Capítulo veinte

506 66 25
                                    

La primavera estaba en su máximo punto, el calor cada vez era más insoportable, las flores brillaban por todas partes con sus lindas formas y atrayentes fragancias y las personas esperaban lentamente la tarde para poder divertirse en algún lugar. Shouto cocinaba tranquilamente aquel sábado, el arroz estaba terminando de cocerse en el fuego, mientras él preparaba el pescado con un poco de mantequilla, sal y limón, metió la carne blanca al horno y mientras esperaba pensaba en los últimos días. Cada ciertas noches, el actual héroe número uno había estado de vigía, algunas veces se cruzaban por por allí y charlaban un poco en lo alto de un edificio... 

~~~~

El viento mecía con delicadeza sus largos cabellos, miraba la ciudad desde lo alto de un edificio de empresas, se podía escuchar el sonido de los autos pasar por todas partes, después de todo era Viernes por la noche, día en el que las personas van a un bar o a una fiesta de por allí a liberarse del estrés que sufrían durante la semana. Siguió así hasta que sintió una presencia que se acercaba, cerro sus ojos esperando a que esa persona le hablará, pero lo que sintió fue un objeto tibio tocando su mejilla derecha, por lo que el cambio de temperatura era notorio, se giró acariciando su suave mejilla y allí vio a un joven musculoso de cabellos verdes brillantes.

— Por más que haga calor en el día, las noches de primavera son un poco frías, aunque eso creo que no es un problema para ti, héroe Shouto.

El hombre extendió una lata de café hacía él, el heterocromático se sorprendió un poco y quiso darle una sonrisa, mas sus rostro siguió reflejando serenidad, tomó el café y agradeciéndole la bebida la abrió.

— Esta rico... — sus ojos mostraron más tranquilidad, si es que eso era posible, Izuku se sorprendió por la calma que reflejaba el contrario — Muchas gracias, héroe Deku.

— De nada... Siempre hueles a café, por lo que supuse que te gustaba mucho...

— ¿E-eh...? ¿M-mi olor...? — por pura fortuna logro calmarse y ocultar el sonrojo de sus mejillas.

— ¡No! ¡Quiero decir! B-bueno... No es que te este oliendo siempre, tampoco es que lo haga a menudo, es solo que se siente fácilmente, tampoco digo que apestes, es solo que es parte de ti, es un agradable olor, ¿sabes? No quería incomodarte y-

— Tranquilo... No pasa nada... — la interrupción de Shouto calmo el murmullo de Izuku, "tal como siempre", pensó.

El silencio reinó una vez más, sus cabellos se mecían suavemente gracias a la leve brisa que corría, sorbían poco a poco la bebida de la lata mientras miraban el increíble paisaje de la ciudad. De pronto sintió un leve tirón de su cabello, miró de reojo al peliverde que examinaba uno de sus mechones rojizos con cautela.

— ¿No te incomoda tenerlo así de largo? — preguntó deleitándose con la sedosidad que poseía.

— Mmh... No la verdad que no...

Su mente viajo un poco hacía otro lado, pensó en cortarse el cabello, sería una buena idea, así su hijo podría tener un peluca con ello una vez que las quimioterapias fueran más fuertes y terminará sin ningún pelo, el imaginárselo le dolía mucho, pero debía ser fuerte.

—  ¿Y qué tal es el mundo exterior? Tengo entendido que fuiste a estudiar por distintas partes del extranjero.

Recordó aquel momento... 

Un momento que desearía nunca haber vivido...

— Es... Lindo... Todos los lugares a los que fui tenía algo que le caracterizaba... Hay tantas cosas allá afuera que no podría decirte cual es la mejor.

EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora