Te va a doler la vida en muchas ocasiones, en diferentes circunstancias, en distintas etapas y en cualquier situación donde no halles una salida, cuando por falta de inexperiencia te toque perder, en esos instantes donde no puedas controlar lo que está afuera, porque simplemente hay decisiones y resultados que no nos corresponden, pero que de igual forma terminan influyendo en nuestra vida.
Te va a doler la vida, cuando estés esperando algo por mucho tiempo, pero al final te das cuenta que impacientemente tu esperanza se quebrantó, porque realmente nunca regresará ese detalle. “Todo tiene un tiempo determinado en este mundo”.
Te va a doler la vida en los momentos de plenitud, nadie sufre sin arriesgarse y nadie pierde sin intentarlo, no te encontrarás con la realidad de la vida si nunca sales a enfrentarla. “La única forma de nunca haber perdido es nunca haberse arriesgado, pero tienes la racha de cero derrotas y toda una vida perdida”.
Te va a doler, cuando te des cuenta que es demasiado tarde para hacer aquello que nunca determinaste, pero que siempre deseaste; se dice que nunca es tarde, pero hay oportunidades que no tienen garantía de regresar. “Siempre tuviste alguna oportunidad, pero nunca coincidió con tu determinación, porque nunca diste ese paso cuando podías”.
Dolerá el alma, por culpa de decepciones, traiciones y desilusiones, porque no siempre tendrás lo que esperas de allá afuera, muchas veces ni siquiera puedes dar lo que esperas de ti mismo. “En realidad, no sabes quién es más culpable, si la gente por decepcionarte o tú por esperar tanto de allá afuera”.
Te va a doler, cuando veas romperse ese lazo de amor o de amistad, por decisiones ajenas y por falta de dedicación, es duro soñar con ver crecer un árbol de amor y que al final lo veas marchitarse. “Esa semilla plantada con esperanza de verla florecer, pero la desconfianza la ha marchitado”.
Duelen las despedidas, mucho más cuando son para siempre, porque son perdidas casi irreparables e insustituibles; sólo queda el recuerdo y la esperanza de los mejores momentos guardados en el corazón. “Quizá se haya ido gran parte de nosotros, pero siempre vivirán muy dentro, no se han ido del todo, queda siempre el recuerdo”.
Duelen las ausencias, mucho más cuando sabemos que somos los responsables, es difícil ver ese vacío, que han dejado los detalles que nunca supimos valorar. “Duele ver el alba, si ya no hay con quién compartir el día”.
Duele el tiempo perdido, porque al principio creíamos tener tiempo de sobra y que aún nos quedaba mucho por vivir, pero luego comprendes de que cada segundo cuenta y que el reloj no se paraliza ni los días viajan al pasado. “La vida es hoy, el mañana tiene fecha de vencimiento y nunca sabemos el día exacto”.
Doloroso es el pasado, con todo lo que acumula cada día, con sus inexperiencias y cargas no correspondidas; se torna muy difícil ver hacia atrás y recordar los días grises que nos dejó el ayer. “No puedes olvidar el pasado, pero procura traer siempre al presente los mejores recuerdos, esos que sin querer te sacan una sonrisa”.
Te va a doler la vida, cuando tu amor propio esté de viaje y la conciencia te traicione, no tienes garantía de ganar, cuando te has abandonado a ti mismo. “Cuando abandonas tu esencia, la vida se te escapa de las manos y es casi imposible no poder fallarte”.
Te va a doler el alma, en los momentos no correspondidos, cuando te des cuenta que no siempre recibes lo mismo que entregas, pero debes aprender a vivir con eso. “Lo que está allá afuera no siempre dependerá de ti, pero lo que sí puedes controlar es lo que está dentro”.
Van a doler aquellos resultados negativos que obtengas y todas las afirmaciones que la vida te dé, por todas esas veces que no escuchaste a mamá; aunque no lo creas, ella siempre tendrá la razón. “El necio siempre cree tener la razón, el sabio escuchará el mejor consejo y tomará una decisión”.
Siempre te va a doler la vida, separado de Dios, cuando dentro de tu libre albedrío decidas tomar un rumbo apartado de él, pero no tendrás seguro una vida plena ni un final feliz; Dios nunca se aleja, él siempre está ahí, pero en ocasiones no dejas que actúe a tu favor. “Eres exactamente lo que has decidido ser, nadie tiene el poder de controlar tu vida, sólo se trata de ti”
Queda claro, en lo complicado que muchas veces puede tornarse la vida, que no siempre estamos preparados para lo que vendrá, tampoco podemos predecir el mañana, sólo podemos determinar cada momento en el presente. A pesar de los días grises, de lo doloroso que puedan ser tantas heridas y tantos desaciertos, que estamos en una constante prueba, que la situación es agobiante cada día, que hemos estado atrapados en tantas situaciones sin salidas y a pesar de todo lo que pueda pasar... Somos nosotros quiénes determinamos cada paso, sin importar cuan difícil sea la circunstancia, debes tener la valentía necesaria para enfrentar y poder sobrepasar cualquier prueba, porque sólo aquellos que deciden ir más allá de las circunstancias y ver más allá del cielo gris pintado en el horizonte, son quiénes verdaderamente podrán llegar a lo más alto y disfrutar realmente de la vida en su plenitud.
No sólo vine a recordarte lo difícil que puede ser la vida, cuando la enfrentas en su realidad, sino que también vine a decirte que más allá de todo, tú tienes el poder de transformar cada situación y lo que se pueda escapar de tus manos, puedes adaptarlo a tu perspectiva y proseguir, pero nunca te quedes atrapado en las derrotas ni en el triste pasado, debes continuar, porque hay muchos sueños y grandes bendiciones que te esperan más adelante, sólo son tiempos difíciles, no una triste vida, todo pasa, incluso la vida propia, mientras tanto da lo mejor y quédate con aquello que te acerque a la felicidad.
“Por todas estas heridas, estos desaciertos y todo este peso por las inexperiencias del pasado, me hicieron quién soy, al final nos terminamos convirtiendo en esa fortaleza, que en algún momento estuvo en nuestra contra”.
Atte. José Baute ✏️
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Miles de palabras, una sola vida.
PoetryEs muy complicado, lo sé. Cuando el mundo se te viene encima, por causas de las consecuentes circunstancias y por decisiones muy ajenas, que de igual terminan afectándote. Pero también sé, que así como solemos estar hundidos allí, hemos podido salir...