Capítulo 62

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Taeyong miró la hora en su teléfono y exhaló. Eran más de las seis de la tarde y YoonOh aún no regresaba con Sunmi. Ni siquiera sabía dónde estaban y contaba únicamente con un pedazo de papel que su esposo le dejó encima de la cama explicando que se tardarían.

Reconocía que todo era su culpa, porque la noche anterior le dijo a YoonOh que regresaría antes de las doce, sin embargo, se quedó dormido en casa de Dongyoung y no despertó hasta las once de la mañana, encontrando a su amigo igual de profundo a como él lo estuvo y su teléfono completamente descargado.

Se levantó y arregló lo más pronto posible, ni siquiera recibió el desayuno que Dongyoung quiso hacerle, todo para llegar pronto a casa, a la espera de que su esposo no estuviese enfadado con él, pero la soledad fue la única que le recibió. Llamó a su madre de manera disimulada y tuvo que inventarse algo cuando ella le preguntó por qué no habían ido a visitarla ese día.

Cuando colgó con Boyoung se preguntó si Jungwoo se molestaría si lo llamaba a pesar de que era plena madrugada en Toronto, deteniéndose al saber lo mucho que su amigo trabajó esa semana organizando las citas de Johnny y Mark pues, según lo que le dio a entender, ambos se encontraban en el mejor momento de su matrimonio y estaban aprovechando aquel viaje para salir todos los días y Jungwoo siempre debía buscar los lugares más aptos para ellos y que de esa forma los paparazzi no los interrumpieran, pero constantemente terminaban circulando fotografías de sus citas en redes, preocupándose por lo enfadada que estaba su tía Sohyun con Jungwoo cuando esto ocurría.

Optó por llamar a Sicheng, pero su amigo no le atendió la llamada y él no quiso insistir, así que subió a su cuarto, negándose a pedir la cena a domicilio en caso de que YoonOh y Sunmi llegaran los próximos minutos, para que cenaran juntos. Por supuesto, aquello no ocurrió y se dio cuenta de que perdió el apetito cuando vio que eran las diez de la noche. Escuchó a alguien subiendo las escaleras, así que abandonó la cama para saludar, quedándose completamente estático cuando no vio a nadie en el pasillo, así que cerró la puerta del cuarto demasiado asustado.

Estuvo contra esta más tiempo del necesario, su corazón latía rápidamente y sus ojos estaban repletos de lágrimas. Quiso tomar su teléfono móvil de la cama cuando escuchó a alguien corriendo por las escaleras y se detuvo cuando oyó el sonido de la reja exterior abriéndose, indicando el ingreso de la camioneta de su esposo, la misma que pudo ver a través del ventanal de su cuarto. Esa vez tuvo el impulso de salir, en caso de que la persona que ingresó fuese algún ladrón, incluso no sabía si era solo una, pero el miedo de que le pudiese ocurrir algo a su hija o a su esposo fue superior y corrió escaleras abajo hasta topárselo en la sala, cargando a Sunmi completamente dormida.

—C-creo que hay alguien aquí —balbuceó, explotando en lágrimas mientras lo jalaba de la chaqueta para que regresara al piso subterráneo.

YoonOh le hizo caso, obligándolo a meterse con Sunmi por una puerta oculta que había allí y los llevaba a un cuarto secreto en el cual podían ocultarse.

—Espera aquí —pidió—. No abras la puerta sin que yo te lo pida.

—No p-puedes irte —jadeó Taeyong, jalándolo también adentro y pensando que afortunadamente YoonOh había dejado a Sunmi en la cama que había allí, porque sus temblores únicamente le permitían caminar.

—Debo asegurarme... —Taeyong lo interrumpió.

—Llama a la compañía de seguridad y quédate aquí —suplicó.

YoonOh miró el control de 'pánico' que había en ese cuarto y que al ser pulsado avisaba que algo sucedía dentro de la casa a la empresa de seguridad que ellos contrataron desde que construyeron ese lugar, así que le hizo caso a Taeyong y tomó el control para avisar.

Birds [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora