracias a las restauraciones forestales, el medio ambiente no se vio tan afectado y poco a poco el planeta fue volviendo a la normalidad.

Madre e hijo se habían levantado temprano como siempre, debían hacerlo para poder continuar el progreso de la corporación y demás. En cambio, Koron seguía roncando en su habitación, envuelta en sábanas al igual que un taco de frijoles, disfrutando su libertad como si no lo hubiera hecho por miles de años. De hecho, en toda su vida nunca había gozado tanta paz, era como vivir en un lejano paraíso; pues, para ella el significado de descansar era sumergirse en un oasis místico.

Y vaya que lo necesitaba.

Pronto, como un escurridizo ratón, alguien cruzó la puerta para disolver el efecto mágico que hechizaba a esta saiyajin.

–Koron...–murmuró el chico al llegar junto a ella. Por Kaio, en el tranquilo rostro de la mujer se notaba impreso el significado de armonía –Koron, ya son casi las once de la mañana, debes despertar.

En medio de intentos fallidos finalmente Trunks optó por separar las cortinas para dejar pasar la luz del sol. Tanto brillo impactó directo en el rostro de aquella bella durmiente haciendo realizara un gesto incómodo y volviera a girarse hasta quedar boca abajo.

-Cinco minutos más...

-Vamos- exigió una vez más pero aún así no hubo ningún resultado. Se obligó a pensar con detalle, debería existir alguna manera para poder persuadir a esa mujer de una vez por todas, el capricho era enorme en ella y hacerla despertar temprano era como intentar conseguir una hamburguesa en un bosque.

Sí, fantasioso. ¡Exacto! Sólo existía una cosa que podía captar por completo los instintos de un saiyajin.

-Bien- canturreó manteniendo la mira detalladamente a ese ser oculto entre las sábanas -Si no te despiertas entonces no podremos guardarte el desayuno -o almuerzo, teniendo en cuenta que ya estaban llegando al mediodía.

Las mantas se levantaron al aire expandiéndose hasta llegar al suelo, unos brazos se estiraron verticalmente dando los buenos días, el rostro de la muchacha indicaba claramente la molestia aferrada al cansancio a través de esos ojos hinchados. Además de un ok, el rugido de su estómago obtuvo lugar como respuesta. Suficiente para el morado.

Prefirió dejarla sola, para que se asee sin presiones, se notaba a leguas que era una dama que necesitaba su propio espacio, y él debía ser el primero de todos en darlo.

Volvió al laboratorio junto con su vieja madre, quien seguía plasmada en las reparaciones de las infinidades de maquinarias que componía la corporación, y él, dejándose jugar por la suerte, tomó sus cosas para poder iniciar con el proyecto de la cámara de gravedad.

–Trunks...– su madre rompió el silencio al verlo llegar –La pequeña...

-¿Koron?

-Sí- afirmó volviendo a su trabajo -¿Ya despertó?

-Con una buena ducha lo hará completamente.

–Bien...– se quitó los guantes luego de resaltar con alegría aquella palabra –Iré a prepararle un buen desayuno– dejó su asiento y, antes de salir del lugar, devolvió la mirada al chico –¿O lo harás tú?

–No lo sé– se encogió de hombros, apuntó ligeramente sus planos con un ademán –¿Qué es mejor?

Bulma dudó unos segundos ante la pregunta del muchacho. Trunks suspiró, sabía que había algo que la impediría ir a la primera.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora