Engaño

Capítulo veintisiete

Fueron días maravillosos aquellos, eran un par de adolescentes que entrenaban arduamente para convertirse en héroes, un chico que se esforzó para poder llegar a la cima, un chico dulce y gentil que se dio cuenta de la dura realidad de ser un superhéroe que siempre le sonreía a los demás, el otro era uno distante y roto, sabía como era uno de los peores mundos y caras de los admirados, sabía que el veneno estaba ahí y podía contaminar a toda la sociedad en un abrir y cerrar de ojos al resto de la sociedad. Ambos estaban incompletos, desolados por la realidad que desconocían, una verdad cruda, mas al igual amable.

Izuku le abrió los ojos, le mostró todo lo bueno que podía hacer, pese a cómo le habían criado, le mostró que aquel sufrimiento sería recompensado con lo que en realidad merecía. Shouto recogió las piezas rotas, cuando todo fue destruido, cuando las esperanzas se habían acabado, él las unió como un rompecabezas, fue el abrazo que le hacía dormir en las noches tranquilo, fue el que le acompañó en ese doloroso camino... ¿Y cómo acabó todo? 

Se enamoraron inevitablemente, el peliverde de la fuerza mental que el otro tenía, el heterocromático la gentileza que jamás perdía. Salieron muchas veces, se les podía ver juntos en muchas partes, de vez en cuando en los jardines disfrutando de una velada tranquila, en la que leían o conversaban de cualquier cosa, otras veces se les podía ver acurrucados en el sillón estudiando para un examen, todo iba bien... Hasta que un terrible accidente ocurrió... O tal vez un plan fríamente calculado.

Habían salido de la UA para ir a comprar algunas cosas para la escuela, Deku había decidido sacar a su novio a despejarse, ya que en esos días había estado pasando por muy malos momentos en su casa, rodeó la cintura del bicolor con sus brazos llenos de cicatrices y le dejó hablar de lo ocurrido. Su padre estaba furioso con él, se había esparcido el rumor de que ellos, Shouto e Izuku, habían comenzado a salir, al ser el hijo del actual número uno y el pupilo del antiguo número uno, se había incendiado como pólvora la noticia, llegando así a los oídos de Endeavor, este le había exigido terminar con ese mocoso, puesto que jamás aceptaría al aprendiz de All Might como el novio de su hijo, el chico de la cicatriz acotó que su padre no hizo ni un drama por salir con un hombre, sino que salía con alguien estando en pleno proceso de crecimiento para convertirse en un héroe y eso le podría distraer, pese de haber argumentado, de que sus notas se mantenían en un nivel alto, su estado físico seguía siendo el mismo de siempre y Aizawa jamás tuvo que intervenir sobre su rendimiento, Enji Todoroki no le escuchó. 

— Tranquilo, amor, lo resolveremos juntos... Lo prometo... — le dijo el peliverde besando los nudillos de su mano.

— Gracias... Zuku...

Entonces la paz de aquella tarde se disipo rápidamente, el caos se generó en el centro de la ciudad, como héroes con licencia decidieron ir y ayudar a todos los que habían por ahí... Se deslizaron entre el caos, ayudando a cada persona que se cruzaba en su camino, evitando que los villanos hicieran más destrozos... Solo podía recordar breves imágenes... Gritos, un fuerte dolor que entumeció su cuerpo, el asustado rostro de su amado corriendo en su dirección, escalofríos que contrastaban con su cálida sangre y unos luceros afilados que le hicieron recordar a una serpiente vil y venenosa. 

Lo siguiente que supo fue que estaba en el hospital, un cabestrillo sujetaba su brazo y hombro izquierdo, podía recordar lo hinchado que estaba, su cabeza palpitaba dolorosamente y sus ojos estaban a punto de hervir por la fiebre. Una enfermera le atendió y respondió pacientemente sus dudas, cuando dijo que quería ver a Midoriya Izuku, la mujer se extrañó, de todas formas cumplió su petición... Fue entonces cuando su corazón se rompió.

— Es él, cariño, él me agredió en medio de todo el caos, me insultó y me golpeo, mira nada más cómo dejó mi hermoso rostro.

— Maldito... Si no estuviéramos en un hospital te haría pagar.