Birds [LuWoo]

Capítulo 154

Seúl. Sábado 19 de diciembre de 2020

Sicheng se sorprendió al ver lo animado que se encontraba Yuta mientras preparaban el jardín de Little Birds para una celebración adicional de navidad programada por Wong Li. A inicios de esa semana, Jungwoo le había solicitado a él y a Taeyong ayudarlo con tal evento, ya que le era imposible asistir, a pesar de que Jungwoo no perdía la esperanza de ser dado de alta para ese día, sin embargo, tuvo que desistir de ello cuando le negaron salir del hospital antes de la semana siguiente.

Taeyong se había disculpado con él al no poder ser parte de esa celebración debido a que ya tenía un compromiso con su abuela, por lo que en su lugar Johnny accedió a ayudar junto a Mark. A pesar de no sentirse preparado Sicheng aceptó, esperando que esto no fuera algo incómodo para Yuta al no estar acostumbrado a estar rodeado de tantos niños, siendo todo lo contrario en cuanto vio lo emocionado que estuvo su esposo desde el martes en la mañana, cuando lo llamó para contarle lo que harían después de haber sido preparado por Jungwoo meticulosamente.

—Es una fortuna que la temperatura no vaya a descender demasiado hasta la noche —habló Yuta con los brazos apoyados sobre sus caderas mientras observaba la pequeña pista con autos en miniatura que ayudó a instalar—. ¿Debería vestirme como papá Noel?

—¿Te gustaría hacerlo? —preguntó Sicheng con una sonrisa alegre.

—Suena divertido, pero sé que Johnny va a burlarse de mí —respondió pensativo, observando al otro lado del jardín a su amigo, que estaba coordinando los detalles finales del escenario en donde se realizaría una obra de teatro sobre los fantasmas de las navidades pasadas.

—Johnny no va a molestarte, no lo permitiré —prometió y Yuta le miró con un brillo de motivación en los ojos.

—Hablaré con la directora —comentó—, pero antes, ¿está todo bien? ¿Requieres ayuda con algo más?

—Déjame reviso la Tablet —pidió—, me siento completamente torpe haciendo esto. Jungwoo se ve genial, yo parezco un...

—Te ves genial ante mis ojos —susurró Yuta antes de darle un suave beso.

—Si lo dices tú, entonces voy a creerlo —dijo sobre sus labios para volver a unirlos en un beso más largo y lento—. Te acompañaré, todo está dispuesto para que los niños disfruten de la fiesta.

Yuta asintió, ofreciéndole su mano, Sicheng no tardó en entrelazar sus dedos para caminar juntos hasta la oficina de la directora, deteniéndose en cuanto la vieron en el pasillo del primer piso, consolando a un bebé que no parecía tener muchos meses de vida.

—Directora Go —llamó Sicheng al acercarse, formando un leve puchero al observar lo mucho que lloraba el bebé mientras la mujer trataba de reconfortarlo con mucha paciencia y ternura.

—Oh, lamento no haberte acompañado todo este tiempo, nuestro nuevo integrante fue dado de alta antes de tiempo y fui a recogerlo al hospital infantil —contó—. ¿No es adorable? —inquirió, enseñándoselos y consiguiendo así que el pequeño dejara de llorar y los observara interesado.

—¿Cómo puede estar aquí? Es demasiado pequeño —dijo Yuta con el ceño fruncido, haciendo que Sicheng advirtiera una gran molestia en él, la misma que pareció esfumarse cuando la directora Go lo obligó a cargar al bebé al notar que este se había tranquilizado con ellos.

Yuta pareció tensarse al cargarlo, sin embargo, exhaló al ver lo fácil que era al tener al bebé mirándolo fijamente.

—Sus padres tuvieron un accidente automovilístico el día que su madre iba a dar a luz —explicó la mujer—. Su esposo estaba alcoholizado, aun así, agarró las llaves para llevarla al hospital y chocaron con varios autos al pasarse un semáforo en rojo, el pequeño sobrevivió milagrosamente. Llevaba casi dos meses en el hospital, nos pusieron al tanto de su situación hace casi una semana y finalmente hoy nos permitieron traerlo en un perfecto estado de salud.