Suspiro- La conocí hace 2 días, es una paciente -hice una pausa para ver si decían algo, pero no dijeron nada porque sabían que si me callaba no les iba a contar más-, la primera impresión que tuve fue que era de ésas chicas rebeldes, por lo que había leído en su expediente, y los motivos que impulsaron a la directora de su colegio para mandarla al psicólogo, pero cuando la vi me quedé como un salame mirándola, como estaba en horas de trabajo tuve que mantener la compostura y a medida que ella me iba contando las razones de por qué fue que terminó ahí, le di la razón -no quiero decirles por qué ella terminó ahí, secreto profesional-, y llegó un momento en el que empezó a llorar por la bronca que sentía. Yo tratando de parecer lo más profesional posible hablé con ella y la tranquilicé, para después preguntarle si quería hacer el tratamiento a lo que me dijo que si y después cuando quiso pararse para irse, perdió el equilibrio y casi se cae al piso, por suerte la vi y pude agarrarla. Y mientras la tenía en mis brazos ella como que empezó a ponerse nerviosa, hasta que después de un rato se le pasara y se fue, pero antes de que se fuera le pedí el número.
- ¿Y te lo dió? -preguntó Jackson con los ojos como plato.
- Si -afirmé y no pude disimular muy bien la sonrisa que se me estaba formando en la cara.
- Ahora describila, ¿Cómo es ella? -preguntó James.
- Ella es... ni siquiera sé cómo describirla... ella es de estatura normal, ojos azules, pelo castaño claro, casi rubio, su sonrisa es muy contagiosa, y es jodidamente perfecta, su personalidad te dá a entender que es tranquila, pero tampoco la canses -advertí.
- ¿Hay algo más que debamos saber cielo? -preguntó James achinando los ojos.
- Mañana vamos a ir a tomar algo para hablar mejor -respondí mirando el vaso con cerveza.
- ¡Ay! -Exclamó James de la emoción-, ¿Qué te vas a poner? ¿Adónde van a salir? ¿Medusa sabe?.
- Es obvio que no sabe ni tiene que saber idiota, la otra tarada llega a saber y le hace juicio a éste salame -responde Bautista muy serio-. Mañana vamos a hacer ésto, vos te vas con ella a tomar algo y decile a Medusa que vas a salir con nosotros, y si por ésas casualidades de la vida o ésos castigos de Dios ella llama a alguno de nosotros para preguntar por él, le decimos que estámos tomando algo, ¿Ok? -podía ser un boludo pero era piola el italianito.
- ¿Tenés una foto de ella? -debo admitir que no puedo sentir celos de James, es obvio que él jamás se fijaría en Helena, no se fijaría en ninguna mujer en si.
Saco mi teléfono y busco el contacto de ella, voy a la foto de perfil y les paso el celular.
- Wow es muy bonita, no creo que se vaya a fijar en un feo como vos, dejamela a mi querido -espeta Bautista-, ella de seguro me va a preferir a mi por ser italiano.
- Cállate si no querés que te mate acá nomás -ahora si puedo ponerme celoso tranquilo, porque sé lo que es mi amigo.
Después de risas y todo éso como a la 1 de la madrugada volví a casa y como era de esperarse Medusa me mandó al sillón -creo que tengo que dejar de usar ése apodo que le pusieron los chicos, pero es que es igual y es imposible no llamarla así.
Mientras trataba de dormir me llega un mensaje, pensé que eran los chicos así que le resté importancia, pero cuando volvió a sonar me pareció raro así que lo revisé y era un mensaje de ella.
Helena: Perdón por la hora pero sólo quería saber ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en el trabajo?.
¡JESÚS, MARÍA Y JOSÉ! ésta chica es perfecta, dejala a Medusa y quédate con ella, decime ¿Cuándo Medusa se preocupó así por vos?.
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Enamorada de mi psicólogo©
Romance- Permíteme amarte -suplicó mirándome fijamente a los ojos-, permítete amarme. - No sé lo que es el amor -respondí con tristeza-, nunca tuve la dicha de amar a alguien de la forma en la que las personas normales hacen -bajé mi cabeza porque me sentí...