T1/Capítulo 3: No es un adiós.

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Bajamos al segundo piso, yo al frente y Rick atrás mío por si se caía, pero creo que ya se encontraba mejor que antes por estar convaleciente desde el mediodía.

Nos encontramos primero con Morgan y Duane poniendo la mesa, una pequeña vela alumbraba en medio de la mesa. Sentía la presencia de Rick alejarse de mí, él caminaba mirando alrededor de la sala con nostalgia. Decidí también registrarla para ver si era seguro.

—Esta casa... es de Fred y Cindy Drake.— Comentó Rick viendo el entorno.

—No sé quienes son.— Contestó Morgan confundido, sin apartar la mirada en Rick, también sentía la suya.

—Estuve aquí. Esta es su casa.

—No había nadie cuando llegamos.

Hum, entonces la abandonaron durante el sismo.

Rick estaba a punto de apartar una cortina para ver por la ventana, me acerqué a él con rapidez, evitando su acción.

—No hagas eso. Verán la luz.— Alegó el mayor, refiriéndose claramente sobre los caminantes. —Hay más de ellos que de costumbre. No debí haber disparado esa pistola.

Miré a Rick, negando con la cabeza de que no abriera por nada del mundo la cortina, me dió una mirada interrogante. Ignorando ese hecho, me separé de él.

—El sonido los atrae, ahora están en toda la calle.— Siguió explicando Morgan hacia Rick, quien se acercó y ambos nos dirigimos a la mesa. Observando a Morgan que arreglaba la mesa para cenar, creo. —Qué estúpido, ¿para qué disparé? Pero todo fue tan rápido. No pude pensar.— Acto seguido se sentó a un lado de su hijo.

—Le disparaste a ése hombre.— Interrumpió Rick molesto, mirando a Morgan con el mismo amago.

—¿Hombre?—. Preguntó irónico.

—Nada de hombre.— Agregó con burla Duane, hice un intento de soltar una risilla, entendía esa referencia.

—¿Qué rayos es lo que acabas de decir?—. Preguntó molesto, regañando a su hijo.

El moreno quien se comenzaba a reír, al oír la reprimenda de su padre por falta de “educación”, se contradijo.

—No era un hombre.

—Le disparaste en la calle; de frente, a un hombre.— Volvió a decir Rick con el mismo tema.

—Por dios, necesitas unos lentes. Ése era un caminante.

—Es difícil de decir.— Comencé a añadir al tema, recibiendo sus miradas. —Gracias al calor y la distancia no se podía apreciar con exactitud, si era un hombre o caminante.

—Hombre o no, de todos modos los iba a asesinar, de no ser por nosotros.— Me crucé de brazos mirando al mayor. —Vamos. Siéntase antes de que se caigan.— Invitó a sentarnos, después de sentarme junto a Rick mientras él también imitaba mi acción, Morgan le tendió un plato al pelicastaño, seguido de Duane quién me lo dio. Agradecí con la mirada. —Coman.

Estábamos dispuestos a comer de una buena vez, hasta que la voz de Duane interrumpió nuestras acciones.

—Papá... la bendición.— Ahora yo expresaba confusión y sorpresa.

«¿Aún hacen eso?». Bueno, no es que me moleste, sino que yo lo hacía también en la reuniones familiares pero...

Morgan nos miró por unos segundos antes de acceder ante la petición de su hijo.

Los cuatro nos agarramos de las manos un poco incómodos, pero luego se esfumó esa sensación. Comenzó a decir la bendición el moreno mayor.

—Padre, te agradecemos por esta comida...— Pausó brevemente, para luego seguir. —Te bendecimos. Te pedimos cuidarnos en estos días de locura.— Terminando de orar, miró a Rick serio. —Amén.

❝𝗧𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿é 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗖𝗮𝗿𝗹 𝗚𝗿𝗶𝗺𝗲𝘀❞ (𝐓𝐖𝐃)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora