Capítulo 35: Llegada inesperada.

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Llegaron al templo siendo encabezado por ella quien poseía la mochila con las siete esferas. Antes que pudiera tocar el suelo del lugar logró localizar a Dendé, estaba hablando con alguien pero al parecer era telepáticamente, era algo que podían hacer los dioses.

Indicó a sus acompañantes que se podían marchar ya que ella sola podía encargarse a partir de este punto. Los tres asintieron y se salieron volando directamente de nuevo a casa.

-¡Kami-sama!- lo llamó mientras se encaminaba hacia él con paso rápido.

-Justo ahora llegó- se lo oyó susurrar cubriéndose la boca con las manos antes que pudiera dirigirle la palabra a Mirai -¿Lograste reunir todas?

-Realmente no hubo problema- aseguró arrojando al suelo la bolsa y de ésta salieron por impulso algunas esferas del dragón.

-¡Qué rápida eres!- exclamó al presenciar las siete esferas completas.

-No iba a lograrlo sin ayuda de mi hermana, de Oliver y de Goten- explicó agradeciendo mentalmente a sus amigos por ayudarla -Y bien ¿Estás allí Kaio?- habló al cielo observándolo por varias partes esperando una respuesta -¡Kaio!

-¡Soy Kaio-sama para ti, mocosa!­- se notaba claramente su tono molesto. Mirai sonrió al descubrir el porqué de la actitud de éste.

-Él está ahí contigo ¿verdad?

Un silencio inquieto perturbó el ambiente por unos segundos. Kaio-sama gruñó pero Mirai no sabía precisamente si se trataba de éste o el guerrero Nameku que se encontraba con él.

-Este hombre irónicamente me está sacando canas verdes- bromeó el Kaio riéndose solo perturbando la comunicación telepática -¿Entienden?

-¡Sí entendimos!- gritó la mujer perdiendo completamente la paciencia.

-Hey, no era para molestarse...- murmuró y luego empezó a quejarse como si estuviera peleando con alguien, y no era raro que así fuese. Su voz se calmó justo en el momento en que el sujeto que lo acompañaba comenzó a comunicarse con ellos.

-Niñata ¿me escuchas?- preguntó el guerrero con su distintiva voz áspera y gruñona. Mirai se molestó bastante por tal apodo pero ya no quería perder más tiempo en innecesarias discusiones.

-Claro como el agua que bebes, Piccoro.

-Como sea, la visión que tuviste mostraba claramente que alguien moriría ¿verdad?- preguntó solemnemente analizando mentalmente la actitud de ambos dioses y la mujer ante su comentario.

-Exacto- respondió casi sin demostrar ninguna mueca excepto por el leve fruncido entre sus cejas -Esa el la razón por la que buscamos las esferas del dragón, por si acaso.

-Además de eso, podemos evitar que cualquiera de ustedes muera si entrenan lo suficiente.

-Trunks y Koron están lo suficientemente preparados para este combate- indicó Dendé esta vez con una seguridad muy notoria ante sus palabras.

-Oliver y Goten no serán tan idiotas para enfrentarse a Redice, sé muy bien que no son suicidas- manifestó la mujer sentándose en el suelo del templo cruzando sus piernas -Con todos nosotros por lo menos diría que tenemos la victoria ganada- añadió con algo de orgullo.

-Espero que sigas con ese optimismo Mirai- el Kaio empezó a secarse el sudor frío que recorría su frente con un paño, los nervios y el miedo lo estaban invadiendo más de lo que esperaba -Recuerda que aquel villano proviene de una raza psíquica, los Chogiclopsy, él puede utilizar habilidades mentales como tú puedes hacerlo.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora