T2/Capítulo 4: Sangría. (Parte 2)

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—Rick.— Musité su nombre algo triste, al verlo en ese estado shockeado, incrédulo por lo que ha pasado recientemente.

Lo más que me preocupa ahora, es como se lo iba a tomar Lori, sería la más afectada y probablemente... Estoy pensando ahora en unas mil escenas que por alguna razón yo saldría perjudicado.

Sin despegar mi vista del señor Grimes, él salió de la casa aún en trance con su ropa manchada de la sangre de su hijo, Carl. Solté un suspiro pesado y a la vez cansado por toda la situación crítica que nos llegó de golpe, tomándonos desprevenidos con la guardia baja.

Ahora no sólo el problema era buscar a Sophia, sino, ahora teníamos a un Carl gravemente herido en una casa completamente desconocida, teniendo que depender de nuestra confianza para que el señor Hershel nos ayude a curarlo con sus conocimientos. Aldana me dijo que su padre es veterinario, lo que significaba que curaba las mascotas, pero eso era lo de menos.

Sobé con ayuda de mi mano derecha mis sienes, seguido de soltar un suspiro, haciendo el amago de mantener la calma. «Tranquilo, Lee. Es la clave de la situación». Pensé para darme tranquilidad.

Ya había pasado por esto, peor aún, cuando tuve que estar presente en un disparate que ocurrió con Roy por unos maleantes. En fin, mejor no pensar en eso.

Luego de respirar y mantener la calma por el repentino estrés que me comenzaba a dar, tomé la decisión de ir con Rick afuera para ver cómo se encontraba. Con pasos rápidos y firmes salí de la casa, viendo algo triste al señor Grimes.

Con parsimonia, me acerqué más al pelicastaño hasta quedarme en su diestra mirándolo desde abajo con preocupación.

No quise decirle nada, pero quería que supiera que estaría con él si hacía falta, o si él no lo quisiera, pero era mi decisión.

Al instante, llegaron Shane y el señor Otis, el segundo nombrado pregunta con un deje preocupado y cansado por la corrida.

—¿Está vivo? ¿Aún está vivo?

Lo miré con el ceño fruncido incrédulo, ¿en serio lo pregunta después del “accidente”? Quería decirle que está vivito y coleando, pero por razones obvias no lo dije al aire por respeto.

Dirigí mi vista hacia Rick ahora con preocupación, tensé mi mandíbula al ver que el pelicastaño se manchó de la sangre de Carl aún en trance.

Shane se puso frente a frente con Rick, sacando de su mochila un trapo rojo limpiando la frente de su compañero. No dejé de prestarle atención a la escena.

—Hey, tranquilo.— Le murmuraba Shane hacia Rick con calma. —Tienes sangre, te la quitaré.

Sin quitar su tono bajo y nada impulsivo como antes lo oía, le iba a limpiar las manos cuando Rick toma el trapo rojo entre sus manos temblorosas.

No pude evitar acercarme a él, con lentitud, retirándole el trapo rojo evitando que viera esa sangre fresca de su hijo, obviamente rocé manos con el sheriff pero no me importó. Tomé el trapo y lo dejé de lado con brusquedad.

—¿Dónde está?

El señor Walsh pregunta ahora por Carl, el sheriff sin dudar volvió a meterse a la casa de los Greene, después de el pelimarrón los seguí para adentrarnos a la casa.

La habitación en la que se encuentra el pelicastaño menor estaba abierta, indicando que ya podíamos pasar a verlo ahora con más serenidad. Al entrar a la habitación, ví primero el como Carl seguía acostado con esa apariencia preocupante para mí, su piel estaba más pálida de lo normal.

—¿Conoce su grupo sanguíneo?—. Pregunta de repente el mayor de todos, dirigiéndose a Rick quien responde apenas.

—A+, igual que el mío.— Lo observé sorprendido por su respuesta, ¿acaso escuché bien?

«¿Será qué...?». Si Carl y Rick tienen ese tipo de sangre, y yo también lo tengo ese grupo sanguíneo.

—Es una suerte. No te alejes mucho, te necesitaré.— Dijo al final Hershel, dirigiéndose ahora con seriedad al señor con sobrepeso. —¿Qué pasó?

—Yo... seguí a un ciervo. Y la bala lo atravesó por completo.— Limitó a responder titubeante, teniendo la atención de todos los presentes, y mía también, que no dejé de observarlo con seriedad, inclusive con frialdad.

—El ciervo detuvo el impacto.— Argumenta ahora el canoso, haciendo que le preste atención, viendo que él aún seguía revisando a Carl su herida. —Lo que claramente le salvó la vida, porque no entró limpiamente, se rompió en varios trozos; intentaré quitarlos. Puedo ver seis.

—No pude verlo...— Escuchaba como el señor Otis le murmuraba a otra señora, diciéndole con arrepentimiento. —No hasta que estaba tendido en el suelo...

Negué con la cabeza, ojalá quisiera pensar lo mismo, sin buscar culpables. Pero jamás voy a olvidar lo que hizo ese señor.

Me crucé de brazos, viendo ahora con tristeza al pobre Carl echado en la cama, olvidándome por completo mi alrededor. «Él no sé merecía esto... no él». Seguía negándome ante esa cruel y triste realidad.

—Él estará bien.— Escuché que alguien me había susurrado con discreción, capté rápidamente quién había sido la propietaria de esa voz. —No te preocupes.

Giré un poco mi rostro al ver a la pelicastaña con pecas, ella me sonrió un poco mirando también a Carl.

—Gracias, supongo.— Levanté los hombros sin saber que más decirle, volviendo a poner mi atención al cuerpo inerte del pequeño pelicastaño.

Los sollozos de Rick siendo consolados por su amigo, Shane, hizo que me contagiara ese sentimiento, repitiéndose una y otra vez que Lori no sabía lo que había ocurrido, lo que le pasó a su pequeño.

De pronto, sentí una punzada fuerte en un costado de mi cintura, haciendo que me quejara en silencio.

—Hey, Lee. ¿Estás...?

La pregunta de Aldana se detuvo cuando miré su rostro sorprendido y a la vez impactada. ¿Por qué ponía esa cara? ¿Tengo algo?

Las punzadas no cesaron, y el dolor cada vez se intensificaba aún más.

—¡Maggie! ¡Papá!

Inconscientemente llevé mi mano a mi cintura del lado izquierdo, rápidamente sentí un líquido correr por toda mi mano. De inmediato obervo que era sangre... mi sangre.

Quedé estupefacto, de pronto comencé a preguntarme el como es que yo había resultado herido.

Levanté la mirada ahora aterrorizado, Rick y Shane se mostraron impactados y sorprendidos como los otros presentes.

—¿Ri-Rick...?

Sin embargo, ya no oí respuesta alguna cuando mi cuerpo dejó de funcionar, haciendo que caiga de golpe al suelo cayendo inconsciente, sabiendo en mi mente la razón por la cual había sido herido al igual que Carl.

(...)

Perdón si fue corto ;-;. No me maten plis :'D.

Para el siguiente ya será algo largo. Es que siento que se me está yendo la inspiración :v.

❝𝗧𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿é 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗖𝗮𝗿𝗹 𝗚𝗿𝗶𝗺𝗲𝘀❞ (𝐓𝐖𝐃)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora