Capítulo 45: ¿Un deseo es suficiente para ser feliz?

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Ella finalmente se fue...

Estaba atónito en su cuarto, recostado sobre su ancha y cómoda cama mientras procesaba lo que había sucedido hacía ya varios días, eso era lo que hacía todo el día. Sí, Koron se había ido, ella misma lo había elegido... Ahora sólo quedaba superar todo aquello.

Y esa es la parte más difícil.

–¿Trunks, cariño?– lo llamó su madre al abrir la puerta, la luz que entraba por la pequeña abertura era lo único que iluminaba el tétrico lugar de depresión –Te traje tu desayuno...

–Déjalo en la mesa– fue su seca respuesta antes de darse vuelta y darle la espalda a su madre. Bulma observó la dicha mesa presenciando la bandeja, aún llena, que le había dejado en la noche.

–Trunks, si sigues así no sacarás ningún provecho ¡Estás perdiendo el juicio!– asignó su madre sentándose al lado suyo con la comida aún en sus manos –Por favor ¿Por lo menos puedes desayunar?

–Agh... lo haré sólo por ti...– mencionó mientras se sentaba al borde de la cama y comía una rebanada de pan tostado.

–Oliver, Goten y Mamoru están afuera– el híbrido casi se atragantó al oír eso –¿Por qué no te duchas y sales a pasear con ellos?

–Hoy no tengo ganas– ladeó la cabeza y lanzó un corto bostezo llevándose otra rebanada a la boca.

–Ellos están muy preocupados por ti, hijo– posó su mano por la pierna del joven como cuando éste era niño, él volteó a verla y notó que las lágrimas estaban amenazando con salirse –Sé que aún te afecta bastante que Koron se haya ido, yo sé que la amas pero no por eso debes quedarte así.

–Mamá...– la llamó preocupado, ella lo observó y se secó las lágrimas mientras se colocaba de pie inmediatamente.

–Iré abajo, avísame si necesitas algo...– dejó la fuente actual en la mesa y retiró la otra, y con eso se marchó de la habitación dejando de nuevo solo a su hijo.

Trunks se dejó caer de espaldas sobre el colchón, desvió su mirada a la pequeña pantalla que titilaba en señal de un nuevo mensaje, lo tomó y leyó con cuidado. El mensaje era de Oliver y explicaba que quería salir en un paseo con todos, él empezó a dudar pero finalmente, después de varios minutos pensándolo, decidió responderle.

"Espérenme, salgo en treinta minutos..."

Arrojó su celular sobre el colchón y se dispuso para ir al baño para darse una buena y fresca ducha. Después de estar casi una semana encerrado en su habitación necesitaba salir nuevamente, su cuerpo y alma lo dictaban aunque sus recuerdos no lo permitían. Necesitaba realmente liberarse de sus pensamientos y vivir en la dura realidad.

Diez meses después...

–¡A qué no me atrapas, aceitunado!– gritó el híbrido de pelo azabache pasando por encima de Oliver de un salto, detrás de él cruzaba Trunks utilizando la misma técnica que su amigo.

–¡Eso no es justo, ustedes son saiyajines!– mencionó empujando a ambos abriéndose paso entre ellos en esa ridícula carrera.

–¡Besarás luego mi trasero, Goten!– bromeó el de cabellos lavanda empujando al susodicho hacia el costado, luego llegó a la misma distancia de Oliver desafiándolo con la mirada.

–No me pasarás, niño– dijo acelerando el paso entre las rocosas montañas perdiéndose de vista de sus amigos.

Empezaron una carrera a ciegas por medio de las montañas y valles poco poblados, sólo podían sentir el ki de los otros mientras saltaban de un lugar a otro para ganar ventaja. Definitivamente se encontraron en un lugar árido dejando una pista abierta perfecta para la carrera a pie, los tres se observando conteniendo su rencor por ganar este juego de niños.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora