Capítulo 12

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Cuando se sintió un poco mejor, Jungwoo se aferró al barandal de la azotea al temer porque Yukhei lo hubiese visto despertar, observándolo levemente y con un rostro cargado de súplica del cual no se enteró de haber formado.

—¿Cuánto tiempo llevaba en mi oficina? —preguntó Jungwoo.

Yukhei tragó con fuerza, viendo lo mucho que Jungwoo sudaba a pesar del aire frío que los golpeaba, estaba pálido y muy cansado.

—Muy poco, usted estaba tan ocupado sobrecargando sus pulmones con ese cigarrillo que no notó cuándo entré —mintió.

Jungwoo lo miró aliviado y Yukhei supo que hizo bien en engañarlo.

—No suelo fumar adentro —aclaró.

—Se ve demasiado cansado, como el viernes pasado —comentó Yukhei, ignorando lo anteriormente dicho por el mayor.

—No he dormido bien, ni siquiera las pastillas... —se calló, preguntándose en qué momento se convirtió en alguien tan hablador.

Yukhei pudo ver lo mucho que Jungwoo se cerraba ante los demás, y que odiaba verse vulnerable y débil. Aquello en realidad era una ventaja, podía utilizarlo para conseguir que él le atacara de vuelta como lo había hecho dos domingos atrás, para que le lastimara y mostrara el Jungwoo que quería ver, el que quería odiar, sin embargo, ya no era tan fácil.

—Theo está mejor —dijo para no profundizar en el tema anterior, percibiendo cómo el rostro de Jungwoo se relajaba al escucharlo.

—¿Cuándo van...? —Jungwoo se calló y aclaró su garganta—. ¿Cuándo regresará Theo?

—Mañana, mis padres se irán a China un par de días, así que mañana puede verlo, si desea —explicó.

Jungwoo asintió, deseando acercarse a ese hombre, acortar distancias, lo necesario para que sus labios se unieran, pero su teléfono sonó y él tuvo que contestarlo al ver que era Johnny. Yukhei apretó los dientes porque también estaba conteniéndose, maldiciendo el momento en el que Jungwoo le dio una reverencia y abandonó la azotea completamente apurado.

El mayor corrió con su corazón latiendo demasiado por haber considerado besar a ese hombre de nuevo y retomó su compostura cuando entró a la oficina de su jefe. Johnny bebía un café tranquilamente mientras miraba unos cuantos documentos.

—¿Para qué estabas buscándome con tanto apuro? —preguntó Johnny, ya que Jungwoo le había estado llamando más temprano con insistencia.

—Mark recibirá hoy una mención por haber obtenido el mejor promedio de este año en su pregrado, debes hacer un espacio para acompañarlo, se realizará en el auditorio principal de la Universidad de Corea —explicó mientras verificaba la información y la hora en su teléfono móvil.

—Sus padres lo aman lo suficiente como para ir a verle, no es necesario que yo asista —se excusó—. Te prometí que nos veríamos esta noche, no voy a cancelarlo por él.

Jungwoo alzó la vista del teléfono, juzgándolo con la mirada como Johnny odiaba que lo hiciera.

—Si sus padres le amaran como dices, no lo habrían obligado a casarse contigo.

Johnny enarcó ambas cejas y dejó su café sobre el escritorio para cruzarse de brazos.

—¿Sabes lo terrible que se escucha eso?

Jungwoo asintió.

—Es necesario que te vayas ahora mismo para que puedas llegar a tiempo a la ceremonia —continuó—. Haré una reservación en un restaurante para la cena, te enviaré la información a tu teléfono, y no olvides preguntarle qué quiere que le obsequies por su logro.

Birds [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora