T2/Capítulo 6: La Rosa Chéroqui.

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—Me sorprende que ya estés un poco mejor, pero quiero que sepas que no abuses mucho sobre tu condición.

Asentía ante lo que me decía Hershel, tendiéndome la misma playera que tenía ahora limpia. El señor Greene se retiró de la habitación, mientras que yo me vestía con dificultad sobre ponerme la camisa.

Hace unos momentos Rick había venido a visitarme, diciéndome que se estaban preparando para darle luto a Otis, quien falleció ayer en la noche, justo cuando Shane vino con el equipo médico para Carl; el último mencionado ya se encontraba algo mejor, por ahora sólo está descansando.

Aunque Hershel me recomendaba estar aún descansando sobre mi herida, yo me sentía bastante bien, pero sigo tomando precauciones y no confiarme mucho sobre eso.

Ya listo y vestido, salí de la habitación. Recorrí por la casa hasta ver que de nuevo la habitación donde se encuentra el pelicastaño.
Me adentré a la habitación despacio, viendo que están Lori, Rick y el señor Hershel viendo el como se encontraba Carl.

Me acerqué a la familia y al señor Hershel, sin intenciones de interrumpir. Apenas estuve al lado del anterior mencionado, el dorso de su mano zurda tentaba la frente de Carl.

—La fiebre está bajando.

Cuando terminó de anunciarnos,  veo que Carl se remueve queriendo despertar, Lori y Rick no tardaron en acercarse más a su hijo. Yo estaba ansioso y alegre por saber que la operación que dió Hershel ha sido un buen resultado, de no ser por Shane quien había llegado justo a tiempo.

Carl abrió de a poco sus ojos, encontrándose desorientado, miró a sus padres, preguntando principalmente por su amiga.

—¿Sophia...? ¿Está bien?

Por inercia miré al pelicastaño mayor, quien le respondió a su hijo con una sonrisa. —Sí. Está bien.

Observo a Rick con extrañeza, desconcertándome el porqué había mentido sobre el estado de la hija de Carol, no obstante, no quise arruinar el momento, permaneciendo callado.

—Descansa. Estamos aquí, ¿sí?—. Le alenta Lori a su hijo, también sonriendo al saber que ya está mejor el pelicastaño.

Carl asiente, para después cerrar de nuevo y con tranquilidad sus párpados, centrándose en dormir y descansar. Eso me sacó una pequeña sonrisa, aliviándome por completo al saber que seguirá sobreviviendo. No puedo imaginar la dura decisión que tuvieron que tomar Lori y Rick sobre si operar a su hijo o no.

Síp, Rick me había estado contando cuando me desperté en la mañana. Justo cuando después Hershel me fue a revisar sobre mi herida, pero no es el punto.

Quedé divagando sin querer entre mis pensamientos, cuando alguien entra estrepitosamente a la habitación, haciendo que pusiera mi interés en quien había llegado, resultando al final que era el señor Douglas.

—Llegaron.— Avisó, dejándome confundido.

Al principio no le entendí lo que dijo, cuando miré que los demás se retiraban de la habitación, quedándome al último.

Miré a Carl por última vez, de nuevo posé mi vista en la puerta por si alguien me estaba viendo. Antes de irme, le musité a Carl, sonriéndole a pesar de que éste se encontrara dormido.

—Me alegra de que estés bien.— Sin dejar de sonreír, salí de la habitación.

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Salí de la casa de los Greene, apenas crucé la puerta, lo primero que ví fue la característica autocaravana del señor Horvath, seguí caminando hasta dejar el pórtico y quedarme parado a un lado del señor Greene, obervé a los restantes que se quedaron en la autopista en espera de Sophia, decepcionándome al creer que ella ya estaba aquí.

❝𝗧𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿é 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗖𝗮𝗿𝗹 𝗚𝗿𝗶𝗺𝗲𝘀❞ (𝐓𝐖𝐃)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora