Capítulo 33

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YoonOh entró a su cuarto luego de echarle un último vistazo a Sunmi y encontró a Taeyong casi escondido entre el enorme Hoodie que se puso. Estaba seguro de que éste era el doble de su talla, cubriendo casi toda su cabeza con la capucha y ocultando sus manos mientras Taeyong veía la televisión con un puchero en los labios.

El menor suspiró y se recostó a su lado, bajándole la capucha lo máximo que podía a pesar de que la almohada se lo impedía un tanto.

—Te lo voy a repetir las veces que sean necesarias, no fue tu culpa —aseguró YoonOh, viendo cómo de inmediato los ojos de Taeyong se llenaban de lágrimas.

—No debí permitir que fuera a buscar a Jaemin solo.

—Desconocías lo que ocurriría, Jungwoo igual, incluso ese chico Jaemin te aseguró que esos hombres nunca le habían buscado en alguno de sus empleos. No es una situación que hubiésemos podido prever —expuso—. Algo más, Jungwoo no te llamó cuando ocurrió todo, ¿sabes por qué?

—¿Porque está enfadado? —inquirió comenzando a llorar.

YoonOh le miró conmovido, pensando en que no importaban los años que transcurrieran, Taeyong siempre sería tan mimado como un niño de cinco años.

—Claro que no —aseguró, limpiándole las lágrimas—. Es porque no quería hacerte preocupar, de lo contrario, te hubiese llamado de inmediato.

—T-tú no sabes lo que piensa Jungwoo —aseguró sollozando.

—Es cierto, no lo sé, mi amor, pero estoy seguro de que no está enfadado porque te aprecia demasiado, ¿quién no podría adorarte?

—Estás exagerando para hacerme sentir bien —soltó, haciendo un puchero más grande.

—No puedo exagerar algo que es cierto, de todas formas, deseo que estés tranquilo —convino.

—Y-yo deseo seguir llorando —soltó aún con sus sollozos, causando que su cuerpo temblara.

YoonOh suspiró y se mordió el interior de las mejillas hasta después sonreír.

—Está bien, si quieres llorar, hazlo —dijo—, yo estaré aquí para consolarte —añadió, metiendo su mano debajo del Hoodie de Taeyong y haciéndolo jadear al sentir lo fría que estaba.

YoonOh no se detuvo y se hizo espacio para besarle el cuello, consiguiendo que los sollozos de su esposo fueran cambiados por largas exhalaciones, así que continuó, completamente concentrado en besarle el cuello y mentón, además de tener su mano derecha acariciándole las tetillas.

Un gemido salió de la garganta de Taeyong cuando YoonOh decidió atraerlo más hacia él, haciéndole recostar la espalda sobre su pecho para que su mano izquierda se encargara de acariciarle el torso y su mano derecha se colara entre sus pantalones para agarrar su miembro y comenzar a tocarlo sin afán.

—¿Te sientes mejor? —inquirió y Taeyong soltó un gemido como afirmación, tensando su cuerpo al sentir la respiración de YoonOh cerca de su oreja y su lengua pasarse por el lóbulo de esta para luego morderlo.

De repente, tener aquel Hoodie puesto no fue la mejor elección para Taeyong, sintiendo cómo su cuerpo se calentaba tanto que aquella prenda comenzaba a hacerle sudar, sin embargo, no tuvo aliento para quitárselo, porque solo estaba concentrado en las deliciosas caricias que le concedía YoonOh. Volteó su cabeza lo máximo que pudo para encontrar los labios de su esposo, jadeando más fuerte cuando éste masturbó su miembro con rapidez. Taeyong olvidó que ensuciaría su pijama o la cama, aferrándose a los puños de su Hoodie y estremeciéndose cuando supo que estaba a punto de venirse y lo hizo, mordiendo los labios de YoonOh y sintiendo cómo él le mordía los suyos al estar bastante duro.

Birds [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora