Capítulo 10

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Lilith

Al salir vemos varios coches y una especie de explanada así que vamos allí. Al visualizar un banco nos sentamos en él.

— Lilith, la verdad es que no se si es buen momento para preguntarte esto pero lo voy a hacer — Empieza a hablar captando mi atención — ¿Por qué en el comedor la vez que te agarré del brazo dijiste un nombre que no recuerdo y saliste casi corriendo asustada?

Me pilla un tanto de desprevenida. Siento que se lo tengo que contar, ya que prefiero que se entere solo por mi a que se entere algún día en terapia.

— Al empezar mi primer año de insituto me enamoré perdidamente de un chico, en ese momento tenía 14 años. — Respiro hondo — Ese chico era Michael. Él también se fijó en mí y durante las vacaciones de primavera de ese mismo curso me pidió ser su novia

Veo como está atento a lo que digo así que sigo hablando

—  Cuando oficializamos nuestra relación todo cambió. Bueno, mejor dicho, él cambió una vez cumplimos un varios meses de pareja. — Hago una pequeña pausa - No quería que hablase con ningún chico, me controlaba a la hora de vestirme y quería que solo saliese con él y no con mis amigas — Vuelvo a pausarme — El 30 de septiembre él iba a ir a una fiesta y yo no quería. Estábamos solos en mi casa porque no estaban ni mimadre ni mi hermano. En ese momento discutimos y me pegó para obligarme a ir con él. Yo en ese momento solo tenía 15 años recién cumplidos.

Él me mira con cara de horror y al ver que se me escapa una rápida y pequeña lagrima me agarra la mano.

— Después de eso no supe reaccionar y simplemente fui con él. En la fiesta él me presento a unos amigos un año mayor que nosotros. Exactamente eran 4, cuatro chicos que parecían totalmente inofensivos pero me equivoqué — Simplemente recordarlos me causa repulsión — Pasado un rato, Michael estaba completamente borracho y me obligó a subir a una habitación con él. Tengo que recalcar que él tenía diecisiete años. Él empezó a tocarme pero yo no quería y aparecieron los cuatro amigos de él y entre los cinco abusaron de mi

— Dios, Lilith — Jayden me da un abrazo fuertísimo mientras acaricia mi pelo. Yo me aguanto un poquito más las lágrimas y me separo del abrazo para seguir hablando.

— Cuando terminaron yo estaba impactada, no pude reaccionar — Es difícil recordar todo esto y más aún asumir toda la mierda que me hicieron— Antes de irse, se pusieron horarios en el que cada uno en su día podía hacerme lo que quisiese, desde tocarme hasta pegarme — Empiezo a llorar pero decido terminar de contar entre lágrimas — Todo esto duró seis meses, Jayden, seis putísimos meses.

Rompo en llanto sacando las lágrimas acumuladas. Ni siquiera me atrevo a mirarle a los ojos por la verguenza que siento ahora mismo, me verá como una cobarde, que es lo que fui.

—  Yo lo pude haber evitado Jayden, yo pude haber llamado a la policía en el mismo instante en el que me pegó y no lo hice por gilipollas. Tengo gran parte de culpa por no haber tenido voz y por dejarme manipular y engañar por ese idiota

— Quiero que te quede claro una cosa, Lil. No te voy a ver como una idiota por tener miedo a lo que te pudiesen hacer si les delatases, lo contrario, te veo como una chica muy fuerte que ha tenido la valentía de contarme esto. También quiero que sepas que no tienes la culpa de absolutamente nada, Lilith. Aunque es duro, debes de perdonarte, principalmente a ti misma porque te castigas demasiado.

Me quedo pensando en sus palabras y sé que tiene razón, me castigo demasiado, pero es inevitable.

Intento no darle más vueltas al tema, y le doy un abrazo y le agradezco el hecho de que me haya escuchado.

Nada es tan fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora