❝𝗧𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿é 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗖𝗮𝗿𝗹 𝗚𝗿𝗶𝗺𝗲𝘀❞ (𝐓𝐖𝐃)

T1/Capítulo 13: 𝗖𝗗𝗖𝗘.

Aún estando anonadado por lo sucedido, escuché que Shane le ordenó al pelirrubio que anteriormente me tenía agarrado.

—¡Daryl, la retaguardia!

Sin pensarlo, Rick se adentró al establecimiento sin dudar, seguido de mí y de los demás, manteniéndose al margen alrededor.

—¡¿Hola!?—. Llama Rick cuando ya estuvimos dentro del CDC, ocasionando un eco por el solitario lugar.

—Vigilen las puertas.— También mandó la voz de Dale, apuntando con su rifle. Rick volvió a llamar, asumiendo que el desconocido estuviese aquí y nos haya dejado entrar. Dale nuevamente dice: —Puede haber caminantes.

Pensé dubitativo ante eso, se oye bastante tranquilo como para que se escuche algún quejido o gruñidos de dichos zombies.

Sin dejar de ver a mi alrededor con recelo, escuché el seguro de un arma en frente nuestra, automáticamente todos, incluyéndome, se pusieron alerta apuntando hacia el frente, apenas pude alcanzar la silueta de un señor que tenía una escopeta, apuntándonos de igual forma hacia nosotros. El desconocido alzó la voz con seriedad, cuestionando.

—¡¿Hay algún infectado!?

De inmediato, Rick responde. —No, teníamos uno, ya no está.

Inevitablemente, me puse algo triste y melancólico al recordar horas atrás al señor Jim.

—¿Por qué están aquí? ¿Qué quieren?—. Pregunta el pelirrubio con neutralidad inexpresivo, exigiendo respuestas.

—Una oportunidad.— Respondió de nueva cuenta el señor Grimes algo nervioso por el hecho de que el contrario no dejaba de apuntarnos con su escopeta.

Si él no baja el arma, yo no bajaría la mía; era sentido común, ¿no?
El pelirrubio de pelo corto se acercó con pasos lentos hacia nosotros, a la vez que decía.

—Eso es mucho pedir en estos días.

El ojiazul hace un movimiento con la cabeza, sabiendo lo que quiso decir el desconocido, yo no sabía si él era el único en estar en el CDC, o si hay más gente con él esperando emboscarnos.

—Lo sé.

Después de recibir su respuesta, no dejé de mirar sus movimientos con detenimiento, el desconocido miró a cada integrante del grupo, pasando su mirada uno por uno, hasta chocar con la mía seriamente. De igual manera le mantuve la mirada, ajustando mi posición para dispararle... si es que fuera realmente necesario.

—Se harán un análisis de sangre. Es el precio de la admisión.— Dijo otra vez el pelirrubio con un deje serio.

El pelicastaño asintió rápidamente. —No hay problema.

—Si tienen que traer cosas, háganlo ahora.— El pelirrubio bajó el arma con rapidez, ordenando. Se dirigió hacia el grupo, señalando la entrada por la que nos permitió acceder el desconocido. —Una ves que se cierra la puerta, queda cerrada.

De igual manera, Rick y los demás bajaron sus armas, saliendo del establecimiento, no dejé de apuntarle al pelirrubio por si hacia algún movimiento extraño. Cuando metieron las demás cosas que faltaban, el pelirrubio se dirigió a un aparato que estaba pegado en la pared a un lado de dicha entrada hablándole.

—Vi, cierra la puerta principal. Corta la energía.

Apenas terminó de dar esa orden escuché el ruido de las puertas metálicas cerrarse, dirigí mi vista hacia los demás. Estábamos completos.

Shane se dirige hacia mi rápidamente ordenando. —Baja el arma Lee, no hay peligro. Por ahora...

Asentí en afirmación, bajando el arma mirando seriamente al pelirrubio. Rick se acercó al desconocido presentándose.