Enamorada de mi psicólogo©

Capítulo 36

MARATÓN 2/3:

Narra Helena:

Vamos en el auto pero no sé adónde, estoy emocionada porque no sé lo que me va a regalar pero siento que va a ser algo hermoso.

- ¿Amor falta mucho? -mis piernas se mueven sin poder parar por la emoción que tengo.

- Princesa, regulá tu ansiedad o te va a hacer mal -agarra mi pierna y me mira por dos segundos, pero éso basta para que me sienta mejor-. Y no, no falta mucho.

Voy mirando todo el camino y no sé hacia dónde vamos, ya no me digno en preguntar porque no me va a decir. Es claro que tiene toda la paciencia que a mi me falta.

Me acomodo en el asiento y me duermo, si no me va a decir, por lo menos voy a dormir porque estoy cansada todavía.

(***)

Siento que me samarrean tratando de quitarme de mi sueño.

Y escucho a lo lejos.

- Princesa, amor, ya llegamos -me quejo y sigo durmiendo-. Mi amor, se va tu sorpresa -abro los ojos de par en par y me siento para poder ver todo pero no entiendo lo que pasa.

¿Qué hacemos en un aeropuerto? ¿Por qué estámos acá?.

- ¿Me vas a regalar un avión? -lo miro sin entender y él sólo ríe por mi pregunta.

- No princesa, vamos, y vas a poder entender de qué hablaba respecto a tu regalo -me tiende la mano y bajo del auto.

Caminamos hasta el avión y veo a todos nuestros amigos esperándonos.

Corro emocionada y abrazo a mis amigas, aún sin entender lo que pasa.

- Ay los extrañé tanto -grito emocionada y nos abrazamos más fuerte.

Nos separamos y voy a saludar a los amigos de Fabricio.

Busco a Fabricio y me quedo abrazándolo.

- ¿Podés explicarme qué hacemos acá porque no entiendo nada? -asiente.

- Vamos a irnos de viaje sólo nosotros dos pero les pedí ayuda a todos para que pueda ser un viaje inolvidable de los muchos que vamos a hacer -abro los ojos y comprendo que soy muy torpe como para no darme cuenta.

- ¿En serio? -estoy atónita.

- Claro princesa, vamos a viajar por el mundo entero si éso querés -salto emocionada hacia sus brazos y comienzo a besarle toda la cara.

- Si si si si -reímos y nos despedimos de todos para luego subir al avión.

Una vez arriba del avión Fabricio me lleva hasta la habitación y me acuesta delicadamente en la cama.

- Es un viaje largo princesa, lo mejor es que descansemos un poco -está tan cerca de mi cara que no puedo reprimir las ganas y lo beso apasionadamente.

- No quiero dormir y me parece que vos tampoco -arquea la ceja y sonríe para luego volver a besarme y subirse arriba mío.

Me quita la remera lentamente, acariciándome y admirando cada centímetro de mi.

Le quito la remera y beso su pecho, subo hasta su cuello y muerdo el lóbulo de su oreja. Sonrío cuando le escucho jadear.

- Te deseo tanto -dice entre jadeos-. Te deseo todo el tiempo -me desnuda completamente y comienza a regar besos por todo mi cuerpo.

Y fue así como entre besos y gemidos volví a entregarme a él.

(***)

Siento que me sacuden un poco y me quejo.