Capítulo 32

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Me despierto cuando noto mucho movimiento en la cama por el lado de la chica que tengo a mi lado. Abro los ojos y Lilith está retorciéndose en su sitio mientras murmura algo que no logro entender.

Está teniendo una pesadilla y no sé si despertarla es bueno o no, porque a lo mejor si la despierto se despierta asustada.

 Al final no hago nada porque segundos después se sienta en la cama de un salto y no dudo ni un segundo en rodearla con mis brazos para abrazarla con fuerza.

— Estoy aquí, mi cielo, ha sido solo una pesadilla — Intento tranquilizarla porque está demasiado nerviosa — Si quieres puedes contarme, estoy aquí para escucharte.

— M-Michael, era él. Salía y me buscaba para... — Se corta a sí misma y una lágrima se escapa de sus verdes ojos — Jayden, he sentido sus manos tocándome de nuevo — Habla entre sollozos y a la vez que me abraza más fuerte.

Joder

Odio verla así por culpa de unos gilipollas sin cerebro y sobre todo por uno, Michael. Seguro que entre Lilith y él pasó algo muchísimo más fuerte aparte de todos los abusos, porque no es normal que todo su trauma se concentre en él. Puede que me equivoque pero estoy segura de que la historia de ella y Michael tiene más trasfondo.

— Ninguno de los cabrones que te han hecho daño te van a volver a tocar, no se los voy a permitir

Lo digo de corazón, no voy a dejar que nadie le vuelva a hacer daño. Siento mucha necesidad de protegerla y meterla en una cajita de cristal para que nadie le haga daño.

— Jady, tengo mucho miedo — Admite con la voz temblorosa y aferrándose más a mí.

Me parte el alma verla tan mal y tan rota.

— Entiendo que lo tengas, pero mientras estés conmigo puedes sentirte segura, yo nunca te haré daño — Le aseguro con toda la seguridad del mundo — Mira, ahora te vas a volver a dormir porque necesitas descansar y si quieres me quedo despierto hasta que te duermas.

Ella me hace caso, se acuesta en la cama y quita la almohada que había puesto yo entre nosotros.

— ¿Puedes solo abrazarme, por favor? — Me pide mientras me mira con sus ojitos verdes cristalizados.

— Claro que sí, Gremlin — No lo dudo ni dos veces y la abrazo por la espalda cuando se da la vuelta.

Una sensación parecida a un escalofrío recorre mi cuerpo cuando su mano se coloca encima de una de mis manos posicionadas en su abdomen.

No sé en qué momento exacto me quedo dormido, pero me duermo.

LILITH

— ¡Lilith, abre la puerta, tienes que contarme qué tal te fue ayer en la fiesta! — Escucho gritos a través de la puerta y ni siquiera me he despertado, que horror

Trato de levantarme en cuanto reconozco que es mi hermano, pero Jayden me tiene aferrada a él con fuerza y encima me duele mucho la cabeza debido al alcohol que ingerí ayer.

— Jayden, despierta — Susurro fuertemente mientras lo muevo. Veo que se empieza a levantar y busco mi móvil para mirar la hora.

Mierda, son las dos de la tarde y yo pensando que eran las diez de la mañana tirando a lo alto.

— Jady, mi hermano está fuera

Jayden se sienta en la cama de un sopetón y su cara refleja pánico. Tenemos la necesidad de ocultarlo a pesar de que sabemos que no tenemos motivos para preocuparnos porque no hemos hecho nada ni hemos cometido ningún delito.

Nada es tan fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora