— ¿Quieres quedarte en el colegio?
Shouto no estaba seguro, su enfermedad era impredecible, podía avanzar rápidamente o lentamente, de todas formas aquello le consumiría lentamente, no tendría las mismas fuerzas de siempre, por más que tomara pastillas terminaría cayendo más de una vez ante los efectos de la leucemia y cuando su cabeza quedará sin ningún cabello — producto a las quimioterapias — le harían bullying, lo más probable.
— Tengo un amigo, nos vemos todos los días en la biblioteca — comenzó a explicar el menor —. No quiero dejarlo solo allí...
El bicolor estaba en un gran conflicto, ¿qué es lo mejor en estas situaciones? ¿Qué se supone que debía de hacer o decir? Ah... Debía de preguntarle a su hermano.
— Voy a pensarlo — dijo con sinceridad — Vamos, el día de hoy irás, además puedes darle nuestra dirección e invitarlo a casa, ¿te parece?
— Sí, Oto-san, es más que suficiente — respondió el menor con una gran sonrisa.
Cuanto deseaba que esa bella sonrisa durara para siempre...
...
Después de todo lo que tenía que hacer en aquel colegio, se dirigió a casa, necesitaba estar un buen rato a solas. Su mente era un caos, odiaba el hecho que la vida le detestaba, primera le quitaban a su madre, a su hermano... Al amor de su vida, para después quitarle a su hijo, a un nene que no tenía la culpa de nada...
— No otra vez, por favor — dio un susurró quebrado mientras apoyaba su cabeza en el manubrio, teniendo cuidado de no tocar la bocina — No me lo arrebates...
Y sin poder evitarlo se largo a llorar otra vez.
...
Su piel picaba sin razón aparente, trataba de notarse bien, no por sus compañeros, sonará algo duro viniendo de un pequeño de seis años, pero ellos no le interesaban... La única persona a la que no deseaba preocupar era al heterocromático, con el poco tiempo que llevaba podía descifrar pequeños gestos que hacía, ya fuera si estaba feliz, incomodo o simplemente relajado. Sin embargo, esta vez fue diferente, nunca le había visto así...
Podía ver un brillo extraño, un brillo que había visto levemente antes... Mas la magnitud que detonaban actualmente era preocupante y aún más para un niño que no comprendía la situación, ¿por qué su padre no deseaba que volviera a la escuela? ¿Había hecho algo mal? ¿Fue por el desmayo? ¿Estaba muy enfermo? ¿Estaba causando problemas?
— ¡Hey! — la voz de Kota le sacó de sus pensamientos, ni siquiera se dio cuenta de que estaba en la biblioteca, es más ¿cuándo terminó su primera clase? — ¿Qué te sucede? Desde ayer estas extraño.
— No lo sé — respondió el peliazul —, Oto-san no me quiso decir, parecía que tenía miedo y... — guardó silencio por un buen rato.
— ¿"Y" qué, Satoshi?
— Dijo que lo mejor era que me quedará en casa... — el azabache abrió los ojos como plato — Pero... Él dijo que lo pensaría antes de tomar una decisión... Además... Me dijo que te diera nuestra dirección, ¿te gustaría venir a mi casa este fin de semana?
Kota se quedó sin palabras, en primer lugar se mostraba desorientado, después triste y luego alegre, ¿cuántos cambios de humor podía sufrir una persona? Mas le preocupaba enormemente lo que sufría su mini amigo, ¿por qué su padre llegaría a pensar de no dejarle ir a la escuela? Bueno, se alegraba que no lo hiciera impulsivamente y no le dejará ni despedirse, pero de todas formas... ¿por qué?
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Engaño
FanfictionCuando crees que todo esta mal, algo peor pasa. Esto es lo que le sucedió a Shouto Todoroki. No soy muy buena haciendo descripciones. Los personajes no son míos. Shouto x Midoriya Tsuyu x Ochako Mina x Camie Jirou x Momo Shinso x Denki Kirishima x B...