No sé en qué momento terminamos así.
Todo estaba de 10 -bueno, no tan así, pero digamos que era casi un 10-, hasta que se tocó el tema de porqué soy la paciente de Fabricio.
Entiendo que Samara quiera saber cuál es la relación que tengo con su hijo. Y creo que debe ser por el hecho de que él está con alguien, pero tampoco es para que piense que yo tengo o quiero tener algo con su hijo.
No es porque sea feo, tiene lo suyo.
Es lindo, atento, gracioso, serio, maduro y se ve prometedor. Pero éso no quita el hecho de que está con alguien más. Por lo cual él es prohibido para mi.
Además de que no voy a caer a sus pies como si fuera la gran cosa.
¿Te diste cuenta de que te estás contradiciendo sola? Se nota que sos más que especial mi cielo.
¿Podrías hacer silencio? Necesito pensar qué le voy a decir a Samara respecto a lo de su hijo y no quiero que ella piense cualquier cosa, porque un malentendido acá puede terminar en algo muy malo.
- Mire señora Samara -decido hablar yo para que todo quede más que claro-, yo soy la paciente de su hijo como ya sabe y me invitó a tomar algo, sólo él sabe porqué lo hizo, pero bueno, yo acepté -ahora se viene el momento picante-, pasaron algunas cosas en las cuales su hijo me ayudó un poco, pero éso no quiere decir nada más que éso, estoy agradecida por haberme ayudado, pero necesito que usted entienda que su hijo no es nada más que mi psicólogo -explico. Puedo ver como ella está procesando todo. Jim está en silencio a mi lado. Y Fabricio pareciera que está como dolido, que se yo.
- Pero si puedo saber, ¿En qué te ayudó mi hijo? -mierda mierda mierda, ésto no me puede estar pasando a mi.
- Primero necesito que me prometa que no va a contar absolutamente nada respecto a lo que cuente -pido, porque no quiero que mis papás se enteren.
- Sabes que todo lo que me cuentes queda acá -responde tranquila y sé que es verdad lo que dice.
- Cuando recién llegábamos nos cruzamos con Ian Adler y él sigue con éso de insistir y creer que tuve algo con él cuando todos sabemos que no fue así y nunca va a ser así -explico de lo más obvia ya que es verdad lo que digo, ni loca estaría con alguien tan enfermo como él, que es capaz de todo con tal de tener a la persona con la que está obsesionado-, Fabricio me ayudó, fingiendo que está de novio conmigo y tal parece que Ian se lo creyó -noto que hay un brillo característico en la mirada de Samara, como si estuviera orgullosa de lo que hizo su hijo-, después nos fuimos a otro lugar y hubo otro altercado con alguien sin importancia y después vinimos para acá y fue ahí en donde me di cuenta de que es su hijo y nada más -finalizo.
- ¿Algo que quieras decirme hijo? -le pregunta a Fabricio y veo como él se remueve incómodo en su sitio por la mirada intimidante de Samara. Y no es por exagerar, pero ésa mirada podría asustar hasta a un asesino en serie, dá miedo ésta señora y mi mejor opción en éstos momentos sería huir, pero no puedo, necesito saber qué es lo que nos tiene que contar. Soy demasiado chusma como para perderme un chisme y más si estoy involucrada y yo no lo recuerdo, ¿Entienden? Es algo super elemental.
- No mamá -responde Fabricio- sólo lo que ella te contó -un hombre de 23 años que le tiene miedo a su mamá. Sólo en éste mundo pasan éstas cosas.
- Okey -responde tranquila-, ahora Helena explícame ésto -dice clavando su mirada en mi. Y por Dios, no soy una chica que se deja intimidar por alguien, pero ésta señora me está dando miedito. Tengo miedoooo- si se lo cruzaron a Ian, quiere decir que él está de vuelta, cosa que no entiendo, ya que sus papás dijeron que después de lo que pasó hace unos años, se iban a ir a vivir lejos, para que no haya más problemas por culpa de su hijo -se ve que ella tampoco entiende- pero no puedo entender qué hace acá y justo en el mismo lugar que vos, acá hay algo que tenemos que investigar, pero tus papás necesitan saberlo Heli para así prevenir cualquier cosa que quiera hacer y más si quiere volver a acercarse a vos -tiene razón en lo que dice pero no quiero preocuparlos más a mis papás.
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Enamorada de mi psicólogo©
Romansa- Permíteme amarte -suplicó mirándome fijamente a los ojos-, permítete amarme. - No sé lo que es el amor -respondí con tristeza-, nunca tuve la dicha de amar a alguien de la forma en la que las personas normales hacen -bajé mi cabeza porque me sentí...