Engaño

Capítulo catorce

Estuve investigando mucho para hacer este capítulo, la verdad no me sale bien hacer este tipo de temas, pero haré mi mejor esfuerzo, si alguien tiene alguna sugerencia, por favor déjemela en los comentarios.

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Todoroki sabía que su vida nunca era buena y tendía a irle peor con el paso del tiempo, ¿por qué tenía que pasar esto? ¿Por qué el mundo es tan cruel? Él no se merecía eso, si querían que lo hicieran sufrir, pero no a ese niño... Rogó por que fuera un mal sueño, mas no fue así...

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Habían pasado ya las dos semanas de descanso del héroe, aquella mañana tomaba el tren al colegio de su hijo, por el simple para que su pequeño conociera esas calles caminando, el niño tarareaba una de las tantas canciones que Shouto solía cantarle para dormir, esta vez cantaba "Love of my life" del grupo "Queen", incluso logró que el bicolor se uniera y comenzara a hacer un dúo con él. Al llegar a la escuela se despidieron con un beso y abrazo, solo para irse por la puerta alegremente y ocultando algo para el Todoroki heterocromático.

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En medio de la clase sintió un escalofrió, ¿había bajado la temperatura? No le tomó mucha importancia, después de todo recién estaban en primavera, era normal que hubiera un poco de frío.

Cuando sonó la campana salió lo más pronto posible del salón para llegar a la biblioteca, al llegar se sintió tan mareado que tuvo que apoyarse de la pared, se había levantado tan rápido que le había causado el mareo... O eso quiso pensar...

— Oe, mejor ven y siéntate — dijo Kota llevándolo hasta la misma esquina que acostumbraban. 

— Muchas gracias — el niño sonrió ampliamente —  Tuve que haberme levantado muy rápido y esto fue lo que pasó.

El azabache revolvió el cabello del pequeño un poco, curvando las comisuras de sus labios levemente. Ambos se quedaron sentados en aquel lugar leyendo cada uno un libro, en el caso del pelinegro "Harry Potter y la Piedra Filosofal" y en el caso de Satoshi "Todas las hadas del reino", de vez en cuando hacían uno que otro comentario sobre lo que leían, cuando tocó el timbre ambos se despidieron prometiéndose volver allí, cada uno tomó su camino, mas Kota no pudo evitar fijarse en la extrema palidez del menor.

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Todoroki Shouto se sentó en la silla que le otorgaron, era la primera vez que iba a una cita con la profesora jefe de su pequeño, no habían pasado ni cinco minutos y ya lo estaba odiando, no le gustaba para nada hablar con personas que no fueran de su familia... O que las amaba como una.

— Me alegra que haya podido venir, Todoroki-san — habló la maestra — Quería hablar con usted, saber quién es y hablar de Satoshi.

— ¿Le sucede algo a Satoshi? — preguntó tan frío como siempre, mas estaba atento a cualquier cosa que se tratase del menor.

— Verá... Hace unos días atrás pedí hacer una tarea, ya sabe, la típica de que se desea hacer cuando sean mayores, pedí que se dibujaran en el futuro haciendo lo que querían — la mujer buscó algo en una carpeta amarilla llena de papeles — Cuándo le pregunté a Satoshi que significaba su dibujo me dijo: "Soy yo salvando a mi héroe" — le entregó un dibujo, en el aparecía el niño con un botiquín de emergencias y acostado en una camilla con una sonrisa torcida estaba él siendo curado por el menor — Por lo que tengo entendido usted salvó a Satoshi en su labor de héroe, ¿verdad? — solo recibió un asentimiento — Él le admira, quiere salvarle porque le ama, realmente un un niño muy dulce — Shouto mantuvo su rostro duro, pero su interior estaba llorando de ternura y felicidad, ¿qué había hecho para ganar a tal niño? — Pero informarle que él no juega con niños de su edad, siempre se escapa del salón y va a la biblioteca, por lo que me ha dicho el bibliotecario, él se junta con un niño mayor, suelen sentarse juntos y leer hasta el fin del receso.

Shouto iba a decir algo, pero la repentina llegada de una secretaria completamente asustada le interrumpió, se veía agitada y desesperada.

— D-Discúlpeme por interrumpir, p-pero... e-e-el niño... S-se ha desmayado y l-le cuesta respirar.

Tanto el bicolor como la maestra se pararon inmediatamente y corrieron en dirección a la entrada, el lugar en donde el peliazul esperaba a su padre, allí tumbado en el suelo con respiración agitada, Shouto no lo pensó dos veces para llevárselo directamente a un hospital.

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Estaba tan nervioso que saltó tres semáforos, ni siquiera se encargó de llamar a alguien para que le diga que se calmara, estaba completamente solo en ese lugar del infierno, ¿cuántas veces tendría que ir a este lugar? Lo odiaba y odiaba más el no poder hacer nada mientras Satoshi sufría quién sabe qué. 

Caminaba de un lado a otro, absorto en sus pensamientos, sin saber como reaccionar, de vez en cuando elevaba su vista a la puerta, solo esperando que un doctor le informara la situación, los nervios y miedo le comían vivo, ¿cuánto más iba a durar esa tortura? Sabía que los doctores estaban haciendo todo lo posible para descubrir el problema, por lo que hacía su mejor esfuerzo para ser paciente a los resultados, después de un buen tiempo una mujer le llamó.

— ¿Usted es el padre se Todoroki Satoshi?

— Así es, ¿qué le sucede a mi hijo?

La mujer desvió su mirada suspirando lentamente, su mirada denotaba que no eran buenas noticias.

— Hicimos un examen de sangre y... — tomó una pausa antes de continuar — Satoshi tiene leucemia.

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Hola, ¿cómo están? Espero que bien... Bueno... Aquí esta el nuevo capítulo, ¿qué les parece? ¿Le falta algo? ¿Cómo serán las cosas ahora con este nuevo obstáculo? ¿Cómo reaccionarán todos ante esto? ¿Cómo será el tratamiento de Satoshi? ¿Cómo cambiará todo para ellos ahora? ¿Satoshi podrá salvarse? Déjenlo en los comentarios. Recuerden de comentar, votar y disfrutar...

Nos vemos en otra historia...

Nox...

La persona de mil rostros...