Cuando abrió los ojos los volvió a cerrar con fuerza, la cabeza le daba vueltas y sintió su cara arder. Se tambaleó cuando se paró de la cama y sintió el frío filtrarse por sus ropas de pijama. Los ojos pesaban como si estuvieran hechos de plomo y en su garganta se instaló un dolor agudo, con un inhumano esfuerzo salió de su habitación.
Caminó por los pasillos de la casa algo desorientado, todo se veía borroso, luego grandes manchas negras fueron opacando su vista hasta que cayó en la profundidad de la oscuridad y lo último que escuchó fue el ruido sordo de su cuerpo estrellándose contra el suelo.
...
Siempre tuvo el sueño pesado, pero como estaba a punto de quedarse dormido, se sobresaltó cuando escuchó el golpe seco. Preocupado salió de la cama y fue al pasillo, lo que quedaba del frío invierno se hizo presente y, aunque estaba acostumbrado a esa temperatura, se colocó encima de una manta de color azul que había por allí. Dio grandes zancadas, buscando la fuente del ruido y al ver a el pequeño peliazul en el piso se le quitó el sueño automáticamente.
- ¡Satoshi! - se acercó al niño y lo recostó en su regazó, tocó su frente e inmediatamente sintió el calor - Fiebre ... - susurró.
Lo cubrió con el chal que traía y se lo llevó al cuarto, con mucha delicadeza lo dejó en la cama y lo arropó un poco para que no sintiera tanto frío, buscó desesperado un termómetro y lo colocó debajo de la axila del niño, cuando hizo un sonido lo tomó y pudo ver claramente el 40 que tenía marcado.
Corrió devuelta a su habitación y buscó su gabardina negra, colocándosela encima. Tomó a Satoshi con la misma manta de antes y se fue a su auto para irse inmediatamente a un hospital. Los nervios y la preocupación alcanzaron su punto máximo, casi ni podía manejar de la desesperación que sentía.
Abrió un poco las ventanas y ocupo su quirk para que la fiebre bajara, mas el don del niño podía jugar en contra en cualquier momento. Agradeció de que no hubiera trafico, por lo cual llegó al hospital más próximo sin ningún problema.
...
Después de hablar con una secretaria, se sentó en uno de los sillones de la sala de espera, apoyó al niño en su pecho haciendo todo lo posible para que su temperatura se regulara. En un momento el pequeño se movió incómodo... "Pesadillas" pensó Shouto, inmediatamente lo meció para calmarlo, susurrando la canción que solía cantarle en momentos difíciles.
- ¿Todoroki? - la voz interrumpió su tarareo.
- Aizawa-sensei...
El hombre traía de calle, tenía unas cuantas heridas pequeñas en el cara, sus ojos estaban rojos debido al uso de su kosei y lucía su misma rostro cansado. El hombre caminó hacía él y se sentó al lado.
- ¿Qué le sucedió, sensei? - preguntó preocupado.
- Oh, una pandilla destrozando todo, no fue la mayor cosa, pero sus quirks fueron problemáticos... Fuera de eso todo esta bien... - Dijo el hombre a su ex-alumno - ¿Qué hay de ti niño? ¿Por qué estás aquí y quién es él?
- Oh... - el chico giro sus ojos al peliazul que tenía en sus brazos y luego volvió a mirar al azabache - Él es Satoshi, lo adopté hace un buen tiempo atrás... Hoy despertó con mucha fiebre, así que vine lo más rápido que pude al hospital.
- Ya veo - el hombre no pudo evitar sonreír ante la situación, uno de sus alumnos como padre, sobretodo que se trataba de su alumno más serio - ¿Cuánto tenía?
- 40 grados - los Onix se abrieron como platos -. En el auto comenzó a toser y su respiración era mala, me esta asustando.
- Tranquilo, niño... - dijo el maestro - ¿Puedo ayudarte en algo?
- No, esta bien, muchas gracias sensei...
- ¡Todoroki Satoshi! - llamó una enfermera por el altavoz.
El heterocromático se despidió con una leve reverencia y pasó por la puerta que lo llevaría con el doctor.
...
Después que los médicos regularizaran un poco la temperatura del chico y una rápida revisión, diagnosticaron al infante con Bronquitis, Shouto casi tiene un ataque cuando lo escuchó. Le dieron la receta de los remedios que debía tomar y por cuantos días.
Al volver a su hogar - pasando antes por una farmacia - recostó a Satoshi en su cama, colocando un paño húmedo en la frente. Él no quería alejarse ni un poco del niño, por lo que se quedó a su lado. Cada cierto tiempo fue dando vuelta y mojando el paño. Después de un buen rato el niño despertó.
- Hey... - susurró Shouto - ¿Cómo te encuentras?
El pequeño restregó un poco sus ojos, su temperatura se estabilizó, pero de igual forma se sentía horrible.
- Mal... Me duele la garganta y el pecho.
- Eso es por la tos que has tenido - dijo peinando los desordenados cabellos del peliazul - Te traeré comida y tus remedios, así te sentirás mejor.
- Esta bien.
...
Todoroki puso en una bandeja dos tazones de sopa de pollo, junto a ellos estaba la medicina que debía tomar Satoshi, una vez que colocó todo se fue a comer con el niño.
- Realmente no tengo hambre.
- Lo sé, me pasaba lo mismo cuando enfermaba, pero tienes algo - entonces se le ocurrió algo - Hagamos algo... Si te comes toda la sopa y no tienes fiebre otra vez, veremos una película.
- ¿Enserio? - el pequeño sonrió con ilusión.
- Muy enserio - se permitió sonreír un poco.
- ¡Yeii!
Y así fue, ambos comieron todo, Satoshi cumplió con sus dosis de jarabe y terminaron viendo "Minions". Shouto consintió al menor con dulces o caricias, después de todo... Le encantaba hacerlo...
- ¿Se puede?
Tal vez demasiado...
...
Hola, ¿cómo están? Espero que bien... Bueno aquí esta la continuación, ¿qué les pareció? ¿Le falta algo? ¿Aizawa conocerá mejor a su "nieto"? ¿Qué pasará ahora? Déjenlo en los comentarios. Recuerden de comentar, votar y disfrutar.
Nos vemos en otra historia...
Kurenai-kun...
(adjunto foto del boceto oficial de Satoshi)
ESTÁS LEYENDO
Engaño
FanfictionCuando crees que todo esta mal, algo peor pasa. Esto es lo que le sucedió a Shouto Todoroki. No soy muy buena haciendo descripciones. Los personajes no son míos. Shouto x Midoriya Tsuyu x Ochako Mina x Camie Jirou x Momo Shinso x Denki Kirishima x B...