Miles de palabras, una sola vida.

"Después de todo"

“Después de todo"

Después de todo, no es tan mala esta situación en donde nos encontramos, ciertamente hemos pasado por un proceso de emociones y nos tocó enfrentar esto sin haberlo esperado, pero después de todo, pudiste encontrarte contigo mismo y haber entendido que después de tanto tiempo, nuestro mundo necesitaba un respiro pleno, liberar tensiones y un tiempo de descanso para reflexionar.

Después de todo, podemos ver el verdadero valor de los pequeños detalles, debemos estar en casa por mucho tiempo, pero te das cuenta que tienes un techo, mientras hay personas pasando hambre y frío allá afuera; que lo único que debes hacer es obedecer para estar a salvo, porque hay algunos que deben sacrificar su vida y salir a buscarla porque viven del día a día, pero pueden perderla mientras tratan de encontrarla.

Después de todo, no te olvides de Dios, déjalo estar presente en todo momento, no sólo en las adversidades ni cuando se nuble tu cielo, debes mantenerlo presente desde el dolor más grande hasta cuándo la vida te regale lo mejor, Dios no es un dios de emergencias solamente, haz que permanezca todos los días y en cada momento de tu vida.

Después de todo, nos tocó enfrentar la misma situación y quizás los mismos riesgos de millones de personas, lo único diferente y lo que marcará la diferencia será la actitud que tengamos cada uno ante esta situación, no obstante, debemos mantener nuestra posición aunque se derrumbe nuestro entorno.

Después de todo, ahora tenemos tiempo suficiente, quizás mucho más de lo que necesitábamos o tal vez no lo esperabamos de esta manera, pero es el momento de planificación, de reorganizar y reestructurar nuestra vida. Es el tiempo de nosotros, de dedicarnos momentos para hallar nuestra esencia como ser humano, tiempo para leer ese libro, compartir en familia, dedicarle tiempo a lo que has descuidado, despejar la mente del cansancio y del estrés del trabajo; llegó el momento que anhelabas, y ahora que lo tienes, tal vez ya no hallas que hacer con el. Aprovecha este momento para ti, porque tal vez no tengas otro igual y vas a quererlo de vuelta.

Después de todo, se cancelaron muchos planes para nosotros y hubo un stand by en nuestras metas, pero el mundo y su naturaleza está volviendo a su plenitud, realizando lo que nosotros le impedimos ser o hacer, mientras nosotros hacíamos, ahora todo se dió vuelta, porque los planes de Dios ya están determinados.

Después de todo, nos damos cuenta que de nada sirve lo material, la posición social, la raza o la ideología que tengas, todo eso pierde el sentido, si lo que de verdad trae paz a tu vida en estos momentos está ausente, si tienes tanto en lo superficial y tu alma está vacía, entonces has perdido tu paz y la certeza de ser feliz en medio de la tormenta.

Después de todo, descubrimos que vivimos en el mismo mundo y qué no todo es lo que tenemos en nuestra mente, que enfrentamos las mismas amenazas y que nuestro salvavidas es la obediencia, podemos correr los mismos riesgos y sólo ganamos quienes lo asumen de manera sensata, que nadie puede preveer las imposiciones de la vida y lo que puede hacer la diferencia es quién utilice sus herramientas de forma correcta.

Después de todo, debemos aceptar los designios de Dios; aprender que todo tiene su tiempo y espacio; comprender que existe un entorno el cuál debemos cuidar y brindarle lo mejor; que muchas veces no es lo queremos sino lo que nos corresponde realmente; que la salud no tiene un precio y la vida es lo más valioso que tenemos; que no somos imprescindibles en nuestras labores o posición social, pero somos irremplazables en nuestro núcleo familiar.

“Solo espero qué después de todo, hayamos aprendido la gran lección, que encontremos cada sentido que la vida nos muestra a través de cada experiencia, que pongamos el valor y el precio en una balanza, que una cosa es lo que uno piensa y otra muy distinta es la realidad, que los planes de Dios nadie los detiene y que la vida es una sola, haz de ella la mejor versión que quieres tener, no importa el momento ni la situación, debes seguir brillando aún en la oscuridad”.

Atte. José Baute