El chico de los ojos soñadores (BokuAka) (mención KuroTsukiKen)

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¿Por qué estaba ahí si ni siquiera le gustaba el café? La razón era una sola y se debía al camarero que solía trabajar los fines de semana en aquél lugar.

Unas compañeras de la universidad lo habían arrastrado hacia unos meses al lugar, con la excusa de que los pasteles ahí eran exquisitos y que los milkshakes que preparaban no tenían comparación. Bokuto no sabía que pedir exactamente, pues no era una persona de comer muchas cosas dulces o bebidas preparadas con muchos ingredientes, así que pensó que se decantaría por un café latte y un sándwich de carne; luego de comer y acompañar a sus amigas se iría del lugar y lo más probable es que jamás volviera a visitarlo.

Hasta que volteó la vista hacia arriba y se encontró con el rostro más bello que alguna vez hubiese podido vislumbrar, incluso sus amigas parecían notarlo pues comenzaron a actuar coquetamente, pero el chico mantenía una mirada desinteresada que prácticamente podía malinterpretarse como aburrida. Pero aquella actitud, al parecer fría, no le quitaba ningún encanto a simple vista, sino que le añadía un sex appeal que dejaba sin palabras a los demás.

Bokuto apenas pudo ordenar algo de lo que veía en la carta, y quiso protestar ante el resto del grupo pues su asiento no le permitía ver directamente al camarero. Ese día apenas probó bocado y bebió su taza de latte, pues la atención la tenía puesta totalmente en el chico que los había atendido, hasta que el resto de sus acompañantes decidió marcharse y él tuvo que retirarse con ellas.

Desde ese día que iba al menos todos los fines de semana a la cafetería a pasar el tiempo allí un rato, siempre buscaba una mesa que le permitiera observar –disimuladamente según él- al chico de cabellos negros y leves ondulaciones en este. A pesar de que también había otra chica que atendía las mesas y el mesón, siempre era atendido por el mismo chico y eso le hacía emocionar, pues creía que también era especial para él.

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―Oye bro, sabes que a mí las cosas dulces no me atraen. Esos gustos son más de Kei o de Kenma, y desde que nuestra relación se formalizó, ellos salen juntos a lugares como este.

―Vamos bro, es que necesito que puedas admirar de lo que estoy enamorado. No tengo a nadie a quién hablarle de semejante ángel y necesito compartir esto.

―¿Enamorado? ¡Ja! No lo creo bro, nunca antes has tenido una relación así que no creo que siquiera sepas de lo que estás hablando.

Bokuto golpeó a su amigo, no con demasiada fuerza, pero sí lo suficiente para hacerlo trastabillar.

―Desde que formalizaste tu relación poliamorosa con Kenma y Tsukishima actúas como si fueras todo un playboy, cuando antes de que ellos siquiera te miraran eras un completo nerd virgen. Bueno, sigues siendo un nerd.

―¿De qué hablas? ―Kuroo se sonrojo al escuchar aquello, pues era verdad. De seguro que también había actuado igual de baboso e inexperto como su amigo, y no hace tanto tiempo atrás.

―Bueno, llegamos. No me avergüences y ayúdame.

El chico alto de cabello negro y mal peinado se llevó una mano hasta el pecho y abrió la boca con un gesto de total indignación.

―¿Mua?

Toi ―respondió Bokuto que había memorizado esa única respuesta al mal francés que su amigo creía que hablaba―. Ahora dentro.

Ambos chicos entraron y de inmediato llamaron la atención de las personas al interior del local, pues la gran mayoría eran clientas mujeres y era prácticamente imposible que dos muchachos tan altos como ellos entrasen en un lugar así sin llamar la atención. No solo les sucedía en cafeterías, sino que también en cualquier otra tienda al azar en la que entrasen; aunque al poco rato de que se mostraran su personalidad en conjunto, el resto perdía el interés en ellos.

One Shots y Drabbles de HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora