Capítulo 19

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Narra Fabricio.

La veo y está congelada, está procesando la bomba que acabo de decirle.

Y la verdad es que tengo miedo de cómo vaya a reaccionar, después de como reaccionó a la tarde después de que se desmayó.

El enojo que demostraba y el orgullo que cargaba era impresionante. Pero ahora puedo asegurar que sigue siendo igual y no sé si peor a como era cuando era chiquita. Un ángel, el más hermoso que cualquiera pudiera ver en su vida, pero si se enojaba podía ser peor que el diablo.

Aunque cuando éramos chiquitos no se enojaba seguido.

Y cuando lo hacía, bastaba con que yo la abrazara, le dijera lo hermosa que es y lo mucho que la quería y luego besarla. Y listo, problema resuelto.

Básicamente éso traté de hacer a la tarde, cuando despertó.

Cuando la besé ¡Dios! Lo que ansiaba besarla. Al principio sentí que ella se negaba a besarme, pero terminó cediendo y juro que no hay otra persona en éste mundo a quien quiere besar, sino es ella, no quiero que nadie me bese, ni yo besar a nadie.

Luego de que la besara, cuando me empujó, no les voy a mentir, me sentí dolido y decepcionado, porque ella me había correspondido el beso, para luego empujarme y ponerse histérica.

Traté de mantener la calma, además de que ya soy así, en parte. Y pude ver que el que yo mantuviera la calma y dijera las cosas con mucha sinceridad, a ella le molestaba bastante, lo noté en sus gestos y en su mirada, éso no se modificó en nada con los años.

Cuando dijo que se iba y que nadie podía decirle nada, me sentí desfallecer, porque ella estaba desafiando a todos y sabía que no iba a parar hasta conseguir lo que quería.

Sé que lo hizo porque está enojada y comprendo su enojo.

Sus papás le mintieron y le ocultaron su infancia.

Yo no peleé por ella y me tuve que conformar con Victoria.

Sé que éso debe dolerle muchísimo y por éso su reacción.

Pero por éso estoy dispuesto a recuperarla, ahora si, no voy a permitir que nadie la quiera alejar de mi lado, ella siempre fue mía, desde antes de nacer que estámos conectados, por ende, siempre fue mía y siempre va a serlo.

Ella es mi princesa y nadie más va a poder ocupar su lugar jamás.

Es por éso que hablé con su guardaespaldas.

No niego que me sentí un poco muy celoso cuando vi como ella le agarraba la mano, cuando a mi me tendría que haber dado la mano, pero traté de no decir nada para no terminar de arruinar las cosas.

A lo que iba, hablé con su guardaespaldas y noté muchas cosas que me aliviaron mucho.

Le pedí que me mantuviera informado sobre Helena.

Al principio se rehusó, pero lo convencí al recordarle lo de ése tal Ian, que me desagrada y puedo ver que no sólo a mi, porque Jim hizo una cara de asco cuando lo nombré.

Con éso él me aseguró que me iba a mantener informado sobre cada cosa que hiciera ella durante el día.

Ya que si se aparecía ése psicópata, yo iba a hacer acto de presencia para ahuyentarlo y que deje de molestar a mi princesa.

Si bien, en parte dije la verdad, no sólo por éso quería que me informara de Helena, quería estar cerca para que nada le pase.

Además de que si quiero recuperarla, voy a ser muy sincero con ella, para que no haya secretos entre nosotros.

Enamorada de mi psicólogo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora