❝𝖳𝖾 𝗉𝗋𝗈𝗍𝖾𝗀𝖾𝗋é 𝖼𝗈𝗇 𝗆𝗂 𝗏𝗂𝖽𝖺, 𝖢𝖺𝗋𝗅 𝖦𝗋𝗂𝗆𝖾𝗌❞ (𝐓𝐖𝐃)

T2/Capítulo 10: Prácticamente muertos.

La noche no tardó en hacerse presente, el único sonido que podía apreciar y satisfacerme un poco era el silencio que emanaba el exterior, sin contar el peligro que muy pronto podría volverse en nuestra contra.

Después de la práctica de tiro, todos siguieron con sus actividades normales, excepto el hecho de que Rick y algunos del grupo seguirían buscando a Sophia.

En toda la tarde miraba de reojo como es que el señor Horvath y Glenn estuvieran actuando como si nada, deduciendo que ellos aún no habían dicho nada sobre los caminantes en el granero.

Aunque después de todo eso, por una parte, me alegraba que Carl me haya contado como le había ido en la práctica, resultando que le fue genial. Por otra parte, es que no dejaba de pensar en decirles de una vez al grupo sobre el peligro inminente que está cerca de nosotros, pero recordaba las palabras de Glenn que simplemente me hacían callar.

Pero no podía romper la promesa de ser honesto con Rick desde que nos encontramos. Y por eso decidí decírselo en la noche...

Todos estaban concentrados comiendo, algunos estaban en silencio, y uno que otro estaban charlando. Por la actitud de todos, asumo que Lori no ha declarado que ella está embarazada, excepto que lo sé aparte de Dale y Glenn.

Estaba algo alejado de los demás, comiendo lo que sea que me hayan dado con tal de recuperar energía para mañana; quien sabe si está sería mi última cena que probaría.

-¡Hey, Lee!

Suspiré con pesadez al saber el dueño de dicha voz, seguía sin creer que Carl fuera mayor que yo por un año, algo irónico pero comprensible de explicar.

-¿Por qué no vas al fuego? Últimamente ha estado haciendo mucho frío.- No sabía cuándo el pelicastaño se había quedado a un lado mío. Sentía que posó su mirada en mí, claramente me quedé mirando a la nada mientras seguía comiendo. -¿Esa gorra es nueva?, nunca te la había visto.

-Bueno... ahora lo sabes.- Señalé con indiferencia, olvidaba mencionar que estaba sentado en el suelo recargado en la RV, ví de reojo como Carl se sentaba a un lado mío, tomando distancia obviamente. -¿Cómo está tu herida?

-Está bien, aunque me resulta algo incómodo moverme mucho, eso es lo que me irrita.- Levanté una ceja algo burlesco por su tono, decidí mirarlo como hacía un mohín. -¿Y tú Lee? ¿No ha pasado nada raro?

-Hmm, no que yo sepa.- Como me odio por mentirle, pero en cierta parte no lo era del todo, la única prioridad es que los zombies no aparezcan de imprevisto. -¿Por qué no vas con el grupo? Tu mamá podría estar preocupada por ti.

-Está bien, les avisé que quería estar contigo.- Casi me atraganto con la comida que estaba comiendo, pero por suerte lo disimulé que hasta lo tragué con dificultad. -¿Estás bien, Lee?

-S-Sí, no te preocupes.

Después de ese momento algo incómodo para mí, quedamos en silencio por un par de segundos, nuevamente Carl rompe el hielo.

-Lee, ¿podrías decirme correctamente cómo debo usar un arma?

-¿Eh?-. Ahora sí lo miré como si fuese una anomalía, se suponía que le habían enseñado bien en la práctica de tiro. -¿Se te dificulta mucho?

-Un poco, pero lo puedo manejar.- Lo veo con algo de duda, ahora sé que lo pongo nervioso por estarlo viendo fijamente. Era muy insistente pero... no podía quejarme.

Por alguna razón, me gustaba que viniera para pedirme consejos sobre cómo manejar un arma o como sobrevivir, después de todo antes del apocalipsis zombie no era muy social que digamos. En fin, cosas de la vida.