Birds [LuWoo]

Capítulo 93

Jaemin agradeció que Shuhua consiguió controlarse, sabiendo lo mucho que gritaba internamente a la vez que observaba a la pareja con una sonrisa de oreja a oreja, como si fueran la octava maravilla del mundo. Jungwoo sonrió avergonzado y su rostro enrojeció de inmediato. Yukhei se alejó lentamente al notar la pena en su novio, sonriendo por ello mientras Shuhua y Jaemin se les acercaban.

—Señor Yukhei, ella es...

—Yeh Shu Hua, es un gusto conocerlo, y me alegra mucho verlo, señor Jungwoo —habló emocionada, dándoles notables reverencias que Jaemin tuvo que detener mientras apretaba los labios para no reírse.

—Jungwoo quería preparar él mismo la cena, pero prefiero que pidamos la comida de algún lugar que tú desees, Shuhua —explicó Yukhei con amabilidad mientras Jaemin pensaba que, si fuese Jeno el que estuviese a su lado, no existiría nada de ese carisma en Yukhei.

—Oh, no quiero ser un problema —aseveró ella.

—No lo eres —respondió Jungwoo de inmediato—. Estaremos encantados de pedir lo que desees.

Shuhua miró a Jaemin y éste asintió con tranquilidad, haciéndola sonreír hermosamente.

—Me gustaría un poco de comida china —musitó y Yukhei miró a Jungwoo mientras asentía.

—Me comunicaré para que nos traigan comida del restaurante principal de Wong Li —propuso, causando que los ojos de Shuhua brillaran tanto que Jungwoo sonrió.

—Nos encargaremos de todo y les llamaremos cuando llegue la cena —propuso Jungwoo.

Jaemin asintió con agradecimiento y luego miró la sala de estar con el ceño fruncido.

—¿Y Theo?

—Está durmiendo con Suni en mi cama —explicó mirando la hora—. Sube con Shuhua, tal vez quiere conocer a Suni y los cactus —habló emocionado, puesto que había dejado los cactus en un mueble de la terraza, diseñado para que la lluvia no los humedeciera en exceso.

Yukhei apretó los labios y le miró hipnotizado mientras Jaemin se marchaba junto a Shuhua, dejándolos nuevamente solos en la sala.

—Oh, ¿en dónde estaba? —inquirió Yukhei, volviendo a tomarlo del rostro y conseguir besarlo, sintiendo lo fuerte que se aferraba su novio a él.

Jungwoo evitó separarse prontamente, disfrutando de esos labios y esa cercanía que deseó durante cada minuto de ese día, debido a que estaba comenzando a tratar su fobia a la sangre y justo aquel día había iniciado con la hipnosis clínica, la cual no fue muy bien, y tuvo que ser detenida prontamente. Para la fortuna de Jungwoo, Yukhei le acompañó y no lo dejó hundirse en los recuerdos de sus miedos, felicitándolo por intentarlo, como también lo hizo su psiquiatra.

—¿Te sientes mejor? —inquirió Yukhei, sin separarse demasiado—. Todo el tiempo estuve pensando si lo mejor era que regresaras a casa.

—Sabes que estoy bien mientras ocupo mi cabeza trabajando —expresó— y efectivamente, me siento mucho mejor.

—Dime, ¿qué quieres como obsequio por haberlo intentado? —preguntó—. Te daré lo que desees.

Jungwoo le miró pensativo y luego frunció el ceño.

—Debe ser algo grande —comentó—, no me has felicitado por todo el tiempo que llevo sin fumar. Llevo un poco más de dos meses sin hacerlo —aseguró.

Yukhei sonrió y asintió.

—Por supuesto, soy todo oídos —propuso.

Jungwoo le miró con intenciones de decirlo y luego sonrió, negando con la cabeza.