Era increíble que su oponente sería con ese can que le quebró su corazón en un fragor a miles, que llegó a soltar sollozos y lágrimas dolorosas, que se lamento de haberlo conocido y haberse enamorado de ese husky.
Pero no solo ella estaba sorprendida, Hansel estaba con la misma expresión cuando la vio al otro lado de la pista donde se disputará el próximo ganador de la competencia del año presente. Recordó todo lo que le comentó cuando estaban en la competencia, y esas palabras no las olvidaría por el rencor que ella tiene hacia el macho.
Lo único que pudo hacer es acercarse a ella y mirarla fijamente a los ojos. Su vista aún se veía esa ira de cuando intentó hablarle sobre su amante. Hasta logró captar que la dálmata estaba a segundos de soltar lágrimas, suponía que era por todo lo que han pasado, que hasta le daba miedo a ella con solo de mirarla.
—¿Tú qué haces aquí? —inquirió Dolly con una bola grande de saliva a punto de tragarla.
—Pues con el mismo objetivo que tú. Demostrar lo que soy capaz...
—A pesar de ganarme el año pasado... ¿tienes el descaro de regresar a esta ronda para humillar a los demás?
—Eso es lo que piensas. O será porque no puedes derrotarme —dialogó el husky sin apartar la mirada a sus ojos.
—Yo... —traga su bola de saliva por el nerviosismo.
—Eso supuse —esbozó una sonrisa malévola.
—Pues aunque no lo creas —interrumpió la dálmata al ver que el macho dio media vuelta para regresar a su puesto—, perro sin corazón, que arrastraré ese viejo título tuyo por el suelo. Porque no sabes con qué tipo de contrincante te acabas de meter.
—Hmm... —encoje sus hombros— no me sorprende, para serte sincero. Ni tienes las agallas como para vencerme.
—Pero sí la valentía para derrotarte.
—Ja, ja —ríe sarcásticamente y se acerca a su oído—. Sorpréndeme —murmuró retándola.
La final comenzaría en unos minutos más después. Todo estaba preparado para recibir a ambos finalistas que están por disputar el título del ganado de la competencia de patinaje de este año. Todo estaba listo para comenzar con la batalla. Los jueces acordaron con dar la siguiente regla para los concursantes: «el que consiga los tres puntos a su favor dentro de la final, será el ganador de la competencia».
El sueño seguía presente en frente de los ojos de la cachorra manchada. Estaba paranoica, pero preparada para dar todo dentro de la pista de patinaje. No había marcha atrás, ya todo estaba escrito. ¿Será la ganadora o la segundón de la competencia?
Dolly se prepara con inseguridad en su punto inicial, en donde comenzaría; en cambio, Hansel se veía seguro de sí mismo. Como si la competencia la tendría pan comido. El husky esperaba ansioso el tono de salida para el comienzo de la primera ronda.
La familia dálmata no dudó en apoyarla con porras y llamados de motivación. Todo con que ella se sintiera con más seguridad y confianza en poder dar el primer paso en la ronda. Aunque nerviosa estaba, se sentía dispuesta para enfrentar todo lo posible con lograr el título que estaba por disputarse.
—No dejes que te atormente el miedo, enfréntalo, hermana —gritó Da Vinci intentando de motivarla.
La campana sería la señal para el inicio de la ronda. Ambos finalistas se enfrentaron de nariz a nariz en medio de la pista. Intercambiaban morada cada vez que se miraban de frente. Hansel intentaba distraerla con gestos que la incomodaría con solo de verlo. Pero la dálmata solo quiso concentrarse en lo que hacía y nada más. Intentaba no mirarlo por solo un segundo. Aunque pasaban de frente a cada minuto.
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La constelación perfecta
FanfictionAstronomía y el amor hacen pacto para formar la constelación del amor. Ambos hermanastros intentan lograr un gran noviazgo después de verse apoyado entre ambos. Su familia estará para apoyar su relación con lo que se enfrenten. Pero no se sabrá que...