Capítulo 1

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Lilith

— Lilith ya vamos a salir, apúrate, no quiero perder el vuelo — Vocifera mi madre desde la entrada principal de la casa de la que estoy a punto de abandonar.

Hoy mi familia y yo nos mudamos a Oklahoma para empezar una nueva vida. Mi madre decidido meterme a terapia y por eso nos mudamos, según ella ahí hay buenos centros de terapias y buenos psicólogos. Voy a ir por la tarde para así por la mañana ir al instituto, mi hermano mayor estaba en contra de mandarme al instituto, ya que me diagnosticaron depresión y ansiedad hace poco, pero esto no es impedimento para que no siga haciendo mi vida normal.

Antes de salir de la habitación en la que he pasado 16 años de mi vida, me miro al espejo. Observo mis pecas, mis ojos verdes, mi pelo negro oscuro y las ojeras que me cargo en estos momentos.

— ¿Lista para empezar una nueva vida, Lili? — Me pregunta mi hermano mayor, Archie.

Me duele dejar esta ciudad, mi ciudad, atrás, pero es por mi bien. Necesito sanar y seguir viviendo aquí solo sería una perdida de tiempo, ya que las personas que viven en esta ciudad me han arruinado la vida

Supongo

¿A quién quiero engañar? No estoy preparada, pero es lo que toca. No me duele porque tuviera amigos que dejar, no, ni mucho menos, estoy sin ánimos porque ahora tengo que empezar en un nuevo instituto, hacer nuevas amistades y empezar en el RTCC, centro de terapias.

Cuando llegue a Oklahoma, voy a empezar con terapia grupal, después ya tendré sesiones individuales.

Mi madre interrumpe mis pensamientos cuando me vuelve a pedir que baje ya. No le doy más largas y bajo.

El camino al aeropuerto se hace corto, pero lo jodido ha sido pasar por delante de algunas casas en las que me violaron. Recuerdos de golpes y gritos inundan mi mente, esto es un horror. No quiero pensar más y menos en los constantes abusos que he sufrido durante meses.

Pasados unos minutos, llegamos al aeropuerto y en el vuelo me quedo dormida, no sé cuanto tiempo duermo pero lo disfruto.

— Lilith, Lilith, acabamos de aterrizar, despierta — Necesito dormir más, pero prefiero hacerlo en una cama, así que me despabilo del tirón para llegar lo más pronto posible a mi nueva casa

Me levanto, recojo mis cosas y me bajo del avión. Una vez abajo, mi familia y yo nos subimos a un taxi y nos embarcamos a nuestra nueva casa. 

10 minutos después 

Estoy escuchando Paparazzi de Kim Drácula con mis auriculares cuando mi hermano me avisa que ya hemos llegado, mis ganas de entrar a mi cuarto para fumar son tan grandes que soy la primera en bajarme del taxi.

Mami, qué bonita casa, ¿me puedes decir donde está mi cuarto?, quiero descansar — Ya el sueño se me ha ido, solo quiero fumar

— Claro hija, es esa, la que está al fondo del pasillo a la derecha.

Sigo las instrucciones de mi madre y una vez ya dentro veo una habitación grande y espaciosa. La componen una cama y un armario, un baño dentro de la habitación y unas ventanas que dejan entrar la luz necesaria. En fin, una habitación bonita. 

Me tiro a la cama y pienso en cómo será el nuevo instituto mientras enciendo un cigarro. Usualmente suelo sacar muy buenas notas, pero no participo en clase, soy la típica chica rara que escucha música rara y que a menudo usa las capuchas de sus largas y anchas sudaderas.

Me aburro de mirar el móvil y decido darme una vuelta a una plaza que hay cerca de mi casa, eso sí, primero me termino el cigarro. Para que no se note tanto el olor, abro las ventanas y enciendo una velita aromática

Mamá, voy a salir — Ni siquiera sé a donde, pero quiero salir

Mamá: Vale hija, ten cuidado.

 Bajo las escaleras de mi casa, que por cierto es bastante grande comparada con la anterior, me encamino a la plaza mientras pongo música en mis auriculares inalámbricos

Jayden

Estoy discutiendo con mi novia Gema en mi cuarto por sus celos y toxicidad, toda esta estúpida pelea empezó porque estaba hablando con mi amiga y Gema nos vio. No es por ofender, pero la muy idiota se creyó que era mi nueva novia y que le estaba poniendo los cuernos.

— Ya no me quieres, ¿qué he hecho mal, joder?, yo te amo, ¿por qué mierdas no me amas como yo te amo a ti? — Ya empezamos con el puto chantaje emocional

— Si confiaras un poco más en mí no hubiéramos empezado esta pelea por tu toxicidad joder, déjame respirar en paz — Evito decirle "Te amo", porque ya no lo hago

Salgo de mi habitación dando un portazo aprovechando de que mi madre está con los nuevos vecinos que se acaban de mudar. La verdad me importa una reverenda mierda los vecinos, como si se quiere mudar Megan Fox.

Decido dar una vuelta por la plaza que está cerca de mi casa, cojo mi skate y me voy dejando a Gema en las escaleras con lágrimas en los ojos.

Me gustaría dejar a Gema, pero lo que me jode es que sea un pilar fundamental en mi vida. Ella fue la única que me ayudó cuando mi padre nos pegaba a mi madre y a mí, ella fue la que llamó a la policía y a la ambulancia cuando mi padre le estaba pegando una golpiza a mi madre y yo estaba tirado en el suelo de la cocina ensangrentado y en shock por ver los golpes de mi madre. Me duele recordar eso, pero como yo digo "Lo que no mata fortalece" y aquello me fortaleció, aunque caí en el tabaco y en el alcohol de forma de salida. Debido a esto la semana que viene empiezo terapia.

Llevo bastante tiempo libre de ambas adicciones, pero nunca viene mal seguir yendo a terapia.

Me encuentro escuchando Easier de 5SOS cuando veo a una chica bastante atractiva escuchando música. Tiene el pelo de un negro azabache y unos ojos verdes que desde lejos denotan tristeza, lleva puestas unas convers con una camiseta larguísima y ancha de color negro. Me quedo mirándola como idiota, menos mal que ella no se da cuenta. Mi instinto decide seguirle hasta su casa, tengo el don de la discreción y lo agradezco.         

La sigo y a mitad de camino se da cuenta de mi presencia, me hago el idiota mirando hacia otro lado, me preocupo cuando empieza a temblar y estoy lo suficientemente cerca para escucharla hiperventilar.

¿Le habré asustado de alguna manera?

¿Tan feo soy para espantarla?

No me considero el más guapo, pero tampoco soy feo, tengo ojos grises, pelo castaño y visto bien. A lo mejor es del instituto y me reconoce por ser el popular y se ha puesto nerviosa, aunque descarto automáticamente la idea, ya que no soy Jhon Travolta en Grease. Me puedo considerar el popular de buen corazón, puesto que no me gusta abusar, pero de vez en cuando está bien serlo simplemente para defender a personas que lo necesitan.

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Hola, soy Manuela, la autora de esta historia. Empecé a escribir esto gracias a una amiga y me ha acabado gustando JAJAJA.

Quería avisar de que esta historia no está para nada basada en mí, me gustó esta idea por lo que sufren algunas personas de verdad.

Nada es tan fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora