❝𝗧𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿é 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗖𝗮𝗿𝗹 𝗚𝗿𝗶𝗺𝗲𝘀❞ (𝐓𝐖𝐃)

T2/Capítulo 9: Secretos. (Parte 2)

Hace unos momentos que platiqué con Glenn sobre los caminantes en la granja, sinceramente no estoy muy seguro si mantenerlo en secreto por el momento, sino que en realidad, ¿cuánto más duraremos en la estadía de los Greene?

Ya han pasado varios días sin rastros de Sophia, al menos, la muñeca que encontró Daryl es una gran prueba para encontrarla, pero a causa de eso, casi muere tratando de hacerla llegar a nuestras manos.

Realmente tenía mucho que pensar, todo estaba pasando tan deprisa que apenas lo asimilaba, estaba empezando a dudar si debería seguir estando en este grupo, en estos problemas, en tantos secretos que no se toman con tanta ligereza.

«Lo hecho, hecho está. Ya nada se puede cambiar». Intentaba ser positivo, intentaba en vano creer que la hija de Carol podría seguir viva en el bosque, sola, hambrienta, temerosa del mundo... Okey, mis pensamientos negativos están empeorando la situación.

Sin siquiera notarlo, suspiré con pesar, cerrando por un momento mis ojos. Recargué mi cabeza hacia la RV, ya que estaba sentado en el suelo cerca de la autocaravana, asumiendo que tal vez podría aclarar por completo mi mente, pero resultó inútil al preocuparme por los hechos de hace meses, sin mencionar de los recientes.

—Hola, Lee.

Una voz me tomó por sorpresa, la reconocí al instante, hizo que abriera mis ojos de la misma manera, me enderecé para ver qué efectivamente Carl se encuentra a un lado de mí, sólo que está parado mientras me veía con curiosidad.

—Oh. Hola, Carl.— Lo miré con algo de confusión, no creí que vendría a saludarme. Me encogí de hombros, viendo que el pelicastaño tiene el sombrero de Sheriff. Inevitablemente sonreí un poco al recordar que anteayer se lo dió Rick. —Veo que ahora te queda a tu medida.

El contrario rió un poco, jugando entre sus manos un palo de madera. —Sí, papá lo arregló ayer. Me queda genial, ¿no?

Decido levantarme de mi lugar, notando un poco la diferencia de estatura entre Carl y yo, apenas le alcanzaba al cuello. —Honestamente, te ves raro al no estar acostumbrado verte con sombrero pero... Realmente te queda genial.

Nuevamente, Carl ríe levemente, sin dejar de sonreírme. —Gracias, Lee.

Bufé una risa, negando después con la cabeza. —Por cierto, Carl, ¿estás al tanto de lo que pasa en el campamento?

—Sí.— Asiente con lentitud, mostrando de repente un rostro triste y pensativo que él no pudo disimular. —Sophia aún no aparece.

—Lamentablemente.— Es lo único que dije, apoyándome de nueva cuenta en la autocaravana de Dale, sólo que está vez, estando al lado de Carl. —Daryl encontró una pista; la muñeca de Sophia, pero salió terriblemente perjudicado.

—Lo sé, sólo eso encontraron.— Me preocupé un poco el tono drástico que tomó Carl al comentar eso, como si ya tuviera la idea de lo que podría significar, un tono apagado. —Lee, ya no sólo quiero ver lo que los demás estén haciendo.

—¿Eh?

No me quiero imaginar a lo que quiere llegar, sé exactamente esas palabras indirectas tan directas. Además, Carl se ha estado comportando diferente desde que... bueno, despertó y ahora está al aire libre.

—Quiero proteger el campamento y encontrar a Sophia.— Declaró con un deje decisivo, como si no dudara de sus propias palabras.

Observé sorprendido a Carl, incrédulo de sus palabras, pero que en el fondo de mi ser, se enorgulleció de oír tal oración.

Ahora, el ojiazul se gira a verme con algo de seriedad, para después preguntarme. —Lee, ¿me enseñarías cómo defenderme?

Por dios, no puedo creer lo que estoy oyendo, sinceramente estaba en un debate mental sobre los acontecimientos pasados y ahora esto.