Lilith
Vuelvo a la mesa feliz con mi yogur helado con fresa, plátano y Nutella. Me siento en una silla y escucho la voz de Jayden diciendo "Por fin os calláis", miro extrañada a mis amigas y ahí es cuando hablan.
— Lilith, ven. Estamos hablando con Jayden — Le hago caso a Becca y me levanto para ponerme de pie entre ellas dos. Me agacho un poqutín para que se me vea mejor en el móvil que está apoyado en el servilletero.
— Hola, Chewbacca — Saludo a mi amigo y me percato de que está corriendo, se ve muy bien.
— Hola, Gremlin — Mira hacia el móvil para sonreírme.
— Es mejor que cuelgues, te cansas más si hablas y corres a la vez — Le aconsejo.
Correr y hablar a la vez hace que no te concentres tanto en la respiración y aparte te cansas más porque necesitas oxigenar más.
— Lo sé, pero bueno, ya da igual — La puta ovulación me descontrola, porque no puedo dejar de fijarme en lo atractivo que se ve Jayden mientras corre. Miro por un momento a Atenea y a Becca que no paran de sonreír mientras se miran entre ellas — ¿Quieres que te pase a recoger mañana para la fiesta? Te pregunto lo mismo Atenea
— No, porque ellas dos van a venir antes a mi casa para arreglarse ahí — Dice Becca antes de que podamos hablar. La verdad es que me gusta mucho la idea.
— ¿Ya te has comido el chocolate? — Curiosea mi amigo refiriéndose al chocolate que me compró el miercoles.
— La verdad es que no, pero ya me queda poco
— ¿Y la flor la has puesto en agua?
A este hombre no le llega la sangre al cerebro
— Jay, la flor es artificial — Nos reímos
Atenea y Becca se dan otra mirada acompañada de otra sonrisa, seguro ya están malinterpretando la situación
— Bueno amigo, voy a colgar ya para que tu chica pueda comerse su helado tranquila
Le doy un pequeño a golpe a Becca por designarme como la chica de Jayden.
— Adiós, Jay — Me despido de él
— Adiós, cielo
Becca sonríe ampliamente y cuelga.
— Madre mía, Lilith, te ha llamado "cielo"— Se emociona demasiado la morena
— Lo sé, le ha dado por llamarme así — Respondo con normalidad. Ellas refutan y empiezan a decir que un amigo no llama así a una amiga y yo les vuelvo a llevar la contraria.
— Esperad, ¿qué es lo que ha dicho Jayden de unos chocolates y una flor? — Recuerda mi compañera de baile y maldigo en mi cabeza porque pensaba que se habían olvidado de eso.
Les explico que lo acompañé al supermercado y que por eso tuvo esos detalles conmigo y como me esperaba, se piensan que va con unas intenciones más románticas.
La verdad me da coraje, porque estoy muy segura de lo que digo, pero ¿y si lo que dicen es verdad? Soy yo la que va en contra de todos, puede que todos vean algo que yo no veo.
— Os voy a preguntar una cosa y quiero que respondáis con total sinceridad — Miedo me da la respuesta — ¿De verdad pensáis que Jayden quiere conmigo?
— Sí — Afirman al unísono mis dos amigas.
Mierda, les he pedido sinceridad y me siguen diciendo lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
Nada es tan fácil
RomanceLilith se muda a una nueva ciudad en busca de rehacer su vida por culpa de sus inseguridades y sus traumas. Allí conoce a unas personas que le ayudarán a seguir adelante pero, recuerda, nada es tan fácil.